17.

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Mike Pov's
-Amigo esta mierda, esta mas que clara.-bufo y se paso la mano por su cabello. -lo que no entiendo es porque se fue.
-Vamos, son millones de razones para irse de aquí. Su hermano y su padre estan allá, sus amigas que le hicieron hasta lo que no le pidieron perdón y sabes ella nunca fue de perdonar sin antes darse un respiro, luego en Australia esta la académia más profesional, California la conocía de una manera no muy buena y supongo queria empezar de cero.
-Si, pero te ama, ¿no?
-No seas idiota, ella nunca amaría.
-¿Que?, Michael ahora mas que nunca me perdi.
-Si, ella no amaría...
No a esta edad, siempre le pareció una estupides, siempre opino que todos eramos unos retrógradas por desperdiciar los "te amo".
-Pero amigo, esta bien, se que la conoces como la palma de tu mano, como amiga... no como algo mas, tu no sabes si ella...
Te ama.
-Ruggero, ese no es el tema.-le dije mientras me dirigía a la cocina de nuestro apartamento, (su apartamento).
-¿La amas?
Voltie a verlo confuso.
-Si o no.
-Vamos viejo, te acabo de decir lo que opina ella respeto a ese tema.
-Si pero tu no eres ella, olvidate de la edad. Lo repito, ¿la amas?
-Si.
-¿Que haces hablando conmigo idiota?
-Bue...
-¡El estúpido aqui soy yo no tu!-se paro desesperado. -¡Ve a buscarla!
-A ver, "Mr. Consejero amoroso", hace un mes que se fue.
-¿Cuando recibiste su carta?
-Hoy a primera hora
-¡ESO NO IMPORTA!.-dijo brincando. -tenemos que hacer las maletas, ¡Ahora!
-¡Cálmate!
-¿No vas a luchar por ella o que?
-No es eso, simplemente es demaciado repentino, por algo ella se fue y no me...
No pude terminar la oración, porque ya habia recibido una fuerte bofetada.
-¿Ya reaccionaste?, olvídate todo, sigue el consejo de nana.- dijo sacudiendome los hombros
-Pero...
-¡Nada!.-inspiró para luego gritar. -¡Nos vamos a Australia!

(...)

-Y...- dije después de instalarnos en el hotel.
-¿Y?- Ruggero se golpeó en la cara.- Realmente eres un idiota, ¿no es así?
-¡Pudrete!.- dije levantándole el dedo de en medio.
-BÚSCALA MALDITO IDIOTA.
-Estoy harto.- suspire.- harto de ti, harto de todos, harto de sus malditas decisiones. Solo amigos, solo amigos.
Tal vez eso es lo que somos, no entiendo ni porque me tome la libertad de gastar en boletos de avión y en hospedaje, se cual va a ser su repuesta.
Dicho ultimo me dirigí a la puerta y deje a un Ruggero boquiabierto.

(...)

-Valla...
Quien diría que Valentina, mi chica flash, tenía una vida tan complicada.
-¿Tu chica que?
-Tranquilo corazón, soy cien por ciento gay.- Dylan suspiro y dijo.- le digo chica flash porque fue la primera de todos que se adapto, puso sus cosas en orden y consiguió unos cuantos amigos. Esa chica llena de odio y oscuridad que tu describes es todo lo contrario a Valentina.
-Sabes si habla con alguien, chat, videollamada, llamada o algo por él estilo...
-No.- rodó los ojos.- como te dije, solo se concentra en Sabrina y en mi.
-Bueno, otra razón para ir..
-Espera.- chasqueo los dedos.-ahora que recuerdo Sabrina me contó que una vez la cacho en él baño susurrando y sollozando. Creimos que estaba hablando con su madre o algo así, era chica, Sabrina alcanzó a escuchar un nombre, creo que era algo así como...
Belinda, Bere..
-¡Bella!.- dije casi gritando.
-Si, ese mismo nombre, valla eres muy inteligente y guapo.- dijo para despues hacer una sonrisa pícara.
-Creo que tengo que irme...
-Esta bien.
-No le comentes a nadie...
No puede terminar porque se escuchaban una risas en él pasillo.
-¡Escondete!
-Maldita sea, ¿en donde?
-Bajo la cama.
Las llaves se escuchaban en la cerradura, no tuve tiempo de renegar y me metí dentro.
-¡¡Dylan!!
Se escuchó una voz, era aguada pero no era la de ella.
-Maldita sea Dylan, traemos las manos ocupadas y tu no tuviste ni la molestia de abrirnos.
Es era su voz, se me acelero el corazon solo por escucharla despues de varios dias.
-Estaba en mi meditación, saben que no me gusta interrupción mientras hago la secuencia.
-Bla, bla, bla.
Volvió a sonar la voz aguda.
-Bueno, ahora a ti te toca acomodar todo, y..., rayos en que me senté.
Estaba sentada justo encima de mi. Podía ver esos converse tintos que le encantaba portar.
-Epa, eso es mio.- y vi otro pares de zapatos, ahora de hombre.
-¿Tuyo?
-Si amor, porque no seria mia.- dijo Dylan con nerviosismo.
El llavero
Mi llavero había quedado en la cama.
-Es solo que...
Bueno, pensé que los dijes eran únicos.
-¿Unicos de donde?.- se volvió a escuchar la voz aguda.
Y se me vino a la mente ese día

¿Solo Amigos?, solo eso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora