Capítulo 7: El asesino fantasma.

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1

Seis de la madrugada, esa era una hora típica para despertar en la ciudad de Carbas y Newt Graham lo sabía, desde su último divorcio sabía que no le esperaría un delicioso café con Latte Art sobre la mesa, pero...de hecho si había algo sobre la mesa; una servilleta con algo escrito en ella.

Pasaron algunos segundos en lo que él leía la nota y tras terminar sonrío.
Alguien había entrado a su casa y había tomado una soda de su refrigerador.

—Jajá ¿Debería explicar en la comisaría que ha entrado alguien a dejarme una nota amenazante y ha robado una soda? –Preguntó para sí mismo-

Desde luego que no...pero...a menos que aquella persona fuese un fantasma debía de haber alguna huella en la casa, analizó la nota con luz ultravioleta pero no pudo encontrar nada, buscó por toda la casa durante una hora y jamás encontró algún rastro de aquella persona. Él comenzaba a creer que realmente se trataba de un fantasma.

El asesino fantasma me ha pedido que abandone el caso. Pensó Newt.

—Debería de tomar un café para despertarme –Susurró para sí mismo-

2

—Ya te dije que no te puedo subir el salario tan pronto... -Dijo Katherine en voz baja- Sólo llevas dos días aquí.

—Pero lo necesito...ayer...un acto de bondad me costó 1,000 útes.

—Cállate y ve a atender aquel cliente –Ordenó Kate-

Whitemore divisó al detective Newt Graham entrando a la cafetería y después sonrío.

— ¡Con mucho gusto atenderé a este cliente! –Contestó White entusiasmado-

Kate correspondió una sonrisa y le llevó algunos pedidos escritos en un bloc de notas a Stacy.

3

— ¡Bienvenido al café Rossy's! –Exclamó Whitemore con una sonrisa amplia- ¿Qué va a ordenar? Señor.

—Creo que estaré bien con un café negro y un bollo de chocolate –Respondió Graham-

—Un café... -Dijo Whitemore mientras sostenía la pluma sobre el bloc de notas- Creo que mejor lo memorizaré.

Si llego a escribir algo frente a este sujeto es posible que reconozca mi estilo de escritura. Pensó White.

— ¿No prefiere escribirlo? –Preguntó Newt arqueando una ceja-

—Yo preferiría estar un poco más de tiempo con la chica que hace el café –Contestó Whitemore encogiéndose de hombros- Eso de llegar y darle una nota para después volver...casi no da tiempo jajá.

—Jajá te entiendo –Añadió el detective- Mi esposa se divorció de mí hace unos años...pero bueno, el trabajo era más excitante que hacerle el amor.

—Yo paso a retirarme –Mencionó White entre risas-

4

Pasaron algunas horas y Newt seguía en la cafetería pensando en cuál sería su siguiente paso.
Puede que Liliana ya tenga los estudios forenses.

Dejó el dinero sobre la mesa junto a su taza vacía y salió por la puerta para posteriormente subir a su Toyota Scion FR-S y conducir hacia la oficina forense de su amiga Liliana Rodríguez.

5

Supongo que te estarás preguntando...
¿Qué hacía Joseph en ese momento?

El asesino impuro se encontraba haciendo lo que acostumbraba realizar todos los días a las cinco de la tarde y eso era practicar cardistry en el trabajo para no olvidar aquellos momento en los que estafaba a los mejores casinos de Carbas.

—Deberías dejar las cartas –Dijo Samuel-

—Y tú deberías de poner tu dinero en mi billetera y después jugar una mano de póker conmigo –Ordenó Joseph-

— ¿Por qué debería de darte mi dinero?

—A causa de la conmutatividad –Respondió el asesino impuro- Porqué el orden de los factores no altera el producto.

Samuel soltó una pequeña risa y le pidió sus respectivas dos cartas colocando diez útes sobre el escritorio de Joseph.

—Sólo será una mano –Dijo Samuel observando su par de ases y mostrando una cara de despreocupación-

—Diez útes es muy poco –Añadió Joseph pero después de eso igualó la apuesta sobre el escritorio-

Samuel contaba con su respectivo par de ases mientras que Joseph observaba su cinco y seis de corazones, el resto dependía de las cartas correspondientes al Flop. Joseph descartó la primera carta de la baraja y posteriormente sacó tres y las colocó sobre el escritorio, cuatro de corazones, un as de picas y el último as que era el de corazones.
Samuel tenía póker y a Joseph le faltaban dos cartas para su jugada.

—Subiré diez útes más –Dijo Samuel añadiendo el monto correspondiente-

—Igualo la apuesta –Contestó Joseph haciendo lo propio-

La siguiente carta en salir fue el siete de corazones durante el Turn.

—Te regalaré diez útes más.

—Van diez más.

Dio inicio el River y esa etapa era la que impondría el final del juego, una carta y tal carta era el tres de corazones.

— ¿Qué tienes? –Preguntó Joseph-

—Póker –Respondió Samuel sonriendo- ¿Y tú?

—No gran cosa... -Dijo Joseph un poco desanimado pero tomando el dinero- Solamente escalera de color.

Un mundo de asesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora