Clase 1.- La universidad

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Mi primer día de universidad, se supone que debería de sentirme emocionado pero la verdad es que tengo mucha flojera. Las personas pasan por un lado al caminar y no me podrían importar menos.

          - Anda Shoda, desayuna rápido para que llegues temprano y hagas muchos amigos... y amigas..- comentó haciendo un guiño.

         - Madre, no empieces por favor.

Como cada mañana, mi plática con mi madre no duró más de 5 minutos, ella siempre terminaba insinuando lo mismo con respecto a que me relacionara más con las personas; ya me cansé de decirle que no lo haré a menos que sea necesario o pueda sacarle provecho a esa persona; como siempre ella se molestaba con mi forma de pensar y ahí se terminaba nuestra poca comunicación. Sin darme cuenta ya estaba frente a lo que iba a ser mi salón, entré y di un breve vistazo....hombre, hombre, mujer, mujer, hombre, sexo dudoso, mujer. Caminé y me senté hasta la esquina de la fila que estaba frente al escritorio del profesor, suelo sentarme siempre en esos lugares porque nadie me molesta y es más cómodo para dormir.

Saqué mi teléfono y seleccioné mi lista de música electrónica, aún faltaban 40 minutos para que iniciaran las clases. Subí el volumen y me ajusté el gorro que llevaba. Iba a aprovechar ese tiempo descansando.

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           - ¡¡!Camille!!.

           - Hola Taki.

           - No creí que fuera a verte aquí, ¿siempre si decidiste estudiar medicina?

           - Ni loca, yo iré a informática pero me perdí y por eso estoy aquí, aunque ya me dijeron para donde ir.

           - Tú y tus computadoras, pero bueno, así podrás enseñarme a ocultar bien mi porno.

           - Me largo.

           - !Hey espera¡, no te enojes. Lo que te dije es verdad, la otra vez mi novia vio cosas en mi teléfono y se enojó conmigo, necesito que me ayudar a ocultar eso.

            - En ese caso mejor busca en google "Como guardar mi porno para que mi novia no se enoje".

            - Buena idea, será más rápido a tener que esperar a que termines tu carrera.

            - Tengo que irme, voy tarde. Adiós señor porno.

             - Hasta luego doña husbandos.

Corrí por todo el campus hasta que visualicé mi facultad, por fin había llegado. Revisé nuevamente mi horario, el salón que me tocaba estaba en el cuarto piso, pero ¡que carajos les pasa!, apenas voy entrando y ya me hacen sufrir con las escaleras. Llegué como pude, aún faltaban 10 minutos para entrar así que tomé un poco de airé y entré. Joder, había demasiadas personas pero parecía que ya cada uno estaba en su grupito, seguí buscando lugares pero no había ninguno disponible. De pronto vi que una chica recogió su mochila y salió del lugar, ¡perfecto, ya tengo lugar!, pero conforme me fuí acercando, me fijé que delante de ese lugar estaba sentada otra chica un tanto... diferente. Ojos con delineador negro, cabello super corto con gel para parecer Goku, pulseras de pinchos en las manos, y un aura malévola a su alrededor. Genial, de seguro era la bullying del lugar, para mi desgracia me encontraba demasiado necesitaba de ese lugar, conforme avanzaba analicé mis dos posibles resultados: 1, empezaba mal e iba a ser la bulleada por esta mujer ó 2, me hago amiga de ella y me aseguro de que otros bravucones no me molesten.

Por fín pasé por un lado y me senté justo detrás de ella. Saqué algunas de mis cosas, y al mismo tiempo observé a los que estaban sentados a mi alrededor: la chica bullying, en la esquina un chico durmiendo, atrás de mi un chico demasiado ruidoso, del otro lado un tipo que estaba musculoso y..... temblaba. ¡Que mierdas!. Pasados unos minutos, la chica bullying salió del salón, por fin podría respirar más tranquila. El sonido de un golpe en el escritorio llamó la atención de todos los presentes.

          - Compañeros, buenos días. Espero que con el transcurso de los días podamos entablar relaciones de amistad verdadera. Como verán yo soy uno más como todos ustedes, pero en mi corta vida me he dado cuenta de que la mayoría de ustedes están incompletos, y es por eso que estoy aquí.

Sea lo que sea, esto no me da buena espina.

           - Hoy les vengo a hablar de Dios, aquel a quien muchos de ustedes ya han abandonado.

No es posible, de verdad, ¿un predicador?. Era lo último que nos faltaba. El bullicio se hizo presente y también las burlas hacia aquel joven.

          - Pero que divertido.

Escuché la voz de alguien proviniendo de la parte de atrás, al girar me di cuenta de que el chico dormilón había sido el autor de ese comentario. Me miró y sonrió como cualquier tipo agradable. Le devolví el gesto y continué con lo mío. El escandaloso que estaba sentado detrás de mi comenzó a establecer comunicación con el dormilón.

          - ¡Hey amigo!, ¿cuál es tu nombre?.

          - Shoda.

          - Que tal, yo soy Ryu.

           - Chido Ryu.

Así que son Shoda y Ryu, bueno, es un comienzo.

          - ¿Tú amiga es así de ruda como se ve Ryu?.

           - Ni idea, no la conozco, apenas y hablamos cuando llegué.

           - Orale... ¿y ella?.

           - Ammmm.....

¿Ella?, joder estaban hablando de mí o de quién. De pronto, sentí que alguien palmaba mi hombro.

          - ¡Hey!.  

DÍAS DE UNIVERSIDADWhere stories live. Discover now