-Despierta Lexie, ya llegamos-me despierto con Jake sacudiéndome el hombro
-Mmm, ¿Qué está pasando?
-Llegamos al lugar, ¿Estas despierta?
-Mmm
-¡Lexie!
-Estoy despierta mierda-dije ya despierta del todo
Cuando miro a mí alrededor mi corazón da un vuelco. No estamos en el ómnibus, si no que estamos en una especie de bosque. Hay árboles a mí alrededor y un pequeño lago a la izquierda, el pasto tiene pequeñas flores de colores y el sol se está poniendo por lo que todo está de un tono naranja. Parece irreal casi como un sueño.
-Es hermoso-digo, planeaba insultar a Jake y preguntarle donde estábamos y como me había traído pero estaba atónita.
-Lo sé, solía venir aquí con mi padre cuando era pequeño
Miro a Jake y me doy cuenta que la luz naranja del sol le da en la cara y lo hace parecer más… ¿vulnerable? El sol se refleja en su pelo haciéndolo más brillante y también en sus ojos, dándoles un brillo especial.
Me acuesto en el pasto ya que es suave como un colchón, Jake se acuesta a mi lado. Pasan los minutos y el sol se esconde y se hace de noche. Estamos en silencio pero no es un silencio incomodo es placentero. Cuando finalmente miro mi celular casi me da un infarto.
-¡Son las diez de la noche!-dije con pánico en la voz, ya que además tenía quince llamadas perdidas de mi madre. Estaba muerta.
-¿Y qué?
-Mis padres me van a matar. Tengo que ir corriendo a mi casa. Ay no mi madre me van a asesinar y mañana hay examen de historia y no estudie. Si me tomo un ómnibus ahora capaz que llego a casa a las diez y media y les digo que estuve con Paul estudiando.-me doy cuenta que Jake no me está escuchando y le doy una patada en las costillas
-Auch, eso dolió-dijo Jake con una cara dolorida
-Entonces escúchame. ¿Dónde estamos?
-A dos horas del instituto en ómnibus y a cinco a pie del instituto así que dudo que llegues a las diez y media a tu casa
Se me cayó el alma a los pies.
-Yo no puedo ir a mi casa a esa hora. Capaz que es mejor no ir. Si eso voy a hacer voy a ir la casa de Paul, no sería la primera vez que me quedo a dormir y no aviso-ya me había puesto a crear un plan en mi mente cuando siento la mano de Jake agarrándome el tobillo
-¿Qué pasa?
-No te vayas, por favor. Si igual no vas a ir a tu casa quédate aquí. ¿Cuál es la diferencia?
No sé si fue por el tono con el que lo dijo o la mirada en sus ojos pero no pude decir, simplemente no pude.
-Bueno me quedo
Jake hizo una sonrisa de oreja a oreja y yo no pude no devolvérsela.
-Pero no nos vamos a quedar aquí toda la noche, ¿O sí? Más tarde no vamos a congelar-dije algo preocupada
-No claro que no, vamos a mi casa
Puse mis ojos como platos. Que idiota que era. Que se me pasaba por la mente cuando dije que sí. Estaba claro que íbamos a ir a su casa. ¿Que tenía que hacer? ¿Y si el trataba algo? ¿Y si me pasaba lo mismo que ahora y no decía no? Nunca me había quedado a dormir en la casa de un chico, excepto en la de Paul, pero él no contaba.
-Tranquila, es solo como amigos. Lo juro. Nunca voy a hacer nada que no quieras-dijo viendo la expresión en mi rostro.
-Bueno. ¿Vamos yendo?-digo ya más calmada