Capitulo 8

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Me senté en el porche de mi casa víctima del cansancio. Ya eran las seis y cincuenta, estaba ya anocheciendo. Lottie tenía una fiesta infantil un poco lejos de aquí y cabe decir que está con mis padres, es decir, sola otra vez. Desearía ser esa clase de chica perfecta, que sale de fiesta y tiene un montón de amigas pero cada quien tiene ese privilegio de ganarse tal vida. Ya habían pasado seis horas que no sabía de Harry y claro se me tornaba un tanto extraño ya que de vez en cuando me deja una llamada o mensaje de cualquier cosa. Revisaba mi móvil cada cinco minutos pero era inútil ya que los únicos mensajes eran de Madison. Y eran mensajes como "Louis es perfecto" "¿sabías que Louis me dio su número de teléfono?" "____, Louis y yo hablamos durante horas, su voz es perfecta", es claro que harta de tantos mensaje le dije "me voy" pero dudo que le importé ya que Louis, Louis, Louis siempre. Ojalá y yo tuviera mi Harry, Harry, Harry siempre pero si no se digna en aparecer creo que yo seré la que la llamé primero

Busque su número por mi lista de contactos, y si ahí estaba. Marque el número y coloque el teléfono en mi oreja. Pitidos y pitidos sonaban pero nadie contestaba. Luego de dos pitidos más contestaron

-hola..

-hola harr...!- me detuve

-lo siento por no contestar, sucede que estoy ocupado pero en cuanto termine estaré disponible, que tenga un buen día.

¡Maldito buzón de voz! Y maldita voz de Harry que se escucha realmente bien por celular. Tire el teléfono a mi lado y bufe. Realmente quería hablar con alguien, ya que hoy es de esos días que te sientes sola sin nada que hacer y sólo quieres a una persona cerca tuya y me he dado cuenta que no cualquier persona si no una en específica. ¿Madison? No ¿mis padres? No ¿Lottie? No ¿Harry? Si. Realmente no soy ese tipo de chica que se enamora a primera vista o se interesan tan rápido en un chico pero Harry tiene algo que yo no había visto en nadie, es decir, es un chico callado, tranquilo, sereno, tiene un carácter impresionante, y se puede ver que nadie sabe de el, no es de esos chicos que son lindos y a la vez populares con el ego más grande que su propio cuerpo. El es una persona única y eso es lo que más me encanta de el.

Cansada de esperar alguna llamada tome mi móvil y me adentre a mi casa, tenía demasiado sueño así que sólo tome una manta que estaba en el espaldar del sofá y me acosté, lo siguiente que hice fue cerrar mis ojos para luego ver nada.

**

Abrí mis ojos y aún no era de día, vi la hora y eran las tres de la mañana. Me levanté y tome la manta para luego subir a mi habitación pero un pequeño sonido me detuvo. Fruncí el ceño y baje sigilosamente de nuevo hacia la sala.

-¿Mamá?- dije bajo- ¿papá?- nadie contestaba- ¿Lottie pequeña, eres tu?- como no se dignaban a responder, entré a la cocina. Y cabe decir que había una persona ahí me sobre salte, tome una sartén ya que era lo único que tenía a mi alcance y prendí la luz

-¿pero que?- dije- ¿estas loco, Harry que haces aquí?- dije alterada, mucho diría yo

-pase a visitar- abrió el refrigerador y tomo una crema batida que ni sabía que estaba ahí, y comió un poco de esta- no te quería despertar ya que te veías muy cansada así que decidí que lo hicieras por tu cuenta

-¿qué hubiera pasado si mis padres fueran los que se hubieran despertado y no yo?- pregunte

-nada, sería fácil esconderme- comió otro poco de crema

-¡oye y deja mi crema!- se la arrebate y esta vez fui yo la que comió pero esta no se dirigió a mi boca, si no a mi nariz, la mano de Harry hizo que la lata subiera un poco. Lo fumile con la mirada para luego formar una pequeña sonrisa maléfica.

¿Angel?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora