Capítulo 11

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15 de Septiembre de 2018.

Alice Pov's

Aquella noche, apenas pude pegar ojo. No podía quitarme de la cabeza la imagen de Castiel reventandose los nudillos contra aquel árbol de la entrada, la mano no dejaba de sangrarle pero eso no parecía importarle, sufrí como nunca al verlo tan fuera de si y el echo de que se fuera con la moto en esas condiciones, era una locura que podía terminar en accidente; una locura de la que solo yo era la culpable.

Ninguno supimos nada de Castiel hasta pasada la madrugada, hasta entonces, los nervios y el sufrimiento estuvieron presentes. Me aterrorizaba la idea de que podría a ver tenido un accidente con la mato por que, de ser así, jamás en la vida podría perdonármelo. Las chicas habían hecho lo posible para tranquilizarme después de que comenzara a tener un ataque de ansiedad por todo lo que estaba sucediendo ya que, estando en el estado en el que me encontraba no era bueno vivir este tipo de situaciones para el bebé.

Lysandro llamó en la madrugada explicándome que había conseguido hablar con él, que ya podía estar tranquila por que se encontraba sano y salvo, pero se negó rotundamente a decirme donde se encontraba, él también estaba enfadado conmigo por lo que le había hecho a su amigo pero, ¿quien en su sano juicio podría juzgarle? Siempre había intentando hacer lo posible por convencerme para que hablara con Castiel pero no quise escucharle, me convertí en una egoísta que no quiso guiarse por sus consejos para que nada de esto pasará.

Me pasé toda la noche mirando fotos de ambos juntos recordando cuando aún éramos felices, cuando todo era más fácil. No supe en qué momento me quedé dormida pero, al día siguiente Rosalya me despertó envuelta de todas aquellas fotos y aferrada a un peluche que Castiel había conseguido para mí la última vez que habíamos estado en el parque de atracciones.

Y desde entonces, el pelirojo no volvió a aparecer más por aquí, según sé por las chicas, el grupo de Castiel había decidido adelantar su marcha el lunes a primera hora. Sin despedidas, se había ido sin importarle nada ni nadie y a decir verdad, yo no estaba en condiciones de quejarme sobre la decisión que había tomado, no tenía ningún derecho después de todo.

La semana fue más dura de lo que me imaginaba, el sentimiento de culpabilidad aumentaba por momentos y nunca antes me había sentido como llevaba haciendo todos estos días atrás, como una jodida mierda.

Pero por suerte, una parte de mí había estado bastante entretenida por el día, gracias a todos los últimos detalles de la boda, íbamos para arriba y para abajo con los últimos retoques, la mesa de dulces, algunos detalles, las flores, los puros y los cigarrillos, el fotógrafo pero, al acabar el día cuando llegaba el momento de encerrarme en mi habitación por la noche, los recuerdos azotaban mi cabeza torturándome una y otra vez, el insomnio estaba presente y aún así apenas conseguía dormir bien, las grandes ojeras en mi rostro eran la prueba de ello. Entre el embarazo y las pocas horas de sueño habían conseguido que estuviera más agotada de lo normal, apenas tenía fuerzas para pasar el día pero eso no me impidió que me quedara en casa descansando como Rosalya y los demás me habían recomendado, lo único que no necesitaba ahora era estar sola.

Había perdido la cuenta de las veces que había escrito en el chat de Castiel pero ninguno de ellos fueron enviados, siempre terminaba por borrarlos y volver a dejar a un lado mi teléfono, y así fueron todas las veces que había intentando ponerme en contacto con él después de que rechazara todas mis llamadas durante los dos primeros días.

Hoy al fin, quizás podría volver a verlo, Castiel volvía a casa para la ceremonia y era la mayor oportunidad que tendría para poder hablar con él. Había estado preparándome mentalmente para todas las respuestas que podría darme al verme, también estaba preparada para el rechazo que era lo que más tenía claro que haría.

"Volvamos a intentarlo..." ➳2n TEM. DE " POR UNA VIDA JUNTOS."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora