Capítulo 01

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03 DE JULIO, 2018.

Suspiré fuertemente al sentir como mi cuerpo se tranquilizaba nada mas tocar el respaldo del sofá nuevo que apenas había utilizado. Estaba agotada y el vuelo de vuelta del viaje de Rosalya había sido horroroso, lo único que mi cuerpo me pedía a gritos era tranquilidad para poder descansar, eso era lo que más necesitaba en estos momentos. Cerré los ojos mientras me recosté sobre el y conseguí que mis músculos se relajasen. Cuando al fin estaba a punto de quedarme dormida, comencé a sentir como subía por mi garganta ese líquido amargo una vez más.

Me levanté de un salto y corrí hacía el baño que apenas tenia equipado del todo, levanté rápidamente la tapa del retrete y agarré mi cabello hacía un lado para no mancharlo. Expulsé la poca comida que tenía en el estomago con lagrimas en los ojos de aquella horrible sensación que sentía hasta que mi cuerpo decidió que ya era suficiente por ahora. Suspiré pesadamente al terminar y tiré de la cadena para después dejarme caer sobre el suelo, apoyé mi espalda en las baldosas blancas y abracé mis piernas contra mi pecho.

— Esto es una jodida mierda...

Murmuré sin fuerzas recordando el momento en el que supe que mi vida cambiaría definitivamente.

— ¡Alice!— Rosalya gritó por tercera vez por toda la casa en donde pasariamos los últimos días.— ¿Donde demonios te has...— calló de golpe al verme sentada en la taza del váter cabizbaja— ¿Cielo, que ocurre?

Rosalya se arrodilló delante de mí mientras acariciaba mis piernas desnudas buscando mi mirada.

— ¿Recuerdas que nada mas llegar de la fiesta empecé a vomitar como nunca?—murmuré sin ánimos, ni siquiera tenía fuerzas para hablar.

— Pillaste una buena...— Rosa comenzó a reir— ¿Sigues encontrandote mal?

Asentí suspirando pesadamente. Podía sentir la falta de aire cada vez más.

— Me he pasado el día así, después del desayuno no he vuelto a probar bocado, estoy vomitandolo todo y me encuentro jodidamente mal.

— Quizas la cena te sintió mal con la mezcla de bebida que tomaste, o quizás simplemente te estes resfriando ...— negué rápidamente con la cabeza y mis lágrimas no tardaron en volver a salir— ¡Ey cariño! Cariño mirame, ¿Que ocurre?

Rosalya intentaba encontrar mi mirada para averiguar que demonios me estaba pasando, pues ella ya se estaba poniendo nerviosa. Sin saber cómo decirlo, tan solo me dispuse a abrir mis manos para enseñarle lo que tenía entre ellas.

Una magnifica prueba de embarazo.

Jadeó sin poder creerse lo que le estaba enseñando y me lo quitó de las manos con todo el cuidado del mundo, como si se fuera a romperse.

— Oh dios mio Alice...—susurró tapándose la boca— ¡Estas embarazada!

Asentí cerrando los ojos con fuerza.

— ¿Como es posible, Rosa? Sabes perfectamente que estaba tomando Anticonceptivas.— suspiré pesadamente— No puedo creer que esto este pasando, no... no puedo entenderlo.— confesé una vez más nerviosa.

— Cielo, es difícil que esto ocurra pero... siempre hay un cinco por ciento de probabilidad de que cualquier anticonceptivo falle.— Rosalya me miraba pensativa— Lo primero que debes de hacer ahora, es dejarlas de tomar, pueden afectar al bebé.

Volvió a mirarme.

— Si quieres seguir adelante, claro.

Suspiré una vez más.

"Volvamos a intentarlo..." ➳2n TEM. DE " POR UNA VIDA JUNTOS."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora