Capítulo 31

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11/julio....

6:00am...

Melissa despertó como a las 5:30am, se bañó, se lavó la boca y se vistió. Bajó a la cocina y se preparó un sandwich. Melissa ¿Que haces despierta a esta hora?-preguntó Karla entrando a la cocina. Hoy voy a salir con David.-respondió Melissa. Mensaje de David: Ya estoy aquí hermosa. No quiero que vayas.-dijo Karla. Lo siento mamá, ya vinieron por mi ¡Te veré después!-dijo Melissa dándole un beso en la frente. ¡Melissa Imperia!-gritó Karla. Melissa salió corriendo...¡Vamonos rápido!-dijo Melissa montándose en la guagua. Como usted ordene.-dijo David marchándose.

8:00am...

¿Ya llegamos?-preguntó Melissa. ¡Todavía!-dijo David. ¿Cuanto falta? Llevamos un chorro.-dijo Melissa. ¡Mentira! ¡Ya llegamos!-dijo David parqueando la guagua en la cera. ¿Que hacemos aqui?-preguntó Melissa. Querías conocer algo de mi, pues esta es la casa en la que vivía antes de morir.-respondió David. ¿Morir?-preguntó Melissa asustada. ¡Emm! ¡Jajaja! Me refiero a después del accidente.-respondió David tomando su mano. Esto es toda una mansión ¿Nadie la vive?-preguntó Melissa siguiendolo. Sí, pero creo que no hay nadie.-dijo David llegando a la parte atrás de la casa. Entraremos a una casa que le pertenece a otras personas.-dijo Melissa nerviosa. ¿Quieres conocer el lugar donde vivía?-preguntó David haciéndose un puente con las manos. Debo estar loca pero, allá vamos.-dijo Melissa apoyándose y saltando. David saltó, tomó a Melissa de la mano y caminó hasta un sótano. Esto se ve tenebroso.-dijo Melissa deteniéndose. ¿Confías en mi?-preguntó David extendiendo su mano. Un 90%-respondió Melissa tomando su mano. Estoy empezando a odiar los por cientos.-dijo David caminando. Entraron, caminaron hasta el fondo y salieron a una oficina. ¿Y este lugar?-preguntó Melissa. Es una oficina de trabajo, vamos al segundo piso.-respondió David. Salieron de la oficina, subieron las escaleras y entraron a la primera habitación. Los sillones estaban cubierto por sábanas blancas, habían fotos en la mesa de noche, la cama estaba sin sabanas. ¿Y esta habitación?-preguntó Melissa. Esta era mi habitación.-respondió David. ¿Quienes son estas personas?-preguntó Melissa tomando una de las fotos. Ellas son Selene y Salem, él es Caleb y él es Kelem.-respondió David. ¿Y ese hombre?-preguntó Melissa. Ese...soy.. ¡Yo!-dijo David. ¿Tú? Pero ese hombre se ve un poco mayor y sólo tiene un pequeño parecido.-dijo Melissa confundida. Recuerda que querías saber todo de mi.-dijo David. ¡Sí! Pero esto no tiene sentido ¿Como vienes y me dices que eres tú?-dijo Melissa. Yo soy un ángel.-dijo David. ¡No! Esto no puede ser cierto.-dijo Melissa asustada. Así es Melissa, no te miento, jamás me he sentido tan sincero como ahora.-dijo David tomando sus manos. ¡A ver si entiendo! Tú falleciste, reencarnaste y ahora estás aquí frente a mí.-dijo Melissa. Si me dejas te puedo explicar con calma.-dijo David. De verdad explicame por que no entiendo nada.-dijo Melissa. Yo era un abogado criminalista, el 22 de noviembre del año pasado me pidieron que liderará un caso de un narcotraficante peligroso, cuando él se enteró, mando uno de sus hombres para amenazarme de muerte. Me dijo que si para enero de este año no desistía del caso, era hombre muerto. Yo era un hombre que no le temía a la muerte pues desde que mamá murió mi pensar sobre la vida cambió totalmente. En fin, no accedí a su petición y el 2 de enero cumplió su amenaza. Cuando iba saliendo con Selene de esta casa, nos impacto un auto. Su cuerpo salió expulsado y yo quede inconsciente. Cuando desperté, estaba en un cuarto oscuro con el tipo y su secuaz. Quienes me dijeron que Selene había muerto.-dijo David. ¿Y que pasó?-preguntó Melissa. Él me golpeó en el rostro, le dijo a su secuaz que me apuñalara muchas veces, luego me desamarró y arrodilló en el suelo y luego dio la estocada final con un AK 47.-respondió David llorando. ¿Y luego que pasó?-preguntó Melissa secando sus lágrimas. Desperté en un lugar parecido al cielo, junto a un ángel llamado Ángel. Quien me dijo que Selene cayó en coma y murió una semana después. Y quede condenado al infierno pero él cedió por mi, me asignaron una misión y cuando desperté, tenía este cuerpo. Que se supone que sea mí Yo de hace unos años.-dijo David. ¿Cómo te llamabas antes? ¿Cuantos años tenías?-preguntó Melissa. ¡Hades Steele! Después me cambiaron el apellido cuando mamá murió, me pusieron D'Alembert por mis padres adoptivos. Y tenia 28 años cuando me asesinaron.-respondió David. ¿Cúal era tu misión?-preguntó Melissa. Mi misión era ganarme tu amistad pero sin enamorarte.-respondió David. Entonces, yo soy como un juego.-dijo Melissa molesta. ¡No mi amor! Yo estoy enamorado de ti, pero mi ángel no lo sabe.-dijo David. ¡Mmm!-dijo Melissa. No me crees verdad.-dijo David. Es que como pretendes traerme aquí y decirme que tenías una vida, luego moriste y te convertiste en otra persona con una misión de ser mi amigo ¿Dime David? Hazme entender.-dijo Melissa. ¡Me enamoré! Jamás había sentido esto, ni siquiera por Selene. Y tenía que decirte la verdad, para que me amarás a mí, no a David. Y quería que supieras las cosas antes de partir de tu vida.-dijo David. ¿Partir? ¿A dónde?-preguntó Melissa. Sí, cuando logre completamente tu amistad me iré al cielo y mi ángel guardián será el tuyo.-dijo David. Pero, como éramos  amigos y ahora novios y no te has ido.-dijo Melissa. Porque mi ángel guardián no sabe que estoy enamorado de ti, piensa que tú todavía me odias. La razón por la cual no quiero que lo sepa todavía, es por que no quiero perderte.-dijo David. Estoy en shock.-dijo Melissa llorosa. ¡Cortame!-dijo David sacando una cuchilla de la gaveta. ¡Estás loco David!-dijo Melissa. ¡Hazlo! Es la única manera en que puedo demostrarte que es verdad lo que te digo. Como cuando pelee con Steven y me cortó con la navaja, mira si tengo marca.-dijo David quitándose la camisa. No tienes ninguna marca.-dijo Melissa. Y cuando te levante en mis brazos que fue lo que viste ¡Dime Melissa!-dijo David. Un...un...un ángel.-dijo Melissa llorando en su pecho. Y aún viendo todo eso ¿No me crees?-preguntó David secando sus lágrimas. ¡Sí! Es sólo el simple hecho de que te irás y me dejarás sola como lo hizo mi padre.-dijo Melissa. Y tú piensas que con lo acosador que siempre he sido contigo, te dejaré sola ¡Tonta!-dijo David. ¡No! Jejeje.-dijo Melissa. No sabes lo mucho que fastidiare para poder venir a darte las buenas noches o para darte los buenos días.-dijo David. Gracias por ser tan sincero conmigo.-dijo Melissa besandolo. Sus lenguas se entrelazaron apasionadamente. Quiero entregarme a ti.-dijo Melissa con voz entrecortada. No sabes cuanto lo deseo.-dijo David mordiendo sus labios. Melissa acarició su pecho, él le quitó el traje dejándola en ropa interior. Melissa besó su cuello, mientras que él se deshacía de su brazzier y comenzaba a chuparle los senos. David se quitó el pantalón y comenzó a besar la barriga de Melissa. Él la recostó en la cama, se quitó el bóxer. Se acostó sobre ella, besandola apasionadamente. Le quitó el panty, comenzó a lamerle su intimidad y Melissa soltó un suave gemido. Después beso todo su cuerpo hasta llegar a su cuello, Melissa entrelazaba sus dedos en el cabello de David. Te voy a cuidar mi blanquita perla.-dijo David al oido. Sacó un condón y se lo puso y con delicadeza la penetró. ¡Aaah!-gimió Melissa arqueando su espalda. La vista de Melissa se nubló, su cuerpo comenzó a temblar, clavó sus uñas en la espalda de David. Él apretó sus muslos, la pego más a el, penetrandola con ritmo. ¡Te amo Melissa!-dijo David con voz entrecortada. ¡Mmm! ¡Aahh! Yo también te amo David.-dijo Melissa moviéndose un poco más rápido. Apretó sus labios intentando no gemir, sin éxito ninguno. ¡David! Hazme tuya.-dijo Melissa con voz entrecortada. David besó su cuello, mientras seguía el vaiven. Después de un rato penetrandola, los temblores del orgasmo no se hicieron esperar. Melissa mordió el hombro de David para no gritar fuerte. Al terminar, David se acostó a su lado. Te amo Hades.-dijo Melissa recostandose en su pecho. Te amo Melissa.-dijo David. ¿Que pasará después de hoy?-preguntó Melissa. Seguiré mintiendole al ángel para que me deje un rato más a tu lado y después intentaré convencerlo para que me deje un tiempo hasta que te puedas reunir conmigo en el cielo.-respondió David. Hablas que te deje hasta que envejezcamos y fallezcamos juntos.-dijo Melissa. ¡Algo parecido!-dijo David. Él se quedó dormido, y Melissa se quedó observándolo.

Tu Ángel Guardián Donde viven las historias. Descúbrelo ahora