20 DE ENERO || TAEGI

Capítulo 02.

  "El amor es: el dolor de vivir lejos del ser amado." 

  —Anónimo. 

Antes de verlo por primera vez yo creía que no existía nada más bello que la liberadora sensación de las teclas de un piano bajo las yemas de los dedos, o que la mirada llena de amor y adoración que Holly me dedicaba cuando llegaba a casa. Pero, como en muchas otras cosas, estaba totalmente equivocado. Ese chico era sublime, un muñeco tallado en cera dorada que prometía ser exquisita al tacto. No pude apartar mis ojos en ningún momento, se quedaron prendados a él, y mi corazón los siguió poco después cuando lo vi sonreír. Esa tarde tocar el piano me pareció insulso.

Después de verlo por primera vez el tiempo se volvió más lento, las manecillas del reloj se movían sin prisa alguna, disfrutando y alargando sus momentos (que deberían ser breves) con cada número que marcaban. Deje de utilizar relojes analogicos, sentía que sólo se reían de mí al hacer eterno cada minuto que pasaba alejado de mi Sol. El Rolex por el que tanto me esforcé me miraba con reproche cada vez que pasaba de largo su estuche. Pero la culpa no era de los relojes, todo se debía a mi cobardía, a ese miedo a no ser suficiente para una criatura tan bella. Yo mismo me sometí a la tortura de la distancia. Ni siquiera conocía su nombre y estaba seguro que él no conocía sobre mi existencia.

—Kim Taehyung, estudiante de primer año de la facultad de Arte, aunque eso ya me lo intuía. Siempre te dije que esas boinas a la francesita no las usaba cualquiera. —Fue lo primero que dijo Hoseok al encontrarse conmigo en un café. Hice una mueca de confusión. —El chico de la biblioteca, ya sabes, el que te tiene de cabeza.

Kim Taehyung.

Kim Taehyung.

Kim Taehyung.

Quise decir su nombre en voz alta, saborear la sensación de mi lengua haciendo los movimientos necesarios para provocar el sonida de cada una de las letras, y repetirlo una y otra vez hasta que perdiera todo sentido ante mis oídos. Las comisuras de mis labios se levantaron de manera involuntaria, mi Sol ya tenía nombre y era el más hermoso sonido, uno que quería escuchar en un bucle sin fin hasta el día de mi muerte.

—¿Cómo lo supiste? Por favor dime que no accediste a la información de los estudiantes.

—Hyung, por supuesto que no. ¿Quién crees que soy? Además no fue necesario. ¿Recuerdas a ese chico bajito que a veces acompaña a tu Taehyung en la biblioteca? —Negué con la cabeza, cuando mis ojos encontraban a Taehyung el resto del mundo se desvanecía en el aire. Nada más importaba. —¿Por qué no me sorprende? Como sea, lo vi en una fiesta y lo reconocí de inmediato. Hablamos un poco de esto y aquello--.

—¿No le preguntaste directamente sobre Taehyung, o sí? —pregunté alarmado.

Taehyung. Se sentía tan bien pronunciarlo con mis propios labios, tan dulce como la miel. Nunca saboree algo tan delicioso como las ocho letras de su nombre.

—¿Por quién me tomas? Yo no tuve que preguntar nada, al chico se le suelta la lengua cuando está borracho y me contó un par de cosas muy interesantes. —Hoseok hizo un movimiento de cejas. Me esforcé enormemente en mantener la compostura y no mostrar lo desesperado que estaba por escuchar ese par de cosas interesantes. Supe que lo logré cuando Hoseok rodó los ojos. —Eres muy aburrido, hyung.

—¿Qué fue lo que te contó? —cuestioné sin mirarlo a los ojos mientras revolvía con una cuchara mi café.

Hoseok sonrió con socarronería. Mis mejillas se colorearon de un rojo vivo, pero me abstuve de decir algo más que pudiera avergonzarme.

—Bueno, él mencionó algo sobre que Taehyung está interesado en los chicos, soltero y disponible. —No pude evitar que una sonrisa brotara de mis labios, tampoco me avergonzó la mirada que recibí de Hoseok. Mi temperatura corporal aumentó porque con esa revelación pude sentir los rayos del Sol más cerca, tanto que si estiraba la mano podría ser capaz de tocar la bola de fuego luminiscente que me había atraído con su poderosa fuerza. —También dijo algo sobre una exposición de arte, a la que Taehyung va a ir solo.

Oh.

—Entonces, ¿quieres la dirección o qué? —Hoseok preguntó, volviendo a utilizar su movimiento de cejas coqueto.

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¡Holaaa~! Ah, me hace muy feliz que les haya interesado este mini proyecto, muchas gracias a las personitas que me regalaron un poquito de su tiempo para leer y dejarme un comentario, los adoro. ❤ ¡Espero que este capítulo igual les guste! Oh, y si por si acaso alguien tiene esta duda (porque en el capítulo anterior Yoongi mencionó que Taehyung era un niño), Yoongi es profesor de música en una universidad, y como en este capítulo se dijo Taehyung es estudiante de artes. Bueno, ya los dejo, me encantaría leer sus comentarios por fa. <3<3<3