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Navidad

Era temprano, 9:00 p.m, era un día importante para Castiel y sus amigos, hoy era el día en que los santas secretos dejarían de ser secretos. Acordaron hacerlo en casa de Charlie, sus padres no llegarían esa noche y después de eso ella acompañaría a Sam y a Dean a su casa y acompañar a la familia Winchester, pero por ahora su casa era el lugar perfecto para la entrega del último regalo.

Conforme los chicos llegaban con los regalos ella los dejaba dentro de una bolsa y los llevaba a la cocina, los chicos esperaban en la sala y bebían algo. Los primeros en llegar fueron los  Novak, puesto que Castiel no quería llegar ni un minuto tarde, después llegaron los hermanos Winchester que llegaron 15 minutos después por culpa de Dean.

Sentados todos en la sala comenzaron a hablar de temas triviales, temas escolares y temas burlescos, hasta que Charlie le pidió a Sam que la ayudara a llevar la bolsa donde había metido los regalos a escondidas de los demás, ni siquiera ella se permitió darles una mirada, sólo dejó los regalos en la bolsa. Sam dejó la bolsa frente a Charlie y se sentó junto a su hermano, esperando alguna indicación de la pelirroja.

— Bueno chicos, es la hora.— metió la mano a la bolsa y tomó el primer regalo que encontró.— Y sólo antes de comenzar... quiero decirles lo mucho que los aprecio y son la mejor familia que he tenido.

— ¿Momento de chicas?— preguntó Dean con cautela, no quería.

— No seas absurdo. Claro que no. Ahora, el primer regalo es de... Sam.

Entregó una caja roja y un moño dorado. Dentro Sam encontró una camiseta llena de estampados de caramelos y una gorra de alce.

— ¿Y?— preguntó Charlie, ansiosa de que adivinara el santa.

— Si tuviera que adivinar, y tengo que hacerlo diría que Gabriel.

— ¿Tan obvio soy?

— Dudo que alguien regale cupones de dulcerías.

— Cierto. 😎

— Excelente, el siguiente es de... Cas.

Y ahí estaba de nuevo ese regalo perfectamente envuelto, con ese moño verde y elegancia. Lo tomó y lo abrió, era una caja azul y al abrirlo había confetti nuevamente simulando nieve, cubriendo un libro de pasta gruesa y de color azul pastel. Tenía por título: Libro de más historias tuyas y mías que hacen tan especial nuestra amistad.

 Tenía por título: Libro de más historias tuyas y mías que hacen tan especial nuestra amistad

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Castiel lo iba a abrir cuando Charlie pregunta.

— ¿Cas? Tienes que adivinar.— sonaba impaciente.

Dean la miró descolocado por el regalo aquello había sido algo muy especial, un gran regalo. Sonrió ligeramente pensando en todos los regalos, pero especialmente en esas notas,eran sin duda de alguien que lo conocía.

— Es bastante claro. Charlie.

Ella abrió los ojos como si acabara de ver un orco.

— No Cas... N-no soy yo.

Gay no GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora