La chica Noruega (Noruega×Lectora)

Capítulo 2

Después de ese día en el que encontró a su marido vestido de mujer, (t/n) no volvió a pensar en el tema hasta mucho después, no se lo cuestionó ni preguntó, solo lo aceptó inmediatamente como algo automático para poder seguir adelante, y así ayudar, y acompañar al amor de su vida.

Solo lo pensó, sólo llego a analizar el alcancé de todo lo que pasaba cuando estuvo sola de camino al trabajo luego de un par de días, y fue ahí que entendió, y se dio el tiempo de hablar con ella misma, de saber que tenía miedo, que no sabía si su esposo de verdad la amaba, que no sabía que hacer, que le aterraba perderlo, que solo quería abrazarlo y volver a esa época en donde todo era feliz pero no podía hacerlo.

Solo sabía una cosa y era que ella lo seguía amando... y solo eso le bastó para querer apoyarlo y decirse ella misma que su esposo aún la amaba.

Se supo a leer, y saber que habían muchos casos como los que dijo Lukas, de que un hombre se vestía como mujer pero seguía amando a su novia o esposa la relajaron, ahora lo ayudaba en todo lo que sabía del mundo femenino y todo lo que él le preguntara, siempre con una sonrisa y ánimos de enseñarle, pero... esas preguntas se hacían cada vez más frecuentes, aún así ella las contestaba todas. Cuando le pedía ir de compras o a cualquier lugar ella lo llevaba y con el tiempo se dio cuenta de que su relación había pasado de marital a de mejor amigos... amigas en realidad... y se dio cuenta muy tarde al parecer porque su dinámica ya se había vuelto como de dos mejor amigas de toda una vida: salían de compras, al cine, peluquería, a comer helado, salir en la noche... estaban muy unidos pero a la vez separados... estaban más en sintonía que nunca pero no habían besos ni abrazos, no como antes, no había sexo, no había ningún interés físico  de su parte y ella no sabía como preguntarle que pasaba.  

-Lukas... esta todo bien? Te sientes mejor ahora, verdad? -le pregunto un día que estaban comiendo helado y viendo una película en su casa. 

Había un poco de temor oculto en su voz, había aceptado y apoyado su gusto de vestirse como él quisiera pero las cosas no habían quedado solo ahí, todo estaba cambiando rápidamente y las palabras de amor que le había dicho antes ya no sonaban tan reales en su memoria, ella lo amaba pero el miedo de que todo fuera una mentira, y que el noruego terminará por dejarla, cada vez se hacían más fuertes. 

Ya no solo era la ropa, la propia actitud del nórdico había cambiado, tan paulatinamente que (t/n) no se dio ni cuenta. Cada vez era más femenino, más delicado, más suave, más atrevido, se estaba volviendo una persona completamente distinta, y para el pesar de (t/n), Lukas se estaba viviendo una mujer. 

-No... no estoy bien, no puedo seguir así elsker! Ya no quiero salir de compras, no quiero ser tu mejor amiga. Quiero ser tu esposo, quiero poder hacerte el amor como antes pero Astrid no me deja hacerlo! No se que hacer (t/n)-le dice rápidamente, ocultando su rostro entre sus manos 

-Astrid? -preguntó sin saber a qué se refería. Lo tomo de las manos con suavidad para que la mirara.

-sí, ella no me deja estar contigo, no quiero esto, no quiero lastimarte y perderte, te amo! Como Lukas te amo más que a nada en este mundo pero Astrid no y eso me está matando... Quiero ser normal (t/n)...-decía llorando desesperado.

Lukas Bondevik desde niño tuvo ciertas dudas sobre que sexo era, esa había sido la interrogante de su vida desde que tenía uso de razón.

Había nacido con un rostro andrógino, masculino si le cortaban el cabello y femenino cuando lo usaba largo, si lo tenía en un corte pixie, la gente dudaba de lo que era. Al igual que el.

Nunca supo como se sentía más cómodo. Hombre o mujer? Ambas daban lo mismo, era capaz de desenvolverse en ambos, aunque había nacido con el cuerpo de un varón.