幽霊 ghostie. ♡pjm

いち.

Mis ojos se abrieron poco a poco, intentando adaptarme a la fuerte luz que pegaba directo a mi rostro.
Se trataba del sol, el cielo estaba bastante despejado.

Por algún motivo, me sentía liviana, como si fuese muy delgada..

No había más que un montón de flores alrededor de mi, el viento ondeaba su pétalos y noté algunas hojas de árbol siendo llevadas por el aire.

Lo más extraño, es que yo no podía sentir ese viento.

No tenía idea de lo que sentía en ese momento.

Me puse de pie, sintiendo mis piernas y el resto de mi cuerpo con algo de extrañez. Como si fuese la primera vez que caminas, las piernas te tiemblan, te balanceas hacia delante y atrás tratando de guardar el equilibrio.

Observé todo a mi alrededor, no sabía dónde estaba.

¿Esto era un sueño?

Gire a mis espaldas y una puerta yacía ahí.
Camine hacia ella, sintiendo algo de curiosidad.

Gire la perilla, nuevamente esa luz cegadora me impidió ver y cuando abrí los ojos, vi el techo de mi habitación.

―Fue un sueño.――Pronuncié y me senté en la cama.

Estaba en casa, mi cuerpo dolía, y aquella sensación rara no se marchaba.

―Tal vez pesqué un resfriado ayer en la fogata.

Fogata.
¿Cómo llegue a casa ayer?

―¿Mamá?―― pregunté en un grito. ―― ¡Mamá!

No hubo respuesta, mire la hora.
―Debe estar en el trabajo.

Aún confundida, no deje de pensar en lo que paso anoche.

Estaba en la escuela... ¿Cómo es que llegue a casa?

¿Esto es otro sueño?

Me puse de pie en dirección al baño. La ropa que llevo puesta es la misma que ayer.

Mi atención se fue a mi rostro.

¡Estaba demasiado pálida! ¿Acaso enferme?

Me asusté por eso.

Mis ojos no brillaban como antes.

Mi cabello estaba seco.

Mis labios resecos y morados pastel.

El ruido del teléfono, aquel timbrado sonó por toda mi habitación, y escuché que atendieron.

―¡Mamá! grité bajando las escaleras.

La vi de espaldas.

―Mamá...mira como he despertado.――pero ella hacía caso omiso.

―Entiendo...por favor si sabe algo... llámeme.――dijo y colgó.

―¿De qué hablas mamá? ¿Ha pasado algo? ¿Por qué sigues aquí?

La vi darse la vuelta y miro a donde yo estaba de pie.

―Menos mal me escuchas, mira como estoy, creo que estoy enferma.―― Camine hasta ella y ella hacía mi.

―Me siento muy mareada, y vacía, mamá ¿Que ten―

me atravesó por completo.

¿Cómo pudo pasar eso?

Me quedé helada mirando a mamá caminar a la sala, sentándose en el sofá y llorando.

―¿Mamá?――mis ojos lagrimearon, corrí hacía ella y toque su brazo pero este lo traspasaba.

―¿Por qué no puedo tocarte? Mamá, ¿Qué me pasa?

El teléfono volvió a sonar y corrió a contestar.

―¿Amor? No...aún no hay noticias..no la encuentran aún...cariño te necesito aquí me estoy derrumbando, mi niña...no sé dónde está mi niña.

¿Mi niña? 

¿Me está buscando? Aquí estoy.

―Mamá, aquí estoy... mamá.

Intenté tocarla de nuevo y fue en vano.

Esto debe ser un sueño, estoy soñando, estoy dormida...es hora de despertar.

Abrí y cerré los ojos, nada pasaba, nada cambiaba.

No,no,no.

Me deslice por la pared de la sala y abracé mis piernas buscando consuelo.

Llore, estaba asustada, ¿Que me ocurría? ¿Que mierda pasaba? ¿Por qué no me ve? ¿Por qué no me escucha? Seguí llorando y entonces me di cuenta de algo.

Mi pecho no subía y bajaba como de costumbre.

Puse mi mano sobre mi pecho y no sentía mi corazón.

Desconcertada, quedé callada por un corto momento. Solo con los sollozos de mamá se escuchaban.

Mi corazón no estaba latiendo.

No estaba respirando.