Veneno

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No paraba de mirarte, antes, cuando ambos éramos felices. Te amaba tanto que me dolía, me dolía pensar que estabas con aquel hombre, el cual no podría amarte ni una mínima parte de lo que yo te amaba. No podía pensar en nada que no fuera en ti, por muchas veces que me escapaba e intentaba olvidarme de todo, por muchas chicas con las que estuve, solo para darme cuenta que solo te buscaba a ti dentro de esas chicas.

Al fin llegó el día en el que conocí al "amor de tu vida" .Era bastante feo para mi gusto, lo odié, lo odié con todo mi ser, por saber quien es el hombre con el que compartías tu alma, y ese mismo, no era yo.

Pero llegó el feliz día, un final feliz, por lo menos para mi, al fin tu vínculo con esa escoria había llegado a su fin, era sencillamente perfecto, ya me daba igual que no estuvieras conmigo, el se marchó por fin.

Te veía sufrir, y me destrozaba, pero en el fondo era feliz. Llegó el gran día en el que, sentados en un banco del parque, solo podía observar tus labios, antes frontera prohibida, pero ahora, algo menos prohibido.

No sabía lo que hacía, o sí, no lo recuerdo, pero acabe besándote, esperé por tu reacción con mis labios pegados a los tuyos, el olor de tu cuerpo era todo lo que podía respirar, al estar tan cerca de ti, y ese perfume me hacía teletransportarme al mejor de los lugares. Tu reacción no pudo ser mas placentera para mi, ¡ME CORRESPONDISTE!

Fue un tiempo maravilloso el que pasamos, pero como todo veneno, no pude evitar hacerte daño.

Ahora me odias, me odias tanto que me sigues amando, y yo sigo envenenándote, por que lo que quieres es morir por mi culpa, envenenada por el peor de los venenos.

Pero tu sigues y sigues y sigues, me haces la mayor tortura que pude tener en toda mi vida, mayor aún que la de no tenerte: Matarte poco a poco porque lo único que soy y seré, es veneno.

Uno de los peores.


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