Let me know you -Vikturi One Shot

Let me know you

Básicamente este es el último trabajo que publico en el 2017, pero ya se vendrán nuevos proyectos en los siguientes días, me van a tener escribiendo más sobre el Vikturi eventualmente, así que por favor, sigan apoyando a esta hermosa pareja. 

¡Feliz 2018! 

Regalo especial para Yuki Gyo, ganadora de mi mini concurso por navidad. 

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Un ángel, eso era Yuri Katsuki para todo aquel que tenía la suerte de encontrarse con él. Pero al igual que hermoso, resultaba inalcanzable para la media poblacional. El chico no era pretencioso ni menos, él únicamente vivía su vida como debía, aunque la fama de poco accesible se debía al hecho de que era de pocos amigos, en su lista solo se hallaba Phichit su mejor amigo y su pequeño stalker que se abrió paso en su vida, Minami. Para Yuri estaba bien mantenerse apartado y bajo la creencia de ser invisible él no veía que todos a su alrededor parecían desear su atención, incluso cuando le coqueteaban en su trabajo de medio tiempo en una cafetería local.

Viktor por su parte sabía disponer de su buen físico, disfrutaba tener al mundo a sus pies, él era tan guapo como sólo un Dios podría ser. Así que nadie se le resistía, hasta aquel día en que se le ocurrió conocer al ángel del que todos hablaban. Entró a la cafetería y lo primero que notó fue la cantidad de clientes que hacían fila para que un chico de cabellos negros y piel nívea los atendiera. Su perfil resultaba exquisito y a medida que se acercaba podía notar porqué del alboroto. Viktor quedó prendado del chico asiático del café.

Deseaba acercarse a él pero sucedió que otra chica tomó su puesto y el chico se coló a la trastienda para no volver a salir, el ruso se sintió frustrado, pues por primera vez en su vida no pudo tener lo que deseaba. Un chico de tez morena pasó a su par moviéndose entre los clientes con familiaridad.

–Hey ¿dónde está Yuri?– preguntó a la chica de la barra y ella señaló hacia atrás.

–Te está esperando– anunció ella y el moreno se coló hacia la trastienda.

–Gracias Mari– dijo antes de desaparecer, Viktor supuso que el nombre de su ángel, era aquel dicho por el otro chico asiático. "Yuri". Y con el regusto de ese nombre decidió volver a su casa.

Viktor llegó al día siguiente buscando a Yuri, había hecho una pequeña labor de investigación sobre el chico y según Georgi, su fuente confiable, el joven y su familia eran los dueño de aquel café, su hermana era la chica que lo sustituyó, y su mejor amigo era ese moreno que se coló en la trastienda. Además solía verse con una chica llamada Yuuko y un tal ¿Kakeshi? ¿Tereshi? ¿Yadeshi...? O algo parecido. Aunque muy poco pues ellos no vivían en la misma ciudad. La fama de inalcanzable de Yuri no se había hecho de la nada, él solía rechazar a todos, chicas, chicos, él los rechazaba. Se mantenía con ese chico tailandés. Georgi incluso halló la cuenta de Instagram de Phichit, así que pudo ver la infinidad de fotos que el moreno subía, muchas de ellas con Yuri, pero una fotografía en especial llamó su atención. Solo aparecía Yuri viendo al mar con la luz del atardecer, la belleza del chico se evidenciaba a la perfección y Viktor quiso correr a pedirle una cita.

Así que estaba decidido a hacerlo, aunque varias personas lo reconocieron, él pasó de ellos yendo directamente a donde Yuri atendía a los clientes, retuvo la respiración en signo de nerviosismo, cosa que nunca le sucedía, y cuando fue su turno de ser atendido recordó que no sabía que pedir.

-Bienvenido ¿en qué puedo servirte?- dijo Yuri con una enorme sonrisa que generó un par de suspiros en los clientes.

-Quiero  un capuccino y tener una cita contigo- dijo Viktor directamente y el rostro de Yuri se volvió rojo de golpe. Sus ojos repararon en quien le hablaba y se puso tenso. Yuri amaba en secreto a Viktor, pero jamás se cruzaron, hasta ese momento en que el albino le pedía una cita y el cerebro de Yuri decidió colapsa, prácticamente hizo cortocircuito.