♠ Once ♠

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Mark abrió la puerta de la entrada dejando ver una corta imagen del jardín, asomó con cuidado su cabeza por la abertura y visualizó a Jackson jugando con trozos de pasto sobre la vereda; Mark respiró calmadamente y, dándose ánimos para seguir, salió con lentitud por la puerta, dió unos cuantos pasos y estuvo a punto de llamarlo cuando le escuchó suspirar por lo que cobardemente cerró la puerta provocando un escandaloso ruido.

—¿Ahora que hago? - se dijo a sí mismo antes de intentar controlar su acelerada respiración, inhaló y exhaló justo como su padre le había enseñado a hacer luego del incidente con el pequeño carrusel y al sentirse mejor, intentó detener el molesto temblereo de sus manos. Sostuvo estas mismas contra su camisa de algodón y apretujó sus dedos contra las palmas en un intento de calmarse, respiró nuevamente y abrió la puerta como si nada hubiera pasado. Caminó en dirección al chico que lo esperaba con una tonta sonrisa en el rostro y se sentó junto a él una vez hubo llegado a su lado.

—Hey - dijo con un deje de sorpresa en la voz —Pensé que ya me habías olvidado aquí - acercó su rostro al del contrario, el cual se había quedado observandolo en silencio, y usó sus delgados y largos dedos para jugar con su flequillo —¿Eres cosquilloso? - preguntó al notar que él se alejaba cuando sus dedos hacían contacto con su piel, Mark se mantuvo en silencio y alejó nuevamente su rostro temiendo por la atrevida cercanía que su compañero tomaba ¡Oh, tan cosquilloso! - Jackson saltó sobre Mark y movió sus dedos sobre todo su cuerpo intentando hacerle cosquillas, Mark se encontraba rojo de vergüenza y aún cuando esas caricias no le divertían como lo haría a otras personas, río para ocultar la notable reacción que ocasionaban en él. Su cuerpo solía traicionarle en momentos como ese y habían sido muchas las veces en las que convertía ese tipo de inocentes caricias en algo que acabaría con él sudando junto a alguien más.

Mark intentó alejar la mano situada sobre su abdomen plano y se levantó con esmero una vez logró calmar la emoción de Jackson.

—Oh, lo siento. ¿Estás bien? - preguntó Jackson preocupado por su amigo.

—S-sí, s-solo n-necesito un poco de agua - respondió con dificultad el pelinegro.

Jackson se levantó del suelo velozmente y tomó la mano de Mark, volteó a verlo y con una mirada de ojos encantadores le dijo: —¡Vamos! - Mark se sonrojó sin poder evitarlo y siendo jalado por el chico llegó a la cocina de su casa, Jackson hizo que el castaño se sentara en uno de los asientos altos de la barra de la cocina y se movió con agilidad para conseguirle un frío vaso de agua. Esperó que terminara de tomárselo y se sentó junto a él, sostuvo sus suaves manos e hizo que le mirara a los ojos.

—Mark - empezó a recitar, siendo correspondido por un leve "¿Sí?" de parte del aludido —Si te hago una pregunta... ¿La responderías con sinceridad? - "Depende" respondió esta vez Mark Esa no es una respuesta válida, pequeño - sonrió Jackson risueño. Mark se sonrojó por décima vez y contestó un suave "Sí, lo haría". Jackson sonrió con mayor intensidad al escuchar su respuesta afirmativa y finalmente preguntó ¿Te gusto? - Mark bajó la cabeza avergonzado y Jackson se apresuró a explicar —Es solo que antes te habías enojado por que dije que no me gustabas y cuando me regañabas, puede ser que dejaras ver tus propios sentimientos... ¿Dime, te gusto?

—Sí, me gustas mucho. Me gustas más de lo que deberías - respondió luego de observarlo fijamente por unos segundos —Aunque aún no entiendo porque me gustas; eres guapo, muy guapo... - se detuvo al ver la sonrisa del contrario —Pero no eres el único chico lindo que existe, no sé porque me gustas.

Sassy Peter & A Different Wendy [Markson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora