Te seguiré amando

Capítulo 2

"Me olvidaré de ti"

Narra Juanpa

Desperté enredado en las sábanas blancas de mi enorme habitación, las cortinas cubrían los rayos del sol y deben de ser al menos las dos de la tarde, miré mi despertador digital y efectivamente, los números rojos indicaban las dos con once minutos, pero no estaba solo, una rubia bastante guapa y completamente desnuda dormía a mi lado, ¿Cómo se llamaba? Creo que Rebeca o algo así. En fin, me levante de la cama y oh sorpresa, yo también estaba desnudo, me metí a la ducha y poco después salí, me coloqué una playera azul con mangas tres cuartos, un pantalón de mezclilla negro y unos vans del mismo color que el pantalón, hoy era mi día libre, así que nada de trajes. Me acerqué a la cama y sin un poco de cuidado sacudí el hombro de la chica.

Juanpa: Oye -Sacudí su hombro- Oye... -La volví a sacudir pero ella no se despertó- Hey, Rebeca -La moví ahora de todo el cuerpo haciendo que abriera los ojos poco a poco-

Rebeca: Hola, bombón -Me sonrió coqueta mientras se quitaba las sábanas de encima dejando a la vista su cuerpo desnudo-

Juanpa: ¿Podrías vestirte, Rebeca? Es hora de que te vayas -Dije poco amable-

Rebeca: No me llamo Rebeca -Me miró fulminante-

Juanpa: ¿Ah no? Oops, bueno como te llames, es hora de irte

Rebeca: ¡¿QUE?!

Juanpa: Shh, no grites, tengo vecinos

Rebeca: Idiota -Tomó su ropa del suelo y se la colocó rápidamente- Ah, por cierto, me llamo Ashley -Pasó a mi lado y me dio un fuerte rodillazo en mi entrepierna-

Juanpa: ¡Auch! Maldita zorra -Se escuchó la puerta principal cerrarse con fuerza-

Bajé a la cocina a prepararme algo de comer, me senté sobre el sofá y un mensaje había llegado a mi celular desbloqueándolo instantáneamente, apareció mi fondo de pantalla y por inercia esbocé una sonrisa al ver la imagen, ¿cómo era posible que la siguiera amando tanto? Esa chica hizo con mi corazón lo que ella quiso, se lo di en la mano y ella lo rompió en mil pedazos como si fuera cualquier basura, ¿cómo sigues amando a alguien después de eso? ¿qué tan estúpido tienes que ser para seguir ciego de amor? No hay peor ciego que el que puede ver y no quiere hacerlo.

Encendí la televisión y apareció ella en una entrevista, mi corazón se estrujó al verla tan hermosa, era imposible, no, no, no... no podía verse más hermosa de lo que recordaba, pero era cierto, se veía radiante, como si los años no hubieran avanzado en ella, yo la seguía viendo tan conservada como hace cinco años, Dios, ¿qué tan enamorado debo de estar? ¿qué tan idiota me debo ver ante todos por ella?

He hablado con Bella un par de veces, sigue siendo mi amiga a pesar de todo, sé que está viviendo con ___ y no hay día que no la llame para preguntarle cómo están, siempre pregunto por ella, siempre y sin excepción; por lo que sé, aún no tiene novio pero si bastantes pretendientes como de costumbre. Mi ___, mi hermosa y bella ___, a veces me da la locura por ir a Barcelona y buscarla, tal vez hablar, aunque me conformaría con solo verla en persona, ¡Dios! Me conformaría con besar el suelo por el que camina, me humillaría delante de ella cuantas veces fueran necesarias para que me volviera amar. Suelo verla en entrevistas y en comerciales, se ha vuelto una modelo muy famosa y codiciada... pensar que un día, esa mujer tan bella en la que se ha convertido fue mía, hace años, muchos, muchos años, yo era la razón de sus sonrisa y los labios que ella besaba, era mi vida y la vida se me escapó en un segundo, el asunto se me fue de las manos pero mi amor por ella se quedó para atormentarme.

Una lágrima cayó por mi mejilla, Cielo santo, aún parezco un bebé llorón al recordarla, soy un maldito masoquista, pienso en ella día y noche aún sabiendo que terminaré rompiéndome el alma. Porque mi corazón ya estaba tan herido, tan arañado que no soportaría una bandita más, es por eso que el dolor comenzó a quebrantar mi alma, como si no hubiera sido suficiente con el corazón, fue por mi alma.

Pero ahora estoy seguro de una sola cosa, la única que aprendí tras su partida, en el amor no existe la dignidad pero debo al menos intentarlo y me he intentado prometer que si algún día la vuelvo a ver, si nuestros caminos se vuelven a cruzar no le volveré a entregar mi corazón, por mucho que duela y anhele hacerlo, no lo haré, ni aunque ella me lo pida, no puedo hacerlo, no debo hacerlo.

Pero claro, esas son solo mis miserables esperanzas... esperanzas de no volver a amarla.

:·:·:·

No lloren mucho. ¡Besos!