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Bajó la parte inferior de mi traje de baño y comenzó a frotar la palma de su mano contra mis partes bajas, me gustaría decir que estaba llevando esto con madurez y como toda una experta en sexo, pero la realidad es que estaba más mojada que el atlántico, gimiendo sin control y haciendo puños las sabanas de mi cama, lo se: patético. De un momento a otro tenía su cabeza entre mis piernas mientras el soplaba, si, estaba soplando ahí, no tengo idea que es peor: que el hiciera eso, o que me estuviera gustando.

Mike subió hasta mi cara y con su nariz delineo mi oreja y susurro- Ya lo comprobé, sabes bien en todas partes- y contorneo el arco de mi oreja con su lengua. Tome un gran respiro, me arme de valor y pasee mis manos por el elástico de su bóxer que dejaba a la vista el short- Me temo que estas en ventaja- le dije y acto seguido chupe su labio inferior.

Empuje a Mike contra la cama, él estaba acostado y yo encima de el a horcadas, comencé a besarlo esta vez yo llevaba el control, mis besos fueron bajando por su cuello en el que me encargue de dejar una marca y seguí bajando hasta sus abdominales donde me detuve y alce el rostro para mirarlo -él ya estaba observándome- procedí a lamer su abdomen –Mels no sabes lo sexy que te ves en estos momentos- dijo con una sonrisa de lado.

-Shh - seguí bajando con mi lengua hasta su vientre bajo y me dispuse a quitar su short y su bóxer de una. Madre Mía había despertado a una bestia, no había forma humana de que eso entrara en mí. Lo tome en mi mano y comencé a mover mi mano hacia arriba y hacia abajo -la sonrisa se borró de su rostro- de un momento otro lo lamí por toda su longitud hasta llegar a la cima donde deje un beso casto y después sople –los dos podíamos jugas este juego-.

-Maldición Melody- Jadeo Mike mientras apretada la sabana en sus puños.

Introduje su miembro en mi boca y lo empuje hasta el fondo de mi garganta, lo saque y comencé a jugar con su pene e mi boca usando mi lengua, a estas alturas las manos de Mike estaban en mi cabello, lo saque de mi boca y lamí su cima cuando de repente Mike quita sus manos de mi cabeza y me sube; en un rápido movimiento estoy debajo de él.

-Te necesito ahora Melody- después de esas palabras comenzó a introducirse lentamente en mí y se quedó quieto esperando mi reacción, sentía que me habían metido un tubo PVC en la vagina y se me humedecieron los ojos. –Estas bien? Necesitas que salga?- pregunto Mike quitando algunos mechones de mi cara pegados por el sudor

-Estoy bien, solo muévete un poco- ya había comenzado a acostumbrarme a él dentro de mí. Y así comenzó un suave vaivén de caderas que me estaba volviendo loca – Mas rápido- dije en mi momento de perdición. Y ahí empezó todo, Mike empezó a moverse más fuerte contra mí, con desespero, con anhelación, yo estaba subiendo rápidamente en mi nube de éxtasis, lo único que se escuchaba a nuestro alrededor era el sonido de las pieles chocando y nuestros gemidos; y de repente mi nube se reventó y caí en un espiral de desenfreno y lujuria en el que de mis labios salía algo parecido a su nombre sentí una estocada más en la que Mike llego al fondo y ahí se reventó su nube de orgasmo mientras decía mi nombre.

Duramos un rato ahí respirando, el encima de mí, todavía dentro de mí, cuando Mike se acercó y dijo: -No necesito morir para sentirme parte de un todo-

Tenías razón Mike, no necesitamos morir para ser parte de un todo, juntos somos un todo.

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2018 ⏰

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Melody el ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora