Capítulo 5

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Ya era por la mañana, Máx había estado toda la noche en el hospital.
Según el médico el agua que se bebió estaba bastante contaminada y por eso le dolía tanto la tripa. Sólo había sido un susto.
El médico les ordenó a la familia Rayan que compren botellas de agua para beber mientras les arreglaban el grifo.
-Agua contaminada, agua contaminada- repetía la señora Rayan con ironía mientras andaba apurada por un pasillo, al lado ella se situaban Máx y su padre, que la intentaban seguir el ritmo - ayer el agua no estaba contaminada.-
- Bueno cariño por lo menos solo ha sido un susto.- dijo el señor Rayan intentando ponerse al lado de su mujer.
El pasillo se acababa y delante había un puerta blanca.
- Por cierto, tu amigitos han venido a verte- dijo la señora Rayan abriendo la puerta de golpe.
Máx se sorprendió al ver sus amigos sentados en aquella sala. Estaban dormidos, parecía que la llevaban esperando mucho tiempo. La cabeza de Michel estaba apollada en la de David ,y la de Lucas se apollaba en la silla de Michel, dejando caer sus babas en el hombro de este.
A Máx casi le daba pena despertarles. Dió una palmada fuerte. Se despiertan y al ver a Máx, los tres corren a abrazarla y ella no puede evitar sonreír. Estaban todos contentos pero Michel cambia la mirada al ver su hombro lleno de babas.
-¡¡ Lucas!!- exclamó Michel limpiándose las babas con cara de asco. Todos se empezaron a reír mientras Lucas ponía cara de inocente.

El patio del colegio estaba más ruidoso de lo normal, los niños gritaban cuando metían gol y las niñas cuando otro niño las molestaba o perdían una muñeca.
Los cuatro amigos se sentaban bajo el árbol de siempre. Estaban hablando de lo que le había pasado a Máx, nadie se lo podía creer.
- Lo raro es que ayer el agua estaba correctamente.- dijo Máx pensativa.
A nadie se le ocurría nada que decir, hubo un silencio durante un rato, hasta que David lo interrumpió.
- Y ¿qué pasa con lo de Billy?-
- Creo que hay cosas más importantes, además Lucas sigue castigado.- dijo Michel.
-De eso nada- dijo Lucas negando con la cabeza- tengo un plan que hará que mi madre me perdone.-
- ¿En serio?¿cuál?- dijo Máx no muy convencida y ansiosa de oír la respuesta.
- A mi madre le gustan los ramos de flores y el chocolate, por eso se lo voy a mandar por correo , pero con el nombre de mi padre. Ella pensará que ha sido él el que las ha encargado y se pondrá muy contenta. Y mientras que pasa todo eso ayudaré en las tareas de la casa, entonces, como mi madre estará contenta conmigo ,me levantará el castigo.-
Los tres estaban confusos, no sabían si el plan iba a salir bien, pero no les quedaba más remedio que confiar en él.

La Desparición de BillyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora