Caperucita Roja {FINALIZADA}

Secuestro

Desperté de lo peor... Me dolía todo el cuerpo. Me troné el cuello, los dedos, clac,clic,cloc... Sonaban. Cuando me mire a el espejo me di cuenta que tenía los ojos inchados...

Abrí la llave de el agua... estaba demasiado deprimida. Tenía que hacer algo para quitar ese hueco que tenía en mi corazón.

Me quité la ropa, y me metí a la bañera... antes de cerrar los ojos sentí como lágrimas caían de mis lagrimales... y de los lagrimales a mis cachetes. Y de mis cachetes a el agua de la bañera.

Cerré los ojos y me sumergí completa a la bañera... No se que pasaba por mi mente y sigo sin saber que es lo que siguió pasando. Pero en ese momento no tenía ganas de nada. Bueno. Si, de algo. Y era de, morirme.

Apreté mis ojos... Sentía como me faltaba el aire. Lo cual en ese momento era de mi agrado: sentir como desaparecía de este mundo.

Estaba arta de tener que fingir no tener dolor. Estaba ¡arta!. De un momento a otro me centia incapaz de moverme. Pero me levante de golpe. Se me avía ocurrido una idea. Una idea para sacar este dolor.

Antes de todo me puse ropa roja. Seguía extrañando mi caperuza. Intenté buscar algo con que sustituirla. Pero no lo encontré.

Tuve la mejor idea de todas. Recorte las sabanas de el cuarto y me hice una caperuza. Estaba contente con lo que cree. Pero eso no impedía que buscaría mi auténtica caperuza.

Cuando dio la noche pedí a un taxi que me llevara a la ciudad. Al llegar camine asta lo que era antes mi casa. Entre por la puerta tracera que daba a el sótano. Una vez ahí subí asta La Cocina.

Los perros estaban ahí. Pero no tenía problema ellos mi conocían. Lo que si era problema era que la silla de ruedas hace mucho ruido.

Me levante de esta y subí las escaleras sentada. Después de como 40 minutos.(pues eran muchas escaleras) me dirigí al cuarto de Mikaela.

Esta despierta viendo la ventana. Qué raro que estuviera despierta después de su hora de dormir.

-me mio detenida mente durante unos segundos y después grito.
-Martita!.

-shh.Dije poniendo un dedo en mis labios.

Antes de bajar escribí una nota para mis padres:
Hola, señores, tengo a su hija. No piensen ni que aunque me paguen todo el dinero de el mundo les entregaré a su hija. Ahora ella es mi hija. Y nada va a hacer que cambie de opinión.

Atte: Capeucita roja.

Baje con ella y la saque de la casa. Fui a la central y pedí 2 boletos para Texas. Subimos a el autobús y salimos de la ciudad.

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Esta es la nueva técnica que voy a hacer para esta (serie o libro o novela, no sé cómo llamarle). Los capítulos serán de aproximadamente 400 y 500 letras. Bye. Y feliz año nuevo.