Desa se despertó sobresaltada por culpa de unos fuertes golpes, llamaban a la puerta. No era algo habitual a esas horas. Fue levitando con cuidado hasta la puerta, rezando para que no fuera alguno de los grupos de elfos oscuros que estaban saqueando casas últimamente debido a la escasez. Abrió la puerta de golpe y un vampiro chamuscado cayó al suelo de su casa. Era Baital, que gritaba de dolor. Rápidamente Desa fue a preparar un ungüento para sanar sus quemaduras.
Estaba ya acostumbrada a encontrarse con este tipo de situaciones, todos sus amigos recurrían a ella cada vez que acababan heridos en combate ya que era la única hada dispuesta a ayudar.
-¿Con quién os habéis peleado esta vez?- Le preguntó mientras le aplicaba el bálsamo.
-Con los mal nacidos de los centauros.- Le dijo Baital mientras intentaba reprimirlos gritos por culpa del escozor.
-¿No estabais cooperando juntos en la resistencia?
-Si, pero todo tiene que ser a su manera, son incapaces de cooperar, malditos ponis salvajes. A este paso seremos esclavos de los humanos para siempre.
Baital era el jefe de la sociedad vampírica del submundo y uno de los grandes líderes de la resistencia, que lucha por la libertad de los seres míticos que están confinados en el submundo por culpa de los seres humanos.
-Bueno, deja de refunfuñar, que has estado a punto de morir por quedarte peleando hasta el amanecer. No pienses en esas cosas ahora, todavía estas grave. Ya te preocuparás por todo esto mañana, por ahora, descansa.
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la revolución del submundo
FantasyLa historia de seres de dos mundos que rompen con lo establecido en inician la mayor revolución que se haya visto en la historia de sunset city