Tulia despertó con un suave rallo de sol golpeando en sus ojos...
-Ahhh....que rico el sol...¿SOL? CONCHETUMARE ME QUEDÉ DORMIDA.- gritó sutilmente.
Puta la maraca floja.
Se levantó lo más rápido que pudo.
-¿Qué weá Tulia? ven pa acá.- dijo Jostim agarrando a la Tulia del brazo hacia la cama.
Se preguntarán que hace el ruzio culiao metio entre la cama de la Tulia.
No es lo que creen cochinos culiaos, no, la Tulia y el Jostim eran mejores amigos désde que el ruzio tenia la tula chica y no había quién los separara. Eran poto y calzón.
-Jostim, es tarde weón- tomó su Iphone 10- son las...¡DIEZ CUARENTAICINCO WEÓN, YA CULIAO, LEVANTATE Y DEJA DE PONERTE MAMÓN!-se alejó como si hubiera visto un choro peluo.
-¡YA OH MARACA! ¡YO NI QUERÍA IR A CLASES!- se levantó haciendo el medio show pa ver si es que la Tulia lo dejaba dormir.
-¡JOSTIM, PRESTAME ROPA TUYA WEON, NO TRAJE!- se agarró el pelo en un tomate.
Jostim hizo un puchero.
-¿Por qué no usai la misma weá de ayer?- dijo mientras se ponía los pantalones.
-Porque esta polera está pasá a ala weon, yapo, y me prestai desodorante.- dijo sacandoce la wea que tenía puesta y sacando una polera que le quedaba hasta mas abajo del culo que decia "69".
Se miró al gran espejo que tenía el Jostim.
Se veía rica.
-¿Ya te vestiste culiao?- se giró poniendoce las zapatillas.
El Jostim estaba como weón mirandola.
Para que estamos con cosas, la Tulia estaba entera rica, todos los culiaos del colegio le tenían ganas; era espontanea, simpatica, única y lo más bacán de todo, es que tenía wenas tetas y wen queque.
La Tulia tenia demaciado en la friendzone al pobre Jostim.
Todas le chupaban el pico (no literal, si no que se ponian pelás con el) y el Jostim no quería a ninguna, ya que estaba enamorado hasta el pico de la Tulia.
-Eh...si...osea...¿cómo vamos a entrar al colegio a esta hora?- se paró buscando su mochila, la Tulia tomó su bolso.
-Pidamole a la Ruperta -su nana- que nos haga un justificativo de que juimos al doctor.- comenzaron a bajar la escalera.
Y ahí estaba la ruperta, con sus largas trenzas que le llegaban hasta el pico...osea, hasta el piso.
-Buenos dias mi chico.- dijo con esa voz weona y ese acento culiao de huasa bruta.
-Ruper, ¿hacenos una comunicación de que fuimos al doctor?-Jostim estiró el lapiz con su agenda.
La Ruperta los miró a los dos con cara de extrañada.
-Mi chico...-los miró con pena.
La Tulia se empezó a aburrir.
-Pasa la weá, esta no sabe escribir.-le quitó la agenda al Jostim.
La Ruper se sintió ofendida, pero era verdad, era una huasa bruta más dura que el tarro.
-Oye Jostim, venga pa acá mi chico...-le dijo al Jostim llevandolo hacia la cocina mientras la Tulia escribía la comunicación.- qué estubieron haciendo ustedes dos...ella tiene cara de...ya no tener su flor virginal...dígame que pasó anoche mi chico.-le dijo bajito pa que la Tulia no escuchara.