Lost Boy.

Capitulo 4.

Todo era hermoso, era como en los cuentos que me leían de chica, aun no puedo creer que esto sea real ¿Lo es? ¿Es real? Peter me dijo unas palabras que me hicieron sentir como en casa, como si todo esto en verdad estuviera sucediendo, me hizo sentir tranquila y en calma con una sola palabra.

Volando todo se sentía tan bien y tan liviano, quería quedarme así, Peter me suelta la mano y me deja volar un momento sola, cierro los ojos y dejo que la brisa golpee mi cara.

-Ven, te llevare a tierra firme- no quiero irme dije en mi pensamientos con la intención de que Peter los leyera y me dejara seguir volando, pero al parecer no llego el mensaje y decidí bajar junto con él.

-Como sabrás ahora vivo solo, bueno vivo con campanita, pero últimamente ella ha estado distante y entonces estoy solo.-

-Después de besarte con Wendy hasta yo entendería a Campanita- dije con una risa de lado

-No te pongas celosa, que ya llegara tu momento- y voltea a mí con una sonrisa coqueta

-Según yo los personajes de cuentos de hadas no pueden ligar con personajes externos- Lo miro directamente a los ojos, desafiándolo a responderme

-También dicen que los personajes en los cuentos para niños no pueden ser sexys, y mírame me tienen que censurar a cada momento, y si no me crees puedes probarlo en cualquier momento- dice acercándose a mí - Si en algún momento tienes problema en pensar cosas felices solo dime y yo me encargo- dice aún más cerca de mí y al finalizar la oración y muerde ligeramente los labios, está muy cerca y me pongo roja. Lo veo unos segundos los labios antes de contestar.

-Mucha imaginación y perversión para un niño que nunca creció-

-Hey, ¿Qué tiene de malo querer ser joven y apuesto por siempre? Aparte tengo tu edad, escape de casa cuando mi padre estaba decidiendo que sería de grande, pero eso tú ya lo sabes. Tu sabes todo sobre mi, sin embargo; hay muy poco que se de ti- Dice mientras camina por un sendero y me indica con la cabeza que lo siga

-Ya te he contado mi historia, sabes quién soy- voltea de repente con una cara que no puedo descifrar, es un gesto serio y curioso

-Me refiero a quien eres en verdad, me has contado tus tragedias, pero de esos todos tienen, yo quiero saber sobre ti, que te gustaba hacer, tu color favorito, cosas triviales para chicos de nuestra edad.-

-Ahora si eres un joven pero hace unos segundos te comportabas como un adulto con calentura-

-¿Que te puedo decir? Es un don, aparte los jóvenes también se comportan así no es necesario ser un adulto para eso, entonces... cuéntame sobre ti-

-Mi color favorito es el negro, de pequeña me gustaba jugar en el parque por mucho tiempo, me gustaba dibujar y recolectar las hojas del libro de mamá, solía divertirme tanto, extraño eso, extraño a mamá y a papá, extraño mi vida.-Las lágrimas quieren salir

-Hey hey tranquila, todo está bien, yo estoy aquí y nadie te hará daño, conmigo tienes todo lo que necesitas, no llores- me limpia las lágrimas y de entrega un gentil beso en la frente, uno de esos besos que te hacen sentir segura desde el momento en que los labios están rosando la piel de la frente. No quiero soltarlo, porque aunque no sé si esto es real o solo estoy durmiendo, ese beso se sintió tan real, tan sincero, quiero tenerlo para mí siempre, lo necesito. Me percato de que él podía leer los pensamientos en el orfanato, pero en el cielo no, ¿será que abra fingido no escucharlo? ¿Y si escucho lo que acabo de decir? Levanto la mirada lentamente hasta toparme con sus hermosos ojos

-Peter... tengo una pregunta que hacerte- me hace un gesto con la cabeza como indicando que prosiga hablando -En el orfanato me percate que podías leer mis pensamientos, ¿Has leído los pensamientos que recién tuve?- digo algo tímida, pero con curiosidad

Se queda serio, analiza la situación explica que solo fuera de neverland puede leer los pensamientos y después hace una pausa y ríe muy fuerte, primera vez que ríe tan fuerte que le puedo ver los blancos dientes que tiene

-¿Tienes miedo que sepa sobre tus pervertidas fantasías conmigo? ¿Es eso?- me volteo para que no vea lo roja que me estoy muriendo de la vergüenza

-Es...tas loco- intento ocultar el nerviosismo en mi voz pero fracasó rotundamente.

-Yo creo que sería más divertido si lo pudiera leer, ¿No crees? Así sabría exactamente qué es lo que quieres que te haga- se acerca a mi oído -Que es lo que te gusta que los hombres hagan contigo, pero debo admitir que no pensé que fueras así- inmediatamente recordé a todos los hombres del orfanato, recordé a cada hombre que paso por mi bragas sin mi consentimiento, me sentí tan vulnerable y tan sucia

-Aléjate- pedí en voz baja, Peter iba a decir algo mas pero no podía con el sentimiento que me consumía -¡Fuera de aquí!- finalmente explote, sé que él no tenía la culpa de mi trauma, pero es algo que no puedo evitar, ya no lo podía soportar, mi tiro al piso haciéndome bolita y veo mis manos donde aún se ven marcas de manos, las manos de aquellos hombres que me sujetaban y destruían cada noche. Peter se queda inmóvil y no dice ninguna palabra pos varios segundos, ni siquiera realiza un pequeño sonido, hay silencio absoluto.

-Lo... Lo siento- no digo nada - Solo era una broma, no te lo tomes así, realmente no creo que seas así, aunque si lo ves así, ¿No crees que es un poco exagerado llorar por eso? Solo era un chiste, no es tan grave, ya párate, sorry, ¿estamos bien?- Ahora no solo tengo tristeza, tengo rabia, tengo ganas de golpearlo y de gritarle en su cara todo lo que se merece y he tenido guardado por todo este tiempo. Y es lo que hare, descargare todo mi coraje con él, no tanto porque se lo merezca, si no que ya no puedo más

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