En un local de comida mexicana, dentro del centro comercial de París, una chica de cabellos azabaches no paraba de reír al ver a su compañero todo rojo de la cara y sacando la lengua como si fuera un perro.
—Madi, edto pica mutdo.— dijo Adrien agitando las manos tratando de aminorar el calor que se le subía a la cara.
Otra carcajada de parte de la chica, quien estaba dibujando en su cuaderno, pero se detuvo al no poder con la risa.
Ambos estaban solos en el lugar, y solo había un chef atendiendolos. Era un amigo de sus padres, Marinette lo llamó de último minuto pero no tuvo inconveniente en ayudarla.
— ¿Todo está bien, muchachos?— habló el hombre aguantando la risa.
— Si...—otra risa.— ... Solo algo picante...— las lágrimas le salían a la chica y el rubio no dejaba de jadear.
—Tranquilo, amigo...— rió ligeramente viendo al chico.— te traeré una soda y papas fritas. Con eso bastará para tu lengua.
El chef primero le dió una soda bastante fría y después se retiró hacia la cocina.
El chico la bebió tan desesperado que le chorreaban unas gotas por el mentón y los lados, manchando ligeramente su camisa.
— Ahhh...— soltó después de beber.
— Oh, Adrien.— apaciguó su risa y tomó una servilleta para limpiarle los labios.
Se felicitó mentalmente, pues cada vez era menos su nerviosismo y no sentía que se sonrojaba con cada acto del chico.
En cambio, Adrien, comenzaba a sonrojarse, a ponerse nervioso y le costaba más resistirse para poder besarla.
— Listo.— Dijo mirando sus verdes ojos.
— Gracias, Mari.— Adrien tomó la mano con la que sujetaba la servilleta entre la de él y la apretó sin ser brusco. Arrugando la servilleta.— Eres muy linda.— sonrió.
Ella también sonrió, solo que soltando una risa boba.— Eh, Huh, gracias, también.— bajo la vista y el rubio soltó su mano.
— ¿Ya me darás mi dibujo?
— Aún no acabo, se más paciente.— volvió a retomar la actividad.
— De acuerdo. Pero debe de estar autografiada por tí.
— De acuerdo.— se mordió el labio inferior mirando su dibujo.
Pasó un rato más, Adrien se comió sus papas y Marinette terminó el dibujo.
Tomaron sus cosas listos para irse.
— Adrien, ¿Podrías esperarme? Debo ir al baño.
— Claro, estaré afuera.
Adrien se llevó el estuche de Marinette, dió las gracias al chef y le deseo un feliz año nuevo, y salió del lugar.
Mientras esperaba, vio a alguien a quien no esperaba volver a ver.
— Hola Adrien.— dijo ella.
— Oh, Hola Lila ¿Qué haces aquí?
— Vine a buscar a mi padre, está cerrando su tienda ¿Y tú?— se mordió el labio y se acercó más al rubio.
— Yo, estoy con Marinette. Los dos estabamos solos este día así que decidimos pasear un rato.— sonrió amablemente.
~•~
Mientras en el baño, Marinette se miró en el espejo y arregló su cabello lo más que pudo,Tikki abrió la bolsita y le dió el labial y ella se lo puso sonriente.
Después, su misma amiga le dió una cajita con mentas.
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Diez Deseos (Historia Corta) ||MLB||
Hayran Kurgu¿Siempre has querido realizar cosas antes de que llegue el nuevo año? Pues Marinette y Adrien si, pero su inconveniente es que no saben cómo realizarlos antes de que den las doce en punto, puesto que solo les quedan horas para aquello, así que nece...