Empecé a correr en aquella dirección, y, veía cómo las personas salían corriendo; heridos, llorando, gritando. Con la desesperación en sus caras, al ver esta escena, sentía la necesidad de que tenía que ir lo más rápido que pudiera. Al llegar al epicentro de la explosión fue impresionante y desgarrador; yo tenía nervios de acero y el estómago fuerte. Pero la impresión del escenario podía conmigo. Más que todo por mi conciencia; que me entumeció el corazón.
Alrededor de la explosión, todo había quedado calcinado; Las personas habían quedado petrificadas: niños, niñas, jóvenes, adultos, hombres y mujeres. Todos los coches estaban cubiertos de cenizas. Unos estaban derechos, otros volcados y otros destruidos. Personas medio calcinadas, partes de cuerpos por todos lados. gritos, llantos, desesperación, tristeza. Todos esos sentimientos se podían sentir en el aire.
No me podía mover, mis piernas no respondían como mi estado mental.
-¡Ayuda!
Escuché un grito; me despertó de mi conmoción mental. Empecé a moverme y a correr entre los escombros buscando ese grito
-¡Ayuda!
Cada vez se escuchaba más fuerte tal grito. Definí que pertenecía a una chica. Así que, seguí buscando el origen de ello.
Todo lo que estaba a mi alrededor estaba destruído. Tanto que, en el camino, un edificio de dos plantas colapsó delante de mis ojos; La estructura se había dañado en un instante a causa de la explosión. La calle por donde estaba caminando se había inundado de humo. Un humo grisáceo con un aire pesado lleno de pequeñas partículas de piedras por el aire.-Me cuesta respirar- pensé en vos alta, ya que es uno de mis defectos.
-"Tos","tos"
Seguí buscando esa voz que pedía ayuda... hasta que, la encontré debajo de una viga de metal.
-¿Estás bien?- le hablé para que se diera cuenta que la iba a ayudar; ya que la encontré llorando.
-¿Moriré aquí?, ¿has venido a llevarme?
-¿Qué estas diciendo?, todavía no has muerto. No hables y quédate callada.
-Así que alguien me escuchó pedir ayuda... es irónico, pero da igual.
Al decir esa frase, en mi mente se creo una pequeña duda, pero, no era el momento ni el lugar para detenerse a pensar, tenía que ayudarla o sino ¿para que me había tomado la decisión de buscarla? No soy de las personas que huyen. Si puedo ayudar, lo hago.
-¿Te puedes mover?
-Eso creo. Tengo lastimada una pierna; me duele desde la cintura para abajo. Creo que se me ha quebrado.
-De acuerdo, levantaré la viga... o bueno, lo intentaré y, tú muévete para salir.
-¿Lista?
-Vale.
-Uno, dos y... tres.
Intenté alzar la viga con todas mis fuerzas, pero no lograba nada.
-Espera, ya vuelvo.
-Espera, no me dejes aquí, por favor.
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El Asesino De Las Sombra
RandomUn terrible virus ataca el mundo por culpa de un grupo terrorista, ¿cómo terminarán en un mundo caótico donde los presidentes, reyes y ministros mueres en manos del virus?