EL VIAJE A HOGWARTS

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POV____

Estábamos en el coche camino a Kings Cross cuando le volví a preguntar a mi padre si quedaba mucho para llegar, y, aunque me respondió que no, lo único en lo que yo pensaba era en que ese maldito viaje se acabara de una vez

-Vilu, pásame la botella de agua - dijo Emma.

-La tiene Erik - respondió Violetta sin tan siquiera levantar la cabeza, que tenía apoyada en el cristal de la ventana.

-Erik, pásame la botella porfa - volvió a insistir Emma con hastío en su voz.

-La tiene Odette – contestó él, disimulando una sonrisa que indicaba problemas.

-No tiene agua, pero si la quieres yo te la doy –dijo nuestra hermana pequeña, riéndose, por el vano intento de Emma de encontrar algo liquido dentro de nuestro coche.

-____ "ta" (tu apodo), entonces, cuando vuelva a casa voy a tu habitación; levanto el tablón suelto debajo de la cama, saco el tinte, lo echo en el champú de Emma, te lo envío por lechuza y ruego a Merlín porque entres en Gryffindor, ¿no?- me preguntó Jairo haciendo acopio de todo lo que le dije antes de salir de casa.

- Sí, básicamente ese es el plan. Yo ya tengo el picapica mezclado con sus cremas y también tengo listo el cepillo de Derek para que cuando se levante parezca que ha metido los dedos en un enchufe- respondí en voz baja para no delatarnos.

- ¿Has cogido la cámara?- me dijo con un atisbo de duda en su voz. ¡No puede ser! ¡Se me ha olvidado lo más importante! Lo miré con mi mejor cara de "no he roto un plato en mi vida"

-Tercer cajón de la cómoda, a la derecha, ¿me equivoco?- dijo sonriendo ladinamente con su mejor cara de "eres un desastre y lo sabes"

-Estás en lo cierto hermanito, pero acuérdate de que está al fondo.

Ni medio segundo después de haber dicho eso, oí como mi madre nos decía que ya habíamos llegado y el resto de mis hermanos se emocionó por salir de ese coche claustrofóbico. Nos bajamos del coche y mamá fue a por los carritos para que pudiésemos llevar nuestras cosas fácilmente. Cargamos nuestros baúles, escobas, lechuzas, etc. y entramos en la estación. La gente nos miraba raro al pasar y yo lo entiendo. No tiene que ser muy normal para los muggles ver a un grupo de cuatro rubios y cinco pelirrojos, algunos con lechuzas en sus carritos, entrando a la estación de trenes.

Mientras caminábamos a los andenes 9 y 10, yo me sentía como si tuviese elefantes en estampida en el estómago, cuando mi padre se puso a mi lado y me preguntó si estaba nerviosa.

-Si sentir que tienes una manada de elefantes en estampida en el estómago es estar nerviosa, sí lo estoy, y mucho.

Sé que soy una exagerada, pero al que no le guste que no mire. Una vez dicho eso, mi padre intentó calmar mis nervios, y digo intentó porque en ese momento tenía más dudas que un filósofo cuestionando el universo. Le pregunté qué pasaría si no entraba en Gryffindor o en Ravenclaw y él me tranquilizó diciendo lo más obvio del mundo, pero que era lo que yo necesitaba oír: "Simplemente no estarás en la casa de los leones o las águilas, no te vamos a repudiar porque no hayas entrado en esas casas, eres nuestra hija y te queremos por cómo eres."

"Salté" encima de él y le di un gran abrazo, pues sabía que no le vería hasta dentro de unos cuantos meses.

Después de eso, mamá se puso a dar órdenes a todo el que se le ponía por delante.

-Derek, tú cruzarás el primero junto a Violetta y Odette; después cruzaréis Emma y ____, por último cruzaremos papá, Erik, Jairo y yo. Acordaos de esperarnos allí cuando lleguéis al otro lado.- dijo sin pararse a respirar.

Llegó la hora, tengo que atravesar el muro que me separa del andén nueve y tres cuartos y no me da buena espina, es más, a mis ojos ese condenado muro parece sólido, DEMASIADO SÓLIDO. ¿Alguna vez has sentido que una tormenta tropical te está pasando por el estómago? Porque yo sí, y puedo asegurar que no es para nada agradable y encima Emma me hizo la pregunta menos indicada en ese momento.

-Vamos ____, ¿estás nerviosa?- dijo retóricamente.

-Mucho, no quiero decepcionar a mamá y a papá, ni a vosotros.- le contesté.

-Tranquila ____"ta", no decepcionarás a nadie.- le di las gracias y la muy graciosa me las devolvió con una oración burlesca que consiguió que mis nervios se multiplicaran por dos. Creo que me lo voy a pasar MUY bien con mi hermana este año.

Allá vamos, cogí carrerilla y empecé a correr hacia el muro. Me voy a chocar, me voy a chocar, me voy a chocar...

- ____ "ta" ya puedes abrir los ojos- me dijo.

-¡No me he chocado contra el muro!- grité emocionada.

-¿Pensabas que te ibas a chocar?- dijo y yo rodé los ojos ignorándola. En cuanto nos encontramos con los que ya habían cruzado, llegaron nuestros padres metiéndonos prisa para dejar nuestras cosas en los vagones del tren.

Cuando ya estábamos en el tren empezaron las despedidas.

-¡Adiós hijos, pasadlo bien y escribidnos pronto! ¡Y portaos bien!-nos gritó nuestra madre por encima de todo el ruido, nuestro padre solo agitaba la mano en forma de despedida mientras sujetaba a Erik que quería subir al tren para venir con nosotros.

-¡Adiós mamá, adiós papá, adiós chicos! ¡Os queremos!- les gritamos en respuesta justo antes de coger la curva y perderlos de vista. En ese momento mis hermanos me dijeron que iban a buscar a sus amigos y Derek empezó con una escena de sobreprotección, que se vio destrozada gracias a mis hermanas (cosa que agradezco bastante), a lo que en respuesta nos sacó la lengua y se fue.

- Te dejamos bicho. No asesines a nadie con tu carácter de pelirroja.- dijeron mis hermanas.

-Ni isisinis i nidii cin ti cirictir di pililirriji.- me burlé yo. Se fueron y unos minutos después dos chicos llamaron a la puerta.

-Hola, ¿podemos sentarnos? El resto de compartimentos están llenos.- preguntó el chaval con gafas.

-Claro, a menos que seáis asesinos en serie y vengáis a matarme, no veo porque no.- dije intentando ser amable.

-Yo soy James Sirius Potter y él es mi primo, Fred Weasley, ¿tú cómo te llamas?- dijo señalando al pelirrojo que había a su lado para luego mirarme interrogativamente.

-____ Elisabeth Stone, encantada.- respondí mientras ellos se sentaban, el que creo que se llamaba Fred, en frente y el tal James a mi lado.

-Me suena mucho tu apellido, ¿puede ser que tengas una hermana que se llama Violetta?- me preguntó el pelirrojo con cara de estar haciendo memoria.

-Sí y ojalá fuera solo una, aparte de Violetta tengo cinco hermanos más, y casualmente, soy la mediana. –dije con mi mejor voz hastiada. El moreno hizo una mueca antes de comentar que tenía dos hermanos pequeños a los que, a veces, no soportaba. Sin embargo, Fred dijo que tenía una hermana pequeña con la que estaba encantado aunque a veces diera un poco de miedo (concretamente cuando se enfadaba).

Les comenté que unas de las desventajas de ser la mediana en mi familia eran que mis padres no siempre se acordaban de mí; que solía ser la última en muchas cosas y que la mayor parte de veces que había que castigar a alguien por algo,era a mí, ya que a nadie le gusta estar castigado y se ponían de acuerdo en echarme a mí la culpa. Después de eso, seguimos hablando de temas variados y teniendo mini debates por ciertas cosas en las que no nos poníamos de acuerdo.

Mi Pelirroja (James Sirius Potter y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora