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Los días han transcurrido tranquilos en Corea, el trabajo no está nada mal, de hecho ha empezado a gustarme mucho, nunca puedes imaginar todo lo que conlleva ser seguridad y mucho menos con un grupo de personas tan conocido, expuesto y ocupado como lo son estos chicos.

Con el machito ése, no ha pasado de sus algunas veces molestos comentarios, miradas o silencios, sin embargo, sus comentarios han empezado a cesar por alguna razón que desconozco, y por el momento no me molesta conocer, ya que con que me deje hacer mi trabajo bien yo estoy conforme con eso.

Mi primera navidad en Corea fue bastante distinta, obviamente ya no estaba en New York, donde podía visitar a mi madre para esas fechas, disfrutar de los festines que preparaba, de sus charlas, regalos que aún que seamos grandes mi hermano y yo, siempre se empeñaba en comprarnos obsequios, su compañía es lo que más extraño en estos tiempos, no solía vivir con ella allá, pero por alguna razón me sentía cerca de ella, sabía que si la necesitaba llegaría corriendo así viviese al otro lado del país, pero acá me separaban muchísimo más que unos kilómetros.

Mi noche de navidad consistió en sentarme a ver Doramas junto con una copa de vino tinto, una caja de pollo frito, cerveza y un cheesecake de fresa, el señor de la tienda me mencionó que es costumbre comer el pollo junto con cerveza, y deseaba disfrutar de algo dulce que disipará un poco el sentimiento de soledad que tenía ese día.

El lunes cuando llegue a la empresa, la secretaria me comentó que Gillian me esperaba en la sala de reuniones del 3 piso junto a los demás del personal de seguridad.

Al llegar Gillian empezo la reunión a los minutos y mientras revisabamos nuestra distribución para la semana, su comentario me dejó bastante impresionada

- los chicos deben ir a grabar un evento para fin de año a New York, Samuel, Eunwoo y Sunmi serán los encargados de ir como seguridad.

No esperaba volver tan pronto a New York, por lo menos podría llamar a mi madre desde el mismo país, eso me agradaba mucho.

Samuel y Eunwoo son 2 de mis compañeros en la empresa, son un poco más jóvenes que yo, pero son unos chicos bastante amables y trabajadores, siempre están atentos a todo y con ellos se puede trabajar bastante bien, por eso me agradan tanto, somos algo así como los 3 mosqueteros.

Los días pasaron y hoy tenemos que partir hacía New York, será un viaje bastante largo, solo recordar como llegué aquí luego de tantas horas, hace que me empiece a doler la cabeza y el trasero, pero ni modo, tendré que acostumbrarme a esto de estar viajando, espero que el hotel por lo menos sea lo más confortable posible.

- oh... Estoy demasiado emocionado por este viaje - comentó Hobi con su sonrisa singular-

- será genial participar en este programa - mencionó Jin uniéndose a la emoción que embargaba a Hobi -

- solo espero poder descansar antes de empezar - un Yoongi bastante serio pero imposible de ocultar su alegría se unió a la conversación -

- Hyung, me siento bastante nervioso - Jimin mencionó a RM-

- No debes estar nervioso, debes disfrutarlo Jimin - una palmada en el brazo de Jimin por parte de RM intentaba relajarlo -

- Sunmi, tú cómo te sientes? - Taehyung tomo la atención de los chicos con su pregunta hacía mí -

- yo estoy bien Taehyung, no te preocupes - le respondí con una sonrisa -

- oye Tae... No crees que deberías preocuparte por nosotros y no por ella - el amargo de Jungkook volvía a aparecer -

- Jungkook, no crees que yo debería preocuparme por quien yo quiera - le replicó bastante serio Taehyung a él-

- Tiene razón Jungkook - todos me miraron extrañados y espectantes a lo que diría yo - yo debo ser quién me preocupe por ustedes.

Y con eso lo único que me gane fue el silencio de todos y la mirada de Jungkook, estaba empezando a imponer respeto hacia mi frente a todos, y me ganaría el de Jungkook a como diera lugar.

Oscuras Atracciones • |Jeon Jungkook| • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora