La joven de la discoteca

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Aquí se celebra en el mes de febrero una fiesta muy particular, a la que llamamos carnaval, donde la gente suele disfrasarce con toda clase de vestimentas, algunos dicen que esta fiesta es del demonio, pero yo no soy muy creyente de esas cosas, al menos en ese tiempo no lo era.

Era una noche de un viernes de carnaval, un amigo me llamo para ir a una fiesta, y dado que recien eran las 10 pm decidi aceptar su invitacion.

Fuimos a una discoteca muy conocida de la ciudad, estaba muy bien adornada, con bastatntes plasticos de cloores, globos y en el patio, que estaba adornado igual, habia una umisha (para los que no saben que es, es un árbol de una fruta llamada huasai el cual lo trenzan y lo adornan, y hasta ponen premios para agarrar al momento que lo botemos), la musica era buena y habian muchas chicas lindas.

Queria decirle a mi amigo para ligar a una de ellas, pero el ya se me habia adelantado, pues yo estaba solo y el en la pista de baile con una guapa chica.

Derrepente mi mirada se fijo en la entrada, una guapa jovencita habia entrado a la discoteca, y para mi buena suerte se encontraba sola. Me atrevi a acercarme a ella:

- Buenas noches linda, veo que te encuentras sola verdad - le dije insuanando que queria su compañía.

- Si me encuentro sola, mi pareja no se presento esta noche- me respondio.

- Que mal de su parte, no puedo creer que alguien pueda dejar sola a una chica tan linda como tu, bueno supongo que tengo el deber de cuidarte esta noche - le dije voltiendo a un lado mi rostro para que no notara la verguenza que sentia al decirle cosas asi.

Solto una corta risa y me pregunto si queria bailar, y le respondi que si que seria un honor. No me arrepiento de haber pasado esa noche con ella sin importar lo que mas adelante hiba a descubrir sobre quien era ella.

Mientras bailabamos le pregunte su nombre y me dijo Valentina,  era un lindo nombre, ella era una hermosa mujer, era de test canela, ojos marrones, cabello negro pero brilla hermosamente como la luz de la luna.

Pasamos gran parte de la noche hablando, pero a eso de las 2 am me dijo que se tenia que regresar porque sus padres le dijeron que no se quede hasta tarde. Como recorde que ella habia venido sola le pregunte si queria que le acompañara, ella acepto.

Salimos de la discoteca, y en una esquina tomamos un taxi, le pregunte por donde era su casa, ella me dijo que era por el cementerio, que es una calle llamada Alfonso Ugarte. Pedi un taxi y le di las instrucciones, que no era muy claras en si, al taxista.  Subimos al taxi y a medida quenos acercabamos Valentina se hacia cada vez mas palida, le pregunte que es lo que pasaba y ella me dijo que nada.

Debi advertirme en ese momento no recorde lo que me contaban mis abuelos de ese dia, ese dia que supuestamente es del demonio, donde los muertos salen, como ya dije antes no era muy creyente de eso.

Seguiamos acercandonos al destino, el aire tornaba cada vez mas frio, y a unas cuadras del cementerio se comenzo a oler a rosas pero no a las que regalas el dia de san valentin si no a las que ponen en las tumbas de los muertos, por algun motimo comenze a temblar, pero no di mucha importancia, me alegraba estar acompañando a una chica linda a su casa.

Estabamos a una cuadra del sementerio, le pregunte a Valentina donde es exactamente su casa pero ella me respondio con un simple : ya estamos muy serca. Avanzamos a la cuadra del sementerio, ahora se podia percibir el olor a rosas mas fuerte, un frio mas intenso, me agarraron los nervios, aun no sabia por que, paramos en un semaforo justamente en la puerta del cementerio, saque de mi bolsillo un cigarro y agachando la cabeza al encendedor lo prendi, pero en seguida la se apago junto a la llama del ensendedor por una brisa que venia junto a olor penetrante de flores y vela.

Mi cuerpo se quedo paralizado, por unos pocos segundos no me podia mover, pero tan pronto pude voltie hacia donde estaba Valentina, ella ya no se encontraba sentada a lado mio, quise advertir al conductor de su ausencia pero el conductor tamopoco se encontraba, vomite y me desmaye pues al darme cuenta de que yo ya no estaba en ese dicho carro sino botado en la pista y no habia nadie serca mio.

Al dia siquiente me fui al cementerio, me daba  curiosidad de que fue lo que paso, justamente tras a unos metros de la puerta se encontraba una lapida donde estaba inscrito su nombre y una foto de ella.

Nunca volví a ser el mismo constantemente sueño con ella y tuve que aceptar la verdad me enamore de un fantasma

Terror y MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora