Capítulo 6

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Aunque fuera una falsa esperanza tenía que intentarlo, era todo o nada y no podía irme sin siquiera intentarlo

-¡PETER! ¡YO CREO EN TI! Siempre lo he hecho- los muchachos junto a mí se detuvieron por un momento mirándose entre ellos sin saber el porqué de mis palabras –Siempre espere por ti, realmente creo en ti- Una lagrima recorría mi mejilla. Peter volteo pero él no me miraba ni miraba a aquellos muchachos, simplemente se quedó mirando más allá de nosotros, perdido en sus pensamientos. Los tres muchachos al no escuchar un cambio de planes por parte de Peter continuaron con lo que estaban haciendo, me levantaron del suelo en el que estaba y amarraron mi cuerpo contra un árbol, cubrieron mis ojos con un pedazo de tela que se habían sacado de sus ropas. Podía sentir unas gotas de sudor derramándose sobre mi frente. Una gota, dos gotas. No podía ver nada de lo que ocurría a mi alrededor, pero podía descifrarlo con prestar atención a los ruidos, se escuchaba como pisaban las ramas que se encontraban en el piso, con la fuerza en que se escuchaban las pisadas pude descifrar que uno de ellos se había puesto a unos metros de mí, el segundo y tercero se encontraban a la misma distancia de mi o al menos eso parecía, ellos no hablaban al igual que Peter y solo podía esperar lo peor. De pronto se escuchó un ruido en seco como si algo hubiera caído sobre la tierra del bosque fue entonces cuando al fin uno de los muchachos habló.

-¡Ten más cuidado con el arco! Si se rompe tendremos que ir hasta el puente por otro- En ese momento entendí que es lo que planeaban hacer conmigo, planeaban lanzarme una flecha. El lugar se encontraba en total silencio, era tan silenciosos que se podía escuchar como colocaban la flecha en el arco, como la cuerda del arco se estiraba conforma el la movía, cuando sentí que iban a soltar la flecha mi instinto gritó

-¡Peter!- aunque tenía la venda cerré los ojos y espere el momento en que la pieza de hierro cruzara por mi cuerpo y así fue, pero la flecha no dio en el corazón como pensaba o en la frente como se ve en películas, la flecha simplemente rozo mi mejilla y aun que sentí como cortaba mi piel no fue demasiado doloroso. Fallaron. ¿Lo intentaran de nuevo? Mientras pensaba preocupada que es lo que había ocurrido la venda que cubría mis ojos cayó al suelo como una simple y liviana pluma.

Cuando la tela cayó al suelo lo primero que pude ver fueron unos intensos ojos color azul, tan azul como el mismísimo océano. ¿Él me había salvado? ¿Lo convencí con mis palabras? No se movía y solo se me quedaba viendo, me miraba tan fijamente que me empezaba a incomodar

-Peter, ¿Qué pasa?- dijo aquel chico rubio

-Váyanse, la prueba ha terminado- dijo Peter sin voltearlos a ver

-¿Hemos pasado?- Dijo el más joven de ellos

-No, la próxima vez que les diga que se deshagan de alguien háganlo rápidamente y sin tropiezos, pero ha sido un buen intento. Váyanse- termino de hablar y aquellos chicos aún confundidos salieron del lugar.

Acto seguido me desato del árbol pero en ningún momento dejo de mirarme

-No creas que te he salvado, simplemente creo que aun puedes ser útil- dijo intentando desviar los ojos

-Gracias Peter- lo dije tratado de conectar nuestros ojos y le regale la sonrisa más sincera que tenia

-No me sonrías así, no hace falta ser tan falsa- agache la mirada un poco apenada y en eso pude ver su mano de la cual salía sangre

-¡Peter! ¿Pero qué te ha pasado? Estas sangrando- tome su mano entre las mías, pero en un rápido movimiento en la aparto

-¿Creías que la flecha se desvió con magia? No importa, yo sé cómo cuidarme- dio media vuelta y comenzó a caminar en dirección contraria de donde yo me encontraba. Corrí hacia él y volví a tomar su mano, pero su reacción fue algo que no me espere, hizo un brusco movimiento con la intención de soltarse de mi amarre, pero fue tan brusco que provoco que yo cayera al piso y golpeara mi brazo contra una piedra.

-¡Auch!- gemí de dolor por el golpe. Peter volteo rápidamente a ver qué había ocurrido y cuando me vio en el piso su cara de enojo cambio a preocupado

-¿Estas bien? No era mi intención tirarte- intento acercase a mí pero no sabía como

-Supongo que me lo merezco por mentirte, está bien, solo dejara un moretón-

-En verdad lo lamento, déjame revisar tu brazo- se lo mostré sin poder fuerza, toco el área lastimada a lo que solté un pequeño grito de dolor –No está bien ¿Por qué finges como si no fuera así? Te pondré algo en tu golpe y en la herida de tu mejilla, vamos toma mi mano- tome su mano y empezamos flotar lentamente, llegamos a la orilla de la isla donde se mezclaba con el mar

-Esta agua tiene propiedades mágicas, puede sanar cualquier herida siempre y cuando no sea muy tarde, pero creo que funcionara esta vez- tomó mi brazo con una de sus manos sin pedir mi autorización y con la mano sobrante tomo un poco de agua del mar.

Vertió un poco de ella sobre mi piel, y vi como el agua hacia su magia, como aun no tenía tiempo que había pasado aun mi brazo no tenía un moretón, pero pude sentir por dentro que el agua estaba sirviendo, después de colocar en mi brazo puso un poco en la mejilla donde se encontraba el corte que me hicieron con la flecha.

Pude ver la sonrisa de meter expandiéndose conforme rociaba el agua.

-Listo, esta tan fea como antes, quizás debo dejarte la cicatriz- sonrió y me dio un pequeño guiño antes de voltear a ver el cielo acostado sobre la arena

-Peter ¿Te puedo hacer una pregunta?-

-Ya la estás haciendo ¿no?- es cierto- Solo bromeo, dime cuál es tu intriga

-¿Por qué es tan importante que yo crea en ti?- Peter solo soltó un suspiro y continúo viendo al cielo

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