•Inicio del chico malo•

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Todo tiene un inicio.

El inicio de Lyan "el chico malo" Wood también.

Cuando Lyan tenía 13 años sus padres estaban en la mejor etapa, su mamá estaba vendiendo su nuevo libro, su papá tenía asegurado su trabajo por los siguientes dos años, los hermanos Wood eran los promedios mas altos en sus respectivas escuelas, tenian amigos reales, todo iba perfecto.

Entonces pasó.

Lyan salió con su hermana menor el sábado al parque el cual se encontraba a unas cuadras de su casa, su hermana tenía 11 años por lo cual no podía ir sola y el lugar según decían era seguro, ya que siempre rondaban policías por ahí.

Pero, justamente ese día, no había ninguna patrulla. Lyan estaba con Jennifer—su hermana—, jugando unos carreritas para ver quien llegaba primero. Lyan gano por unos cuantos centímetro.

— Eres demasiado lenta enana— le dijo Lyan a la pelirroja la cual le dio un puñetazo en el brazo a lo cual rió ya que no le había dolido—, no te preocupes tortuga aún así te quiero montones.

— Yo también te quiero demasiado hermano mayor— le contestó Jennifer mientras le daba otro puñetaso.

Media hora después de jugar se cansaron y empezaron su camino de regreso a casa.

No habían llegado ni a la esquina cuando un carro Aerostar negro, freno frente a ellos y un hombre de aproximadamente 1.70 metros de altura y con un pasamontañas bajo del auto.

A la primera que agarró fue a su hermana, ya que ella estaba más cerca de la carretera, donde casualmente no estaba pasando ningún carro. Lyan intento jalarla con toda sus fuerzas, hasta un punto donde la estaba lastimado y lo sabía ya que ella había empezado a llorar, pero no le importó, él sólo la quería a salvo.

Entonces, el señor lo empujó y cayó al piso, golpeandose la cabeza y desmayandose al instante.

Cuando despertó, había un médico del lado derecho entonces reconoció esas paredes blancas, el olor a lima-limon demasiado fuerte para su gusto y unas sabanas blancas.

Estaba en el hospital, sus padres estaban del lado derecho de la cama abrazadolo, mirandolo, esperando a que despertara.

Cuando él abrió los ojos, ellos lo abrazaron de abrazos y besos.

Él no lo merecía, se habían llevado a su hermana por su culpa, él no fue lo suficientemente fuerte. Esos pensamientos rondaban en la mente de Lyan mientras intentaba no derrumbarse.

Él sentía que no hizo todo lo que pudo. Empezó a llorar mientras su mamá sólo le decía que Jennifer iba a estar bien, que la iban a encontrar.

Esas palabras, le daban esperanza, mas no le quitaban la culpa.

Lyan seguía llorando y negaba con la cabeza.

— Hiciste lo que pudiste hijo— le dijo Evan tamando su mano y dando un apretón.

¿Entonces por qué ese sentimiento de que pude haber hecho más no se va? Se cuestionaba el chico de ojos miel.

Pasaron 3 semanas hasta que los secuestradores llamron y dieron el precio del rescate.

2 millones de pesos.

Si él ya tenía mucho peso con el que cargar, ahora mas, sus padres no tenían todo ese dinero, apenas y juntaban la mitad.

Él lloraba todas las noches; sus papás siempre iban a consolarlo.

Todos estaban destruidos.

Desesperados por conseguir dinero empezaron a hacer llamadas, su tía Meg y sus tíos Derek y Kyle también fueron a acompañar a la familia y ayudarla en lo que pudieran, como llevar a Lyan a la escuela, recogerlo y también económicamente.

Oye, ¿es cierto todo lo que dicen de ti? (#EM2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora