Just A Dream | taekook

Capítulo Final

Los días pasaron y dejamos de hablarnos. Estuve una semana escondido en mi casa, hundiendome en mi depresión. Pedí un cambio de colegio, finalizando este semestre podría irme a hacer mi último año a Japón.

Sólo una semana más, tú puedes. O eso quería pensar, el cambio no estaba asegurado. Tenía mensajes y llamadas de Sana, que no iba a contestar porque me sentía avergonzado por todo lo que dije.

Trabajos de la escuela, eran traídos por Jimin. Un chico tranquilo del club donde estaba y también era mi pañuelo de lágrimas. Se había convertido en lo que Jungkook no pudo.

— El maestro dijo que era necesario que fueras ya a la escuela, que si seguías mal tendrías que llevar la receta médica del doctor donde te diga que tienes que seguir en reposo.

— No quiero y no puedo

— La gente ya no recuerda lo que pasó, Tae. Creen que estabas enamorado de Sana

— No es por ellos, no me importa lo que piensen – eso es mentira, obviamente si me importa. — No sé cómo mirarlos a la cara

— Entiendo pero al final tienes que ir, no hay más días

Tenia razón, tarde o temprano tendría que verlos. No puedo esconderme siempre, aún así sigo sin estar listo.

— Me voy, tengo cosas que hacer. Nos vemos mañana en el club

Asentí y lo acompañé a la salida, no hay de otra, tendré que ir.

Al día siguiente, fui a la escuela, Jimin tenía razón. A nadie le importaba si había llegado, todos estaban tan ocupados con sus asuntos. Agradecía no haberme encontrado a Sana por los pasillos, ni en cualquier otro lado, lo mismo con Jungkook.

— Aquí estás – se acercó a mí, podía ver que estaba enojado. Jimin era alguien que parecía débil, lindo, tierno y ese tipo de cosas. Pero en realidad era todo lo contrario, detrás de esa carita linda, estaba un chico fuerte, enojón y muy sarcástico. — No hiciste parte de tu poema, ¿Sabes el trabajo que tuvimos que hacer? No, no lo sabes, pues tuvimos que meterlos en el papel de soy Kim Taehyung para poder escribir tu poema. Namjoon está furioso y yo también

— Perdón, se me olvidó. Iré a disculparme con Namjoon

— Sí, ve

Me levanté de mi asiento, sabía que Jimin estaba exagerando pero es mejor seguirle la corriente. Caminé por los pasillos con el miedo de encontrarme a Sana y Jungkook, tranquilo Taehyung, por favor no tiembles, no pasa nada. Bien, creo que no me los encontraré.

— ¿Taehyung?

Me paralicé al escuchar su voz, eso me pasa por hablar.

— Sana...

Podría decir que los dos no sabíamos qué decir. Era muy incómodo, asintió y pasó hacia un lado de mí, y yo seguí con mi camino.
Tal vez era lo mejor así, entré al salón dónde se encontraba Namjoon, me recibió con una sonrisa y abrazo, sabía que Namjoon entendería por lo que estaba pasando, él también lo vivió.

Después de estar un rato conversando con él, salí del salón para irme a casa. Los últimos maestro no habían venido, así que podíamos irnos, entré al salón y vi que las mochilas ya no estaban, incluida la mía. — Y mi mochi–... – no terminé de hablar cuando sentí como algo golpeaba fuertemente mi espalda, me giré enojado para ver quién era la persona que había hecho eso. Era Jungkook, quién no sé veía muy bien.

— ¿Por qué hiciste eso?

— Cállate

Y lo hice ¿Había hecho algo malo?

— Por tu culpa, Sana terminó conmigo... Por tú culpa, nuestra amistad y nuestro noviazgo se fue a la mierda, por tu maldita culpa, Kim Taehyung – no sabía que decir, sólo quería llorar. Ni un lo siento pude decir antes de que me volviera a callar. — No pudiste quedarte callado, lo arruinaste todo

Salió del salón empujando a Jimin quién iba entrando.

— ¿Pero qué pasó? – no dudé y me acerqué para abrazarlo.

Sabía que no tenía que venir.

Volví a faltar, para mi suerte. Sí me dieron un lugar allá en Japón, así que sólo tenía que ir por unos papeles a la escuela. Mis problemas con sana se habían resuelto, un día de estos llegó a mi casa y no se fue hasta que le abriera la puerta.

Se disculpó conmigo apesar de que yo era el que tenía que hacerlo. Me contó que su ruptura con Jk no había sido por mi culpa y que él lo malinterpretó todo. — No tienes que hablar con él y convencerlo de que se disculpe – prefiero que me odie toda la vida a que se disculpe porque alguien más le dijo.

La tarde con Sana había concluido así, al día siguiente me alisté para ir a buscar los papeles que me pedían. Mi vuelo salía en unos días así que estaba algo apurado. — ¿En serio te vas a ir? – asentí. — ¿Y que pasará con el club?

— No me necesitan, nunca aporte en nada ahí – se colocó enfrente de mí.

— Escúchame bien, Taehyung. Porque no lo voy a volver a repetir, pero te volviste mi amigo, y el tiempo que pasamos juntos fue agradable. Sí, es verdad, no aportabas nada al club pero nos sacabas unas risas con tus chistes malos y ocurrencias. Y es cierto que a veces nos estresabas pq nunca hacías tu parte, y también es cierto que me quejaba mucho de ti con Namjoon y–

— Ya entendí, Jimin – sonrió de una forma tan linda, podría decir que cálida.

— Te voy a extrañar... – y lloré, yo también lo iba a extrañar. Lo abracé y él también me abrazó.

Estuvimos un rato así, no podía dejar de llorar. Al final Jimin se separó y me acompañó a la oficina del director.

Después de recoger los papeles, fui al club y me despedí de ellos. No sabía si los volverían a ver, me agradaba estar con ellos. — Que tengas buen viaje, Taehyung. Si te regresan, sabes que aquí te esperamos – dijo Namjoon, sonreí.

Los días pasaron y llegó el día de irme, un día antes, Jungkook tocó la puerta de mi casa.

“ Lo siento, te grité, te lastimé y te traté muy mal. Estaba enojado, triste, no lo sé, y descargué todo mi enojo en ti y no debí. ”

El tan sólo verlo, hizo mi corazón feliz.

“ Taehyung, no me gustan los hombres. No puedo aceptar tus sentimientos, pero de todo corazón espero que alguien más sí lo haga, que acepté tus sentimientos y te pueda dar todo lo que mereces porque lo vales. ”

— Pasajeros del vuelo CJ97 con destino a Japón – me levanté, era mi vuelo.

“ Perdón otra vez, y ten buen viaje, Taehyung. ” sonrió, y yo también lo hice. Cuando cerré la puerta, pude soltar mi llanto. Me dolía como no tienen idea, no quería olvidarlo, no quería dejar de amarlo, era difícil el dar vuelta a la página.

Mirando por la ventana del avión, me volví a despedir de él.

Siempre lo mantuve como un sueño, deseando que se hiciera realidad.

Sólo un sueño.

Fin