Llámame.

¿Otra ronda?

Louis estaba acostado, eran las seis de la mañana, había dormido tres horas y había despertado para ir al baño. Cuando se volvió a acostar los recuerdos lo invadieron de golpe, con una ola de calor recorriendo su cuerpo.
Ese chico de ojos verdes besandolo, moviéndose dentro de él, follandolo, tocandolo...
Todos esos recuerdos invadieron a Louis y antes de que se diera cuenta tenía una mano en su pene, que estaba totalmente levantado y no le quedo más remedio que comenzar a masturbarse imaginando las grandes manos de Harry sobre él.

-Hmmmm- Gimió cuando el timbre de su celular sonó- "Maldición"- pensó.

-Diga.

-Lou.

-¿Harry?

-Hola.

-Hola.

-¿Llegaste bien a casa?

- Si Harry, hace tres horas. Gracias por preocuparte a tiempo. ¿Qué quieres?

-Sí, ammm quería, sólo, ya sabes saber si... quieres ¿otra ronda?

- Harry, mañana trabajo no puedo desvelarme más, no puedo salir.

- Espera- fue lo último que le oyó decir Louis porque Harry había colgado.
Despues de un un momento su teléfono volvió a sonar indicándo que Harry solicitaba una vídeo-llamada, reaccionó rápido y se puso una manta sobre su falo aún erecto y contesto.

- Louis, joder te ves más hermoso de lo que recordaba.

- Oh gracias per...-

- No, Lou espera de verdad necesito verte mira lo que has hecho- y sin escrúpulos le mostró su gran erección por la camara.

- Oh.

-¿Hagamos un trato si? Ya que no puedes salir de tu casa hagámoslo aquí, con ver como te tocas es suficiente para mi.

- De acuerdo- Las palabras salieron de repente de su boca sin que este pudiera detenerlas.

Y así comenzaron, a Louis le éxito de sobre manera ver a Harry tocándose y decidió darle una sorpresa para que el rizado gozara más de la vista.

-Un minuto- Dijo Louis entre gemidos desapareciendo de la vista de Harry unos segundo y cuando regresó traía algo en las manos:
Un consolador.

Lo froto lento pero sensual sobre su entrada, y comenzó a gemir, amaba su consolador pero estaba seguro que no le llenaba como Harry lo hacía.
Necesitaba uno nuevo.
Puso la cámara en una posición para que Harry no se perdiera de cada movimiento.
Harry se tocaba de una manera rápida, jalaba su pene bruscamente y se excitaba con la vista que Louis le regalaba de su entrada, tan abierta por y para él.
Harry le decía cosas pero Louis no lograba entenderlas.
Ambos estaban al borde.
Se sentían estallar.
Necesitaban volver a estar juntos, estaban seguros de eso.
Y con un gruñido escandaloso ambos terminaron, y así se quedaron algunos minutos disfrutando de su orgasmo hasta que Harry interrumpió el silencio.

-Mañana te espero en mi departamento, 5 de la tarde en punto, no llegues tarde. Te mando la dirección en un rato.

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Era domingo, 5 de tarde y Louis aún no sabía que rayos estaba haciendo afuera de ese edificio y no trabajando como debería.
Estaba a punto de darse la vuelta cuando una gruesa voz lo detuvo.

-¿Ya te vas?

-No-o.

-Entra.

En cuanto estuvieron dentro del departamento empezaron besarse como si el mañana no existiera.
Estaban necesitados de sentirse el uno al otro, después de largos minutos de besos calientes la ropa empezaba a sobrarles.
Louis quito la chaqueta de Harry y este no movia sus manos del trasero del ojiazul que, cuando acabo con su chaqueta continuo con su playera sin detenerse hasta llegar al cinturón de sus pantalones, Harry sólo asintió y Louis los desabrocho, lento, tan lento que Harry se desespero y arrancó de tajo la camisa de Louis tirando todos los botones de ella.
Ambos con manos torpes y temblorosas por la excitación quitaron el pantalón del otro y Louis se bajó su boxer esperando que Harry lo siguiera pero este se detuvo.

-Quitamelo tú- Cuando Louis acerco su mano sólo dijo.- con los dientes.

Y así Louis se agachó lentamente hasta quedar de rodillas, respiró profundo y comenzó a besar las piernas de Harry hasta encontrarse con un familiar bulto, tomó la tela entre sus dientes y la deslizó por las piernas del rizado hasta que su calzoncillo quedó a la altura de sus talones, y sin previo aviso comenzó a mamarsela, lo hacía mejor que incluso la primera vez, Harry se sentía en el cielo, con cada lamida que Louis le daba se daba cuenta que el
ojiazul amaba su polla dentro de su boca. La saboreaba, la lamia y ma succionaba cuál paleta, hasta los huevos.
Tomaba todo lo que podía, la saliva que utilizaba era la necesaria, No más ni menos, todo estaba bien.
Harry empezó a follarle la boca, fuerte pero asegurándose de que no sé ahogara.
Cuando estaba apunto de venirse Louis se despegó, y lo obligó a sentarse sobre el sofá y lentamente puso sus piernas al rededor del las del rizado y se penetró a si mismo, sin siquiera prepararse y coloco un condón en el pene de Harry de manera rapida, comenzo a cabalgarlo, una, dos, tres estocadas y Harry seguía sin encontrar su punto sensible hasta que lo levanto, lo puso contra la pared y se estiró para tomar una bufanda que tenía en la mesa y amarró de las manos de Louis.
- Me toca recompensarte por esa increíble mamada.
Y en ese momento beso la entrada de Louis y comenzó a penetrarla con su lengua, lo más profundo que podía llegar y después de un rato se acomodó y empezó a penetralo, mientras lo besaba en el cuello y le masturbaba con la otra mano.
Louis se sentía en la gloria.
Las manos de Harry hacían un trabajo excelente, su pene se acomodada a la perfección en él.
Se sintonisaban sus movimientos y lo besos que le regalaba Harry eran la cereza en el pastel.
No estaba seguro si era el cielo o el podido infierno pero no quería salir de ahí.
En poco tiempo ambos se había corrido.

-Desatame.

-¿Me llamaras tu la siguiente vez?

- No pensaba hacerlo, sólo pensaba venir mañana a las 5 aquí.

-Perfecto- río.

-Hasta mañana.

- Me encanta llamarte. Me encantas Lou.

-Lo mismo digo.

-¿Quieres salir conmigo?

-absolutamente.
Y así, una gran nueva historia de amor surgió en esa ciudad de una manera extraña e inesperada.

Bueno está parte no me gustó tanto, espero a ustedes si.

All The Love.♡