Capítulo l-La Decisión de InuYasha-

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(Sengoku Jidai, 450 años antes de la época actual)

-InuYasha-Desperté...me encontraba en una de las enormes ramas del Goshinboku como de costumbre; Kagome y los demás estarían en la cabaña de la anciana Kaede, algo desorientado, trate de buscar la fuente de aquel extraño ruido, fije mi mirada en el enorme bosque que rodeaba la aldea, unas figuras alargadas de un color verde pálido se arremolinaban a la entrada del mismo y luego desaparecían de mi vista-Kikyo, pensé-salté y corrí tras una de las serpientes caza almas que acompañaban a Kikyo desde que la bruja Urasue la trajo de vuelta de entre los muertos, seguí a la serpiente durante varios minutos, por fin pude sentir el aroma de Kikyo, a huesos y barro, baje poco a poco la velocidad hasta que al final solo camine unos cuantos pasos, allí estaba ella, rodeada por una cantidad bastante significativa de serpientes, un extraño halo de luz blanca la rodeaba, asumí que era debido a las almas de las que se estaba apropiando en ese momento, despacio me acerque a ella, en un momento estuvimos frente a frente, su mirada era fría, incluso más de lo que había sido cuando aún seguía con vida, sentí un calosfrío recorrer mi espalda pero me mantuve firme frente a ella, Kikyo detallo cada centímetro de mi cuerpo y luego habló, su voz sonaba aunque vacía, llena de ira y rencor:

-InuYasha... ¿Qué haces aquí?

No pude hablar, su mirada me inquietaba, cuando la veía casi podía ver a la hermosa Miko que una vez ame hace ya tanto tiempo, pero el olor que despedía su cuerpo no era el suyo, en vida Kikyo siempre tuvo un olor dulce que me encantaba, pero ese olor ya no estaba, la luz que hubo alguna vez en sus ojos ya no estaba, Kikyo estaba frente a mí...pero en realidad esta no era ella, una punzada de dolor invadió mi pecho, Kikyo habló exasperada:

-¿Qué haces aquí InuYasha? ¿No deberías estar con esa muchachita?...La Miko que está tratando de ocupar mi lugar-una risa cargada de despreció escapo de los labios de Kikyo.

Kagome...la primera vez que la vi en realidad creí que se trataba de Kikyo, pero con cada minuto que pasaba a su lado me di cuenta que son completamente diferentes, Kagome...ella siempre está a mi lado, jamás me ha rechazado por ser un Hanyou, jamás me ha tenido miedo...o despreció, ella me mira con sus hermosos ojos y sonríe, Kagome siempre sonríe, su hermosa sonrisa...su sonrisa siempre hace que me sienta feliz...incluso en los peores momentos, Kagome siempre me apoya, siempre me defiende, jamás me ha dejado solo incluso poniendo su vida en peligro por ayudarme, sus delicadas manos han curado mi cuerpo herido incontables veces, Kagome ha llorado por mi culpa más de las veces que puedo recordar ahora-un sentimiento cálido lleno mi corazón-Kagome...ella me mira con sus preciosos ojos marrón cargados de...amor...¿Kagome? ¿Ella...ella me ama?-el sentimiento cálido en mi pecho fue creciendo cada vez más, en ese momento lo entendí-¡Amo a Kagome!, todo este tiempo cegado por la promesa que hice a Kikyo de acompañarla hasta el infierno no me permitió ver a la mujer tan maravillosa que siempre ha estado junto a mí, mi vida cambio desde el momento en que la vi por primera vez, allí, en el Goshinboku, de pie frente a mí, en sus ojos jamás hubo ni la más mínima sombra de miedo, sólo había curiosidad, esa magnífica curiosidad que en tantas ocasiones la ha puesto en peligro-una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios-esa curiosidad que poco a poco se convirtió en algo más...en amor-Kikyo interrumpió mis pensamientos con su voz gélida:

-InuYasha...no recuerdo haberte visto sonreír así jamás... ¿En serio es por esa muchachita ridícula?

Me enfureció que Kikyo hablase así de Kagome, hablé, mi voz sonó incluso más fría de lo que esperaba:

-No te atrevas a hablar así de Kagome...

Una sonrisa maliciosa se dibujó en los labios de Kikyo, luego hablo, su voz cargada de arrogancia y desprecio:

-InuYasha, El Amor que Venció las Barreras del Tiempo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora