a fire that doesn't burn

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—Yongguk oppa...—

—Ya te he dicho que no me llames así, Junhong —

—Pero usted es mi oppa —respondió Junhong mirándolo.

—Soy tu hyung, debes llamarme "Yongguk hyung". —

—Pero la chicas de mi escuela llaman "oppa" a sus novios, así que usted es Yongguk oppa porque es mi novio. —se justificó trazando garabatos en el pecho sobre el suéter del mayor.

—¿Y quién dijo que soy tu novio, mocoso? —preguntó mosqueado viendo como los ojos de Junhong parpadeaban lentamente.

—Yo quiero mucho a Yongguk oppa, y Yongguk oppa me quiere. Eso nos hace novios —respondió antes de caer dormido.

Yongguk resopló cuando sintió como la cabeza de Junhong caía en su pecho y solo se acomodó en su cama para no lastimarse. Su mano se dirigió al cabello de Junhong y comenzó a acariciarlo suavemente.

Yongguk realmente no podía evitar querer a Junhong.

~ ~ ~

Cuando lo conoció pensó que solo era un niño caprichoso y mimado que solo le quería molestar. Él solo había salido a fumar cuando un niño alto tiró su cigarro.

—Fumar el malo —se justificó con una voz chillona.

—¿Tienes algún retraso? ¿Cómo te atreves a hacer eso? —preguntó totalmente molesto pero sin levantar la voz.

Gracias a su voz gruesa no hacía falta gritar ya que era lo suficientemente temible.

—Usted parece ser una buena persona así que no fume —respondió sonriendo y corrió felizmente.

Yongguk pudo notar que aquel niño irónicamente llevaba una caja de cigarros en la mano.

Bufó molesto por haber perdido su último cigarro así que volvió a casa. Desde siempre había dio a aquella banqueta fuera de la tienda convencional a fumar después de haber comido un delicioso plato de ramyeon pero ahora sus tardes se habían visto arruinadas por aquel niño de piel blanca sentándose a su lado a observarlo.

—Si quieres dinero solo pídelo pero me molesta tu presencia —dijo Yongguk escondiendo su cajetilla de cigarros con el miedo de que aquel niño se la arrebatara y se la tirara.

—Ya le he dicho que fumar es malo, ¿por qué lo sigue haciendo? —preguntó el niño haciendo un mohín.

—Porque no me importa lo que digas, ni siquiera te conozco. —respondió molesto.

Ni siquiera sabía porque hablaba con ese niño mimado pero ahí estaba siguiéndole la corriente.

—Por favor deje de hacerlo —dijo en un casi susurro.

Yongguk volteó a ver el rostro del niño que miraba tristemente la mal escondida cajetilla de cigarros.

—No lo haré, niño. Ahora vete que me molestas. —

Junhong solo resopló pero no se fue.

—Está bien, lo dejaré fumar. Pero no me iré, me gusta su compañía —contestó moviendo sus pies.

Yongguk solo miró confundido a aquel niño. Podía ser un total violador pero ese niño ¿disfrutaba de su compañía? Ni siquiera lo conocía. Aparte ¿qué es eso de que lo "dejará" fumar? Ni que tuviera que pedirle permiso.

Se resignó y sacó un cigarro de la nueva caja. Junhong miró cada movimiento del mayor hasta que tuvo el cigarro en su boca.

—¿Qué miras? —preguntó molesto.

like fire burning a flower «banglo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora