04

862 154 38
                                    

— ¿donde estoy? —se preguntaba Bakugou mientras se colocaba en pie.

Al inspeccionar mejor el lugar con la mirada, se percató de que aún se encontraba en el templo y que había despertado a los pies de aquella vieja casucha.

— si aún estoy en este lugar ¿donde mierda está ese loco y por que me siento tan extraño? —se toca el pecho en un reflejo.
El ambiente era tranquilo y lo único que se podía escuchar al rededor, era el canto de las aves y la suave y refrescante brisa del viento.

— todo esto es tan extraño ¿no crees? Demasiado calmado para mi gusto.

«esa voz...» se voltea con rapidez encontrándose con su querido amigo frente a frente.
El nerviosismo y la emoción crecían dentro de él. Quería abalanzarse encima, golpearlo por todo lo que hizo y decirle tantas cosas, pero no lograba siquiera articular una sola palabra.
Estaba en un estado similar al shock...ninguno hablaba; ambos se miraban fijamente sin saber cómo reaccionar.
Lo único que necesitaba aquel joven de las explosiones para poder hacer algo, era escuchar su voz nuevamente y confirmar que no es una ilusión de él, si no, su verdadero amigo en persona.

— hola, Blasty. Tanto tiempo.

— ¿t-tanto tiempo? Demasiado diría yo... —se limpia los ojos con su antebrazo.— me alegra verte otra vez, dientes de tiburón.

Se iban acercando a paso lento cada vez más, pero Katsuki no pudo contenerse a lo que se lanza sobre el chico escondiendo su rostro en el pecho ajeno.

— ¿¡oh!? No me esperaba eso. —le corresponde el abrazo sin dudarlo ni un segundo, algo nervioso pero se mostraba muy calmado.

— te detesto ¿sabes? Y por muchas cosas...—baja el volumen de su voz y suaviza un tanto su tono.— principalmente por dejarme solo, imbécil...

— no estás solo, yo estoy aquí. Eh venido para evitar que cometas un error, Bakugou. —Separa a su compañero para que lo mirara fijamente.— ¿en que estás pensando?

— en salvarte el maldito pellejo...devolverte lo que tú hiciste por mí hace un año atrás.

— Yo ya estoy muerto, no ha-

— no estás muerto ¡el maldito dijo que t-

— estoy muerto para todos los demás. ¿Crees que podría regresar a mi vida normal? Además ¿sabiendo que entregaste tu alma para que sea libre? No podría vivir con eso.

— ¿¡y como crees que eh estado yo con tu muerte, imbécil!? ¡Te sacrificaste por mi y aún no termino de comprender la razón de por qué no activaste tu Quirk! —su rostro reflejaba ira y tristeza. Los recuerdos de aquel horrible día bombardearon su cabeza sintiéndose aún más dolido.— si lo hubieras hecho, ahora estarías junto a mí...

— aunque hubiera querido hacerlo, no podía...había sobrepasado mi límite de tiempo.

— creo que ahora me siento peor que antes...

— lo lamento, no e-... —suelta un suspiro, mirando atento a su compañero.— como sea...volviendo al tema principal, no sé cuánto tiempo tenga así que, por favor, no hagas nada estúpido ¿quieres? Solo acaba con ese infeliz.

— pero esa maldita mierda está en tu cuerpo ¿que pretendes que haga?

— ya sabes lo que tienes que hacer...

— o-oh...no no no no, no voy a hacerlo ¿me escuchaste? No lo haré.

— Blasty...

— ¡no puedes pedirme eso! ¿Y si existe aunque sea una mínima posibilidad de salvarte? No podemos arriesgarnos a perderla.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 21, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Lost DemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora