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Capítulo 7 "Recuento de los daños"

La mañana de domingo, los pájaros cantaban y los rayos de sol atravesaban las delgadas cortinas azules de cierto cuarto de cierta casa de cierto muchacho que apenas anoche en la madrugada al tocar su cama se quedó completamente dormido siendo acompañado de su mejor amigo quien dormía en una colchoneta cubierto de sábanas cómodas.

Con pereza y un pequeño destello de luz pegándole justo en el rostro Eddward despertó dando un largo bostezo mientras se estiraba en su cama escuchando algunos de sus huesos tronar reacomodándose.

-¿Eddy?- llamó con somnolencia en su voz inclinándose sobre su colchón mirando hacia el suelo para encontrarse al bajito aún dormido profundamente y roncando.

Rascándose un ojo consiguió levantarse finalmente de su cama, con cuidado de no pisar a su amigo salió del cuarto al pasillo para meterse en el baño a hacer sus necesidades y terminar mirándose al espejo confundido.

De repente como flashes los recuerdos de la noche anterior invadieron su cabeza como un enjambre de termitas en la madera.

Ojos verdes conectados con los suyos, unos cabellos rojizos enredados en sus dedos, una horrible canción sesentera de fondo retumbaba en sus oídos y aún era capaz de percibir ese aroma, ese aroma ahora estaba instalado permanentemente en sus fosas nasales.

Aturdido se sostuvo del lavamanos; una vez recuperada su consciencia salió corriendo hasta su habitación prácticamente poniéndose sobre Eddy y agitándolo para despertarlo mientras le llamaba por su nombre con evidente desesperación en su voz.

Hasta que esté al fin abrió los ojos alarmado y más que espantado.

-¡¡Ahh!! ¿Qué? ¡¿Qué ocurre?!

-¡Eddy! Tengo algo importante que contarte.

-¿Y no podías decírmelo cuando despertará maldición?- preguntó con molestia y el ceño fruncido.

-Bueno, ahora ya estas despierto.

-Pues espero que sea de vida o muerte- se dispuso a levantarse-¿Te puedes quitar de encima?

-Ah sí, disculpa- por fin Edd se le retiró de encima Eddy también se levantó de su colchón para dirigirse al pasillo con su amigo detrás de él.

-¿Ya puedo contarte?

-¿Sin desayunar? No comas ansias Doble D- bajó las escaleras hasta la cocina.

-Eddy en serio tengo que decirte esto.

-Sí, sí como digas, sólo voy a hacerme un cereal- contestó sin ponerle mucha atención mientras comenzaba a prepararse un plato y Eddward se sentaba un poco más calmado a su mesa esperando al chico.

-Bueno, ahora sí ¿Qué me querías decir que es tan importante?- dijo tras servirse su desayuno y tomar lugar en la misma mesa que Edd frente a él.

-No quiero que vayas a sobre reaccionar con esto ¿Bien? Pero... Creo que ayer en la fiesta hice algo de verdad muy estúpido.

-Ah... Es verdad ibas a decírmelo ayer cuando llegáramos pero creo que el sueño nos ganó calcetín- comentó dándole una cucharada a su mezcla de hojuelas con leche.

-Bueno... Pues... Kevin y yo nos besamos.

Antes de obtener siquiera una respuesta sintió como su rostro se empapaba repentinamente de un líquido tibio acompañado de algo crocante; Eddy le había escupido su bocado de cereal directo en la cara.

-¡¡Eddy!! ¡¿Pero qué carajos?!

-¡¿Que tú y Kevin se besaron?!- gritó sin poder creérselo.