jueves 21 de noviembre: 8:00 Am en stonelight
Me desperté por la luz que atravesaba dulce y delicadamente las cortinas, esos finos rayos de luz me daban en la cara y me hicieron levantar.
-Otro maravilloso día en este asqueroso mundo -Dije en voz baja.
-Bueno, al menos los tengo a ellos, son lo único que me alegran los días.- Me prepararé para irme.
Me levanté con pocas ganas de ir al instituto, pero tocaba ir. Al menos no sería tan aburridor gracias a las cinco personas que son más importante en mi vida.
-Sami, ven, Sami...
Al parecer, la única compañía que tengo en casa no está: Sami es mi gata.
Lamentablemente, mis padres murieron en un accidente cuando yo tenía trece años. Tenía un pequeño altar con las fotos de ellos, y, hacía oraciones ahí todas las mañanas.
-Buenos días - dije sin esperar respuesta, ya que solo eran fotos.
Ore por un momento, me levanté, me fui bendecido y seguí alistándome. Para irme. salí de mi cuarto; apenas sales hay un corredor muy largo que conecta todas las habitaciones de la casa; conecta: la cocina, la sala, el comedor, el Cuarto de baño, el patio, el balcón y también con el cuarto de lavado; donde estaba la lavadora y secadora.
Me dirigí hacia el comedor y, abrí las cortinas que tenía. Al abrirlas, veo cómo el comedor es inundado por la luz. Abro las puertas de cristal que dan hacia un balcón un poco pequeño, salgo y escucho los pájaros cantar, el aire recorrer por los edificios; las nubes moverse en ese balcón tenía otro edificio adelante de mí, pero, gracias a ello, el aire hacía un sonido tranquilo.
Cuando de repente, escucho unos gritos dirigidos a mí.
-Esteban, ¿ya estás listo?
Volteo a mirar hacia al lado, y era Alanis: mi amiga de la infancia y mejor amiga. Soy mayor que ella por dos años. La conozco desde los seis años, y, ella a mí desde los cuatro años.
-No, me falta bañarme y desayunar.
-Muévete que se nos hará tarde.
-Y tú, qué haces lista a estas horas, falta una hora para ir al instituto.
-Vine a por ti, porque conociéndote llegarás tarde como siempre.
-...
-Estoy en lo cierto, ¿no?
-... - no tenía cómo contradecir a sus palabras.
-¿Quieres entrar? - le dije; para cambiar de tema.
-Está bien, entraré.
-¡Toma! -le lancé las llaves del apartamento.
Me dirigí al baño para bañarme y arreglarme, ya que Alanis estaba esperándome, y como ella es un poco impaciente, era mejor arreglarme rápido.
Entré al baño; me quité la camisa, luego los pantalones y mi ropa interior.
-Bueno, listo o no, aquí voy.
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El Asesino De Las Sombra
DiversosUn terrible virus ataca el mundo por culpa de un grupo terrorista, ¿cómo terminarán en un mundo caótico donde los presidentes, reyes y ministros mueres en manos del virus?