Sólo Para Ti.

Amor a primera vista. (?)

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Me encontraba caminando hacia un bar donde me encontraría con mis amigos.

Me entere que en ese bar podía sentarme en el escenario y cantar, así que opté por cargar conmigo mi guitarra que mi padre me regaló en mi cumpleaños número 19, es el único recuerdo que me quedaba de el. Por lo que le tenía demasiado cariño.

El bar quedaba a unas cuadras de mi casa, por lo que mis amigos siendo tan lindos decidieron que nos veríamos ahí.

Seguí caminando hasta que me encontré en la entrada del lugar, mis amigos me esperaban ahí.

- Sebas - Grito Alisson; mi mejor amiga.

- Que pasa enana - Nos dimos un corto abrazo y un beso en la mejilla en forma de saludo.

- Que bien que pudiste venir, Sebas - Dijo Alonso, hermano de Alisson.

- No lo hubiera hecho de no ser que escuche que aquí puedo cantar - Me burle riendo junto con los demás chicos.

- Que gracioso, abandonas a tu mejor amigo, culero - Dramátizo Luis. Limpiando una lágrima imaginaria de su mejilla.

Volvimos a reír.

- ¿Qué les parece si entramos? Bueno, yo digo, estamos muy risueños aquí afuera - Se burló esta vez Alisson

- Tonta - Luis dio un suave golpe en la cabeza de la chica de cabello rubio.

- Bueno, entremos de una vez - Dijo Alonso, riendo.

Los cadeneros del lugar nos pidieron nuestras identificaciones, había mucha gente en la entrada.

Entramos rápido gracias a Luis, conoce al gerente quien mejor dicho es su tío.

Toda la gente quejándose por llevar horas esperando y no lograr entrar. Y al vernos entrar a nosotros se puso peor.

Entramos, yo observaba cada detalle de el bar, decoración vintage, el escenario, las bancas con un arreglo floral de girasoles y rosas blancas frescas. Me encantó tanto que seria capaz de llevarme uno.

Nos sentamos en una mesa, seguimos platicando, riéndonos de cualquier cosa.

Una mesera se acercó.

- Linda tarde, ¿que les sirvió? - Pregunto con una sonrisa.

- Yo quiero un martini - Dijo Alonso. Sonriendo.

- Yo una cerveza - Dijo Alisson. Sonriendo de la misma manera.

- Yo también - Dijo Luis y la quedó mirando; tal vez le pida su número o al revés, la chica se quedó mirando de la misma manera a Luis.

- Yo quiero un martini de manzana - Sonrei, la chica me lo devolvió y se fue por las bebidas. - Wey, ¿sabes como puedo subir yo a cantar? - Le pregunte a Luis.

- Si, sólo vas aquí derecho con el wey ese que tiene cara de pendejo, que está recargado en una cosa como un escritorio chiquito y ahí le dices "Quiero cantar" y ya te anota en la lista. - Me reí por como se refería al chico, me levanté y caminé donde y con quien me indico.

- Hola, Emm... Me gustaría cantar, ¿puedo? - Le hable y el me miró.

- Claro, ¿cual es tu nombre? - Se quitó el bolígrafo de la oreja y lo recargo en una libreta de notas. - Dime - Me sonrió.

- Sebastian Alarcón - Le dije y el anoto rápidamente. Me miró y me sonrió.

- Eres el siguiente, amigo - Me sonrió, se levantó y tomó su micrófono.