Baila

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                                                                          o1.

El baile de la Campana Plateada era siempre, año con año, un motivo para desbordar el vino más caro de Mewni, sacar las vestiduras de gala y mantener el castillo real lleno de decoraciones y canciones. Aquella tradición ya venía inculcada desde muchos años antes de que su madre, o quizás la madre de su madre, naciera. Más, con el tiempo la ostentosidad de los lujos fue creciendo con decoro hasta ser la rebelión marcada de lo extravagante. Star al ser su primer baile, se sentía completamente excitada. Se imaginaba que podría cotillear con las princesas de los reinos vecinos, tomar ponche hasta reventar o bien bailar el vals de los dedos con Pony Head.

Hasta qué—.

(Llegó el príncipe más ardiente de toda la galaxia.

                                                                        o2.


— Escuché que una nueva princesa está por llegar— le confió su colega príncipe, Larry Kelpbottom.

Tom levantó una ceja. Estaban en un salón de baile abarrotado de gente, donde las familias reales circulaban ruidosamente a su alrededor y degustaba los manjares preparados que se exhibían en las largas mesas de buffet, no había necesidad de hablar en voz baja— ¿Por qué estamos susurrando?

Larry miró de derecha a izquierda, con una gota de sudor rodando por su frente. Su voz, aun baja, murmuró—, porque ella podría escucharme —apuntó con una mano verde en dirección a un plato de canapés, donde flotaba una cabeza azul de unicornio.

— ¿Tienes miedo de la princesa Ponyhead? —Preguntó, quizás demasiado fuerte. Casi como si hubiera estado escuchando, la princesa se materializó justo al lado de ellos, haciendo que el príncipe Larry se sobresaltara y lanzará un grito poco masculino. Tom soltó una carcajada. Miró a la princesa Ponyhead, con la tiara ligeramente torcida y los ojos demasiado grandes y brillantes para su gusto. En ocasiones, Tom se preguntaba si su personalidad efusiva se atribuía a su educación o por el hecho de que ella había comido setenta y cuatro cupcakes ridículamente dulces (—que su madre había horneado para el baile).

Ponyhead volteó su melena hacia atrás y soltó un "tch" de desaprobación.

— Perdón, sé que soy la persona más maravillosa de todas, pero hablar de mí mientras yo no esté aquí es de mala educación cariño. —Le guiñó un ojo a Tom (quién echo la cabeza hacia atrás con un gesto de repulsión) y al príncipe Larry.

Larry hizo una reverencia nerviosa. — Lo sentimos mucho, Alteza.

— Como sea, amigo —respondió Ponyhead, levantando una ceja—, solo deja de ser raro.

Tom decidió salvar a Larry de responder vergonzosamente, e interrumpió. — De acuerdo. Larry dijo que vendría una nueva princesa. ¿Has oído algo?

Para su sorpresa, Ponyhead emitió un pequeño puchero y sus ojos resplandecieron. — Por supuesto que sí, amigo. Es la hija del Rey River y la Reina Moon. Su nombre es Star y es mi mejor amiga —entrecerró los ojos y una oleada de humo salió de su nariz— M.Í.A.

— ¿El rey River tiene una hija? —Tom estaba desconcertado—, no tenía idea.

— Por supuesto que no, —Respondió la princesa Jaggs, quién se acercaba al grupo caminando con una soda de mantequilla en la mano— el rey cree que su hija es una delicada flor, o algo así. Por eso no la ha dejado venir por los últimos tres años. Aunque de hecho, ella tiene nuestra edad.

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