Fuerte Como Una Roca, Fría Como El Hielo

1 ¿Qué estás buscando?

"Despertar instantáneo", los japoneses lo llaman satori, y eso fue exactamente para mi. El principio del juego de la vida , para quienes el desanimo les persigue porque algo les salió mal; para quieres han tropezado y decaen en su fe.

Era la última semana del mes de septiembre, mi hermano mayor estaba de visita, "Raúl", él acababa de cumplir 19 años, es el primer hijo de mi papá en una relación que no fue tan estable.

Para mi papá Raúl era su tesoro; eso que amas más que a nada, su hijo consentido. Raúl vivía en Belice, junto con su mamá y sus otros hermanos.

(La noche de la partida de Raúl a Belice)
8:00 pm

Mi papá estaba llegando de trabajar, él nunca toma, pero ese día fue la excepción. Venía molesto, entró por la puerta principal, yo  estaba con Raúl jugando, al escuchar los gritos bajé corriendo de mi habitación al primer piso. Mi hermanos bajaron detrás de mí, Raúl nos envió a nuestras habitaciones al ver la escena, mi hermana menor Alexandra y mi hermano pequeño Estuardo se fueron, yo me quedé con Raúl.

Miré a mi mamá en la cocina llorando, gritándole a mi papá, no entendía porqué, hasta que escuché la razón de ese pleito. Mi papá tenía a una joven no más de 18 años trabajando con él como su asistente en el consultorio. Se había enrollado con ella en otro tipo de relación. Era obvio que mi mamá llorara sabiendo que había sido engañada... Y la única justificación de mi papá era que mi mamá estaba gorda y que no lo atendía como debería.

Lo que había empezado con un intercambio de gritos se convirtió en una escena de golpes bruscos. Observé como mi mamá le dió el primer empujón y él le respondió más fuerte, por supuesto como no, un hombre de aproximadamente 1.87m, no iba a lastimar a una mujer de 1.48m. Y sin contar la fuerza muscular.

Los golpes fueron empeorando, mi mamá empezó a lanzar todo lo que tenía en el frente. Tomó un cajón de la cocina y se lo lanzó en el brazo, el intento tomarla del hombro y ella lo mordió, él le respondió con un golpe fuerte en su brazo derecho. Provocando un moretón instantáneo en su piel blanca. Raúl se metió a detenerlos. Mi papá le gritó que no se metiera y mi mamá subió corriendo a hablarnos.

Mi papá subió a cambiarse, me miró  asustada y me dijo: - Vane, no pasa nada. Yo lo ví detenidamente, limpiando las lágrimas que caían de mis húmedos ojos. Y le contesté. -Tu has engañado a mi mamá con otra mujer. Él bajó la mirada y me dijo que no era como yo pensaba.

Bajó, tomó su automóvil y se fue para su clínica llevándose a Raúl, con todas sus maletas, lo enviaría de regreso a Belice.

En lo que él salió, mi mamá hizo unas llamadas y llegó la madrina de bautizo de Estuardo por nosotros. Nos llevó a su casa. Mi papá no estaba enterado de aquel hecho.

Cuando llegó y no encontró a nadie en casa. Empezó a llamar como loco. Mi mamá no atendió a ninguna de sus llamadas, estaba decidida a ir al siguiente día por la mañana al juzgado civil a denunciar a mi papá por agresión.

Y eso hizo, dió su denuncia. Y lo que no esperaba era que mi papá la había denunciado horas antes por la misma causa. Resulta que al tirarle el cajón le había fisurado una parte de la mano. Esto no podría estar peor, pensé.

El caso fue llevado ante el juez, mi papá al entrar por la puerta del lugar nos observó  sentados en una larga banca y salió a abrazarnos como si lleváramos años de no vernos. Al parecer como mi mamá es de Belice, él pensó que nos había llevado fuera del país. Y por supuesto nosotros estabamos emocionados de ver a mi papá, claro, algo que a mi mamá no le pareció en lo absoluto.

Terminó la sesión mi mamá se acercó, en su mirada se notaba ese sentimiento de decepción. Nos dijo que teníamos que tomar una decisión, quedarnos en casa con ella o irnos con mi papá. Si, así es, mi mamá había logrado hechar a mi papá de casa. No podía vernos durante la semana. Solo los fines.

No sabía que pensar. Un niño es entusiasmo, compromiso, energía, inocencia, imaginación y es la misma confianza personificada, algo o mucho de lo que carecen los adultos. Pero en ese momento yo carecía de todo ello.

***

Tenía una linda mascota desde que nací, su nombre era Goldy, era una Golden Retriver. Llegue a su jaula y como de costumbre me senté y hablé con ella. Se que suena raro, pero me gustaba contarle como me sentía normalmente, teniendo en cuenta que su única respuesta iban a ser unos lengüetazos y su manita en mi pierna.

Mi papá llegó donde me encontraba y me dijo que con quién pensaba irme. No supe que contestar, mis ojos no tardaron en llenarse de agua. Él me dijo que me amaba y que nosotros éramos lo más preciado que él tenía. Y que siempre iba a estar para nosotros.

No sabía que decir, ¿Qué podía decir un niña de 9 años, que solo pensaba en pasar tiempo con sus papis el domingo, en estudiar y llenar de colores lo que encontraba.

Él se fue, como debía serlo.
Yo era la hija mayor de la casa y tenía que aconsejar a una mujer de 31 años para que se calmara, me dolía muy dentro verla llorar. Sabía que no era la primera pelea pues mi habitación estaba jusqto a la par de la suya. Pero no me imaginaba a mi papá lejos nuestro. Y obviamente no era lo que yo quería.

Llegué donde se encontraba mi mamá y la abracé, le dije en voz baja. -No quiero que mi papi se vaya, quiero que estemos bien. Yo los amo a ambos. Ella me vio y me dijo que era lo mejor. Mientras secaba las lágrimas abundantes que caían por mis mejillas.

Esa noche mi papá volvió... Mi mamá lo había llamado para que no se fuera de casa. Con la condición de que dormirán en habitaciones separadas. Y nada de contacto físico.
Él accedió y le obsequió un libro en forma de un perdón. El libro se titula "A la mejor mujer del mundo".

Y que les digo...

La vida de un niño es como una pieza de papel en la que quienes lo tratan, le dejan una marca.