I DIDN'T KILL HIM

2.

Recostada y aburrida en mi cuarto, esperando a que llegaran por mi y salir, sinceramente ya estaba aburrida en casa, no había nada que hacer, los deberes ya estaban hechos, así que me arregle y espere a que el llegase. Yo vivía con mi tía Tania y ,i Tío Rich. Mi tía era hermana de mi mamá mis padres habían muerto en un accidente según es lo que ella me contó. Vivo con ella desde que tenía 4 años de edad. No tenía mucha familia pues mi tía decía que al morir mis padres las familias se distanciaron y jamás se volvieron a ver.

Revisaba una libreta vieja que encontré en el sótano de la casa cuando escuche una voz familiar.

-¡Mía!- Era mi tía, debió gritarme desde el piso de abajo para avisarme que había llegado. No sabía que hacer, sabía quien era y no quería bajar tan desarreglada. Tomé el atomizador y rocié un poco de agua en mi muy esponjado cabello, intente cepillarlo, antes de salir por la puerta me vi por última vez para ver como iba, mis jeans ajustados y la blusa rosa que mi tío Rich me había comprado de cumpleaños, sin duda uno de mis conjuntos favoritos, bajé las escaleras con pasos ligeramente sordos, no quería llamar la atención. Justo al cuarto escalón, lo vi, estaba parado de espaldas, El era totalmente perfecto para mi, alto, cabello desordenado, vestía un pantalón negro y el suéter negro que le regalo su papá. Lo admiraba conforme bajaba cada último de los 4 escalones hasta que llegue a estar detrás de el.

Justo cuando se percato de mi apariencia volteo, y vi su rostro por milésima vez, ojos café oscuro, mirada de una persona segura de si misma, moreno, sonrisa de comercial de pasta de dientes, con su hoyuelo de la mejilla derecha. Intente desviar mi mirada antes de que se diera cuenta de que me estaba poniendo roja.

-¡Hola!- Saludo acercándose a mi para darme un beso en la mejilla. Respondí el saludo de igual manera. Me despedí de mi tía diciéndole que solo íbamos a caminar y que regresaríamos temprano.

Me adelante para salir primero por la puerta principal, el me siguió hasta que se oyó el sonido de la puerta cerrar volteé y me detuve para esperarlo a que llegara a mi y continuar el camino.

-Así que, ¿A donde iremos?- Pregunte dándole un pequeño golpe en el hombro.

-Que tal si me acompañas por unas cosas. Y tal vez después venga a cenar a tu casa.- Propuso y yo acepte. Mientras caminábamos charlamos sobre como nos había ido durante el transcurso del día, la verdad ni siquiera me percate de la ruta que tomamos, yo solo lo seguía y tampoco prestaba atención a lo que me contaba solo escuchaba la palabra "hermana" una y otra vez. Lo único que pasaba por mi mente era el. Caminamos durante varios minutos y por fin llegamos a un lugar que no conocía.

-Aquí es.- Dijo abriendo la puerta para permitirme la entrada.- Aguarda aquí, no tardare.- Se alejo y cruzo por la puerta que estaba en el otro extremo de la habitación. El lugar no tenía mucha iluminación, al parecer era como un taller mecánico abandonado, tenía una ventana que por suerte dejaba entrar algunos escasos rayos de luz, y vi que había un par de llantas en una de las esquinas del lugar, Pensé tras 7 minutos aproximadamente que llevaba esperándolo. Me tomé ese tiempo para darme cuenta que el lugar era horrible la pintura era azul marino de aceite y poco después me comenzó a llegar un olor totalmente desagradable que iba a hacer que mis fosas nasales explotaran. Escuché unos pasos y por el sonido parecían ser de unas botas pero solo había dos puertas en la habitación una estaba detrás de mi que fue por donde entramos, y la otra era por la que entro el, Entonces ¿De donde venían esos pasos?, El olor cada vez se volvía peor. si no salía de ahí en menos de un minuto estaba segura de que moriría asfixiada por ese olor. Escuché la puerta abrirse e inmediatamente que vi que era el, abrí la puerta de la entrada y salí corriendo.