tres.

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YoonGi había ordenado comida china luego de ducharse ya que se había cansado luego de empacar sus pertenencias.

En estos momentos se encontraba sentado en su sofá viendo la TV mientras secaba su cabello con una pequeña toalla. Luego de aproximadamente 15 minutos el timbre sonó, el de cabellos oscuros se paró con pereza y abrió la puerta viendo a un chico algo simpático con un uniforme de empleado, obviamente se trataba del repartidor de comida china.

- Disculpe, ¿Usted es Min YoonGi? Traigo un pedido. -Habló el chico con una gran sonrisa en sus labios haciendo que sus ojos desaparezcan-.

- Eh, si -Contestó el blanquiñoso apoyándose en el marco de la puerta-.

- Bien, serían 14 con 50 centavos -extendió la bolsa que traía aún sin quitar su sonrisa-.

- De acuerdo, iré por mi billetera -suspiró adentrándose de nuevo a su departamento-. Puede que tarde unos 20 minutos

YoonGi siempre dejaba por todos lados su billetera, no era una persona para nada ordenada.

- Yo... Esperare -Respondió el menor aun parado-.

- Ahg, al menos sirve de algo y ayudame si es que quieres que te pague -se quejó YoonGi arrugando la nariz-.

- Oh, claro... -Empezó a buscar algo confundido-. Que clase de persona pierde su billetera... -Murmuró en un suspiro-.

- ¿Como dices? -Gruñó YoonGi levantándose del suelo-.

- N-Nada...

- Bien, no está así que no podré pagarte, supongo que te debo el dinero, ahora adiós.

El mayor votó al chico de su casa con la bolsa de comida china en sus manos y cerró la puerta.

Luego se sentó a comer el pedido, ignorando el timbre que sonaba cada segundo.

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Al terminar de comer, apagó la TV y fue directo a dormir, mañana seria un larguísimo día para el...

PlayBoy; y.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora