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Mi mente no me dejaba en paz, no podía sacar esa voz de mi cabeza diciéndome "¡MÍA! ¡MÍA! ¡NO!", la voz de el. Mis piernas se sentían mojadas, creo que estaba acostada, el suelo era frío y duro, tenia los ojos tapados con una especie de venda, mis manos estaban atadas con una áspera soga. Era imposible saber donde estaba. A lo lejos se oía un sonido que al parecer prevenía del otro lado de una pared, era una canción que yo conocía, por un tiempo había sido mi canción preferida. "Love me do -The Beatles" al parecer yo era la única en ese lugar no sentía la presencia de alguien más.

Un escalofrío recorría mi cuerpo, la música cada vez se oía más cerca. Alcancé a escuchar unos pasos, y una imagen vino a mi memoria, eran los mismos pasos que oí en aquel cuarto, cuando fuimos a recoger algo de el, esos pasos con botas de hielo, ese crujido de la suela al tocar el piso. Esos pasos que el no escuchó. Los pasos se detuvieron casi al llegar a mi, sentí como la persona productora de esos pasos se sentaba casi junto a lado mío. Percibí un crujido de una hoja de papel romperse a propósito y el ligero sonido de una pluma deslizándose sobre ella al parecer esa persona estaba escribiendo algo quizás para mi. Me percate que esa persona se arrastro hacía mi y comenzó a desatar mis manos. Estaban frías como las de aquella noche.

-Shhh... Saldrás con vida solo si haces cada cosa que te diga.- Su voz estaba disfrazada con un distorsionador de voz así que ahora no sabía si era hombre o mujer.- ¿Entendiste el juego?

-¿Que clase de juego? ¿Quien eres? ¿Qué haz hecho?- Y muchas preguntas más vinieron a mi mente pero fueron imposibles decirlas en ese momento.

-Una respuesta para cada pregunta, uno: si haces lo que te diga te va a gustar este juego, dos: no te puedo decir quién soy, eso esta contra las reglas y tres: hasta ahorita solo traerte aquí y lo demás lo descubrirás tu sola.

¿Cómo? ¿Descubrirlo sola? ¿A que se refería?

Mis manos fueron liberadas, por fin podía sentir la sangre circulando en mis muñecas. Lo primero que hice fue llevarlas a la parte trasera de mi cabeza y desatar el nudo de la venda que tenía puesta en los ojos, el nudo era grueso pero logré desamarrarlo. Quité la venda de mis ojos e inmediatamente pude abrir mis ojos, me costo abrirlos, sentía como si estuviesen pegados con pegamento pero finalmente los abrí.

Todo estaba oscuro como la noche, no alcanzaba a ver nada así que moví mis manos por el suelo, una de cada lado, el piso era tierroso, mini piedras se clavaban en las palmas de mis manos. Mi mano derecha alcanzo u n trozo de papel, era el trozo de hoja que la persona había cortado y con la mano izquierda mis dedos tocaron un pedazo de metal cilíndrico, tenía un botón. Era una lámpara.

Alumbre el pedazo de papel y tenía palabras escritas con pluma azul, la letra era extraña:

"Lávate las manos y ve a casa, no digas nada a nadie, te estaré vigilando".

Sostuve la lámpara prendida con mis labios y alumbre mis manos, estaban mojadas, poco a poco mis ojos comenzaron a ver un color rojo, viscoso. Era sangre

Sangre, mis manos tienen sangre.


I DIDN'T KILL HIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora