En pleine nuit✎ChanBaek

2❣La guarida

Se despertó sobresaltado, siendo su respiración errática y su sudor frío indicando que algo estaba mal en él. Se sentó bruscamente sobre lo que parecía un colchón, mirando alrededor. Por un momento se temió el volver a estar dentro del sótano de sus padres, sin embargo, sólo le bastó una mirada al recinto para darse cuenta que no era ningún lugar que él hubiera conocido alguna vez.

El cuarto era demasiado amplio, de paredes color blancas ―o eso parecía, por la luz de la luna que se reflejaba por las ventanas―, unas cortinas de tela diáfana y la cama en la que se encontraba sentado. No se atrevió a ver el reloj que yacía reposado sobre la mesita de noche que se estaba a su lado. Con el pánico adueñándose de su ser, el chico castaño se salió de debajo de los dos edredones que lo cubrían y se levantó de la cama, dispuesto a huir del lugar, sin embargo, al sus pies tocar el duro suelo y sus piernas tensarse para mantenerse firmes, él cayó, ya que no tenía nada de fuerza en sus extremidades.

La única reacción que le fue permitida hacer fue de miedo. ¿Qué le habrían hecho para que no intentara escapar? Su respiración rápidamente pasó de tranquila a errática, y es que no podía capturar el aire correctamente. De un momento a otro, se encontró inhalando aire por la boca, haciendo de vez en cuando sonidos extraños al ser preso del miedo.

De repente, escuchó el sonido de una puerta abriéndose. Era la de esa sala. Con rapidez él fijó su vista miel en la entrada de la habitación; su mirada tintada de miedo puro. Cuando ésta se abrió, lo único que sus ojos impregnados de terror pudieron ver fue la silueta de una persona delgada y baja, pero aún así, Baekhyun no pudo evitar sentir pánico ante la figura que caminaba para con su dirección. No se dio cuenta de cuándo empezó a llorar, y la verdad es que no le importaba en lo más mínimo. Intentó utilizar su poder para protegerse, sin embargo, se encontró con la sorpresa de que no pasaba nada, ni siquiera sus manos podían irradiar la luz que siempre habían mostrado.

―¿Baekhyun? ―preguntó la silueta negra con voz dulce, nada que ver con el sentimiento que esa figura le hacía sentir al castaño―. Baekhyun, ¿qué te pasa? ―Se acercó al chico, hincándose justo delante de él.

En cuanto Baekhyun vio el rostro de la extraña figura, pudo sentir cómo el alivio le embargaba de a poco. Tal vez a aquel chico no le conocía de mucho tiempo, no obstante, no sabía por qué, pero mostraba cierta afinidad a su persona, y por alguna desconocida razón los ojos grandes y bonitos de la silueta tenebrosa lograban tranquilizarlo. Pudo notar prontamente los brazos del chico azabache envolviendo su cuerpo, acción que le hizo serenarse y su cuerpo destensarse, como si lo único que hubiera necesitado para erradicar el miedo de sí era un simple abrazo.

―¿Dónde estoy? ―curioseó el castaño, el cual había dejado de llorar ya hace bastante rato―. Y, ¿c-cómo sabes mi n-nombre?

―Estás en nuestra guarida. Tranquilo, vas a estar bien aquí ―le contestó, sin embargo, se mostró reticente a responder el segundo cuestionamiento hecho por Baekhyun, por lo cual, lo que hizo fue ignorar la pregunta y dar a entender que no la había escuchado.

―T-tú... ¿q-qué poder tienes? ―cuestionó, ya más calmado. Kyungsoo posó su mirada en el chico, dejando de abrazarlo―. Bueno, es que supuse que tú también tenías, con eso de que todos los hombres del callejón tenían...

Entre cada palabra que decía, ésta se volvía un susurro, haciendo que la última palabra no llegara a salir de su boca por completo. Tal vez se sintió intimidado por el aura hostil que el azabache comenzó a denotar. Kyungsoo no había tenido intención de asustarlo, la verdad es que su aura siempre era así, sin importar con quien estuviese.

―La Fuerza ―respondió por fin a la prerrogativa del contrario. Baekhyun se sorprendió de que le hubiese contestado, ya que había pasado tanto tiempo desde que lo había preguntado que pensó que el azabache nunca se dignaría a responder―. Mi poder es la fuerza.