CAPITULO 1.

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Santa Mónica California es una ciudad al oeste del centro de Los Ángeles, en la mayor parte del tiempo su clima es cálido debido a que es una hermosa ciudad costera, tiene grandes atracciones turísticas como el famoso muelle, siempre e escuchado hablar de él y de lo lindo que es disfrutar de los increíbles juegos mecánicos y de los hermosos atardeceres con tus amigos a la orilla del mar. Pero claro soy nueva aquí y no tengo ningún amigo hasta este momento.

Mientras mi madre conduce por las avenidas de Santa Mónica yo no puedo dejar de observar la ventanilla ya que estoy fascinada con esta hermosa ciudad, tan solo el ver las calles repletas de gigantescas palmeras hacen que se me dibuje una gran sonrisa en el rostro.
   —Hice una buena elección? —Me dijo mi madre enorgullesida ya que sabía que había hecho la mejor elección.
   —No pienso contestarte a eso. —Mientras se lo decía puse los ojos en blanco y comencé a reír en dirección a ella.
   —Solo dilo Sarah, dile a tu hermosa madre lo que quiere oír.—Me miro tierna y juguetonamente.
   —No, no lo haré no pienso elevar aún más tu ego madre! —Cruce los brazos e intenté ponerme lo más seria posible, pero mi madre se detuvo en un alto y me miró con esos ojos azules tan penetrantes que tiene y comenzó a hacer pucheros como una niña pequeña.
   —Por favor madre la pequeña soy yo, no me robes mi lugar. —Lo dije en un tono juguetón.
Al decir eso ambas comenzamos a reír a carcajadas. Mi madre arrancó el auto y aceleró un poco más, mientras yo conecte mi celular al estéreo del auto vía Bluetooth y comenzó a sonar Style de Taylor Swift, amo está canción, amo escucharla mientras viajo en automóvil.

Después de un largo camino por fin llegamos a donde sería nuestro nuevo hogar, mi madre detuvo el auto justo en frente de la casa, ambas estábamos en silencio mientras la observabamos desde adentro.
En ese momento mi madre tomo mi mano la cual se encontraba sobre mi pierna izquierda y me dijo mantenimiento la vista al frente
   —Sarah, cariño ya verás que todo estará bien superaremos esto. —En ese instante giro su rostro hacía mi y continuó diciendo.—Tendras nueva escuela, nuevos amigos, nuevas aventuras, ya verás será un buen comienzo! — Me dió un fuerte apretón y me sonrió dulcemente a lo cual le respondí con el mismo gesto.

Trate de verme lo más alegre posible, no quería que mi madre notará cuanto me aterra este nuevo comienzo, ya que e notando que está mucho más repuesta que hace un par de semanas cuando lo único que hacía era llorar en su habitación cuando creía que yo me encontraba dormida así que no quería añadir una nueva preocupación a su lista que de por sí ya era bastante larga.

Las semanas siguientes prácticamente no la pasamos desempacando y acomodando nuestras cosas en nuestro nuevo hogar, realmente es una casa estupenda la cual consta de 2 plantas, en la planta alta se encuentran 2 habitaciones la de mi madre y la mía también cuenta con un pequeño baño y un estudio.

Nada Es Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora