🌻 S I N O P S I S 🌻

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—¡Mae!

La señora Shin preparaba la cena acaloradamente.Terminó cortando las verduras y se tomó un respiro para sentarse y enviar unos mensajes mientras esperaba a que las judías se descongelaran. Acababa de llegar del trabajo, estaba agotada y lo que le faltaba era tener que hacerle la cena a su marido y a su hija de 17 años que no sabía ni cocinar un plato de kimchi sin quemar la cocina.

Y eso era algo técnicamente imposible.

A pesar de todo, la señora Shin no se imaginaba llegar de trabajar y no encontrarse a su marido tendiendo la ropa que esta mañana se le olvidó tender , o a su niña bailando canciones de k-pop como una loca por los pasillos.Y hasta al gato tumbado encima de la mesa.

Esta era su familia.

Sacudió la cabeza y se limpió las manos en el delantal,con firmeza se encaminó a la habitación de su hija dispuesta a cantarle las cuarenta por no obtener respuesta a su llamada.

—¡Shin Mae!— abrió de golpe la puerta causando que la mencionada pegara un brinco y se quitara los auriculares de un manotazo.

—Mamá, no eras tú la que dijo que antes de entrar en una habitación ajena se tocaba a la puerta— esta se queja volviendo a recuperar el aire de los pulmones, será casualidad que siempre que la interrumpan se esté reproduciendo su canción favorita...

—Sí ,y también fui yo la que te dije que esta mañana sacaras la basura, y mira tú qué sorpresa —se acerca a su hija como si fuera a revelarle un gran secreto.—¡Sigue en el mismo sitio donde la dejé!¿Acaso piensas que la basura tiene patas y se va ella sola a sacarse?—Mae iba a contestar cuenta su madre la interrumpió.—Y es una pregunta retórica,no necesito que contestes,¡hasta que no saques la basura no habrá cena!

—Pero ya es tarde y hace frío...—la menor intenta buscar excusas válidas que consigan ablandar el corazón de su madre.—Porfi....— pone esa mirada de cachorro abandonado que siempre le funciona con su padre.

Gracias a esos ojitos consiguió ir al concierto de Black Pink.

Pero claro,esos ojitos solo funcionan con su padre.

La señora Shin, inmune a las ya muy conocidas tácticas de persuasión de su hija, se cruza de brazos demostrando que ya no hay peros que valgan.Se cruzó de brazos, ya no hay nada que hacer.

Mae resopla y ve a su madre salir de la habitación con aire victorioso, esta vez la táctica de cachorrito abandonado no funcionó, debería de ir renovando de tácticas.

Se levanta de la cama con pereza y se observa en el espejo que hay en una esquina de la habitación; lleva las gafas de montura negra y gruesa, el batín de casa con estampado de corazones y las pantuflas de conejito.Si se quita el batín y las zapatillas puede aparentar ser una persona normal que solo va a sacar la basura.

Finalmente opta por ponerse una chaqueta encima y calzarse las botas de estar por casa que tiene.

—¡Me voy!— grita antes de salir y coger las llaves.

—¡Ya era hora!— se escucha antes de cerrar la puerta.

Al salir al exterior esta reparó en que hacía más frío del que esperaba, el gélido viento le calaba hasta los huesos y entraba por sus pantalones de pijama que no de aja de ser una mera de tela de algodón. Este año la primavera tardaría en venir.Frotándose las manos se apresuró a los apestosos contenedores de basura mientras miraba con desconfianza a todo ser que pasaba junto a ella.

Tiró la bolsa con dificultad y en ese callejón oscuro rodeado de basura se paró a meditar, mañana ya empezaban las clases.Su último año y no tenía ni remota idea en la carrera que escogería.¿Qué se le daba bien?En su cabeza empezaron a formarse recuerdos pasados ,como la vez que sostuvo a su primita de 4 meses y esta se puso a berrear como si la estuviera sosteniendo el mismo diablo, luego está la vez que incendió la cocina al intentar preparar un plato de kimchi y también el día de las olimpiadas del instituto cuando participó en la carrera de relevos y no pudo salir porque se tropezó con sus propios pies haciendo que su nariz sangrara a borbotones.

Definitivamente,la pregunta era ,¿qué cosa se le da medianamente bien para vivir de ello?Bueno, el dibujo no se le daba tan mal...Pero también le gustaba el periodismo...¿Y si no se decidía y acababa en una carrera equivocada?No encontraría motivación en el trabajo,amaría en el paro y estaría destinada a pasar el resto de su vida en casa de sus padres como una mantenida.

Sin trabajo.

Sin dinero.

¡Sin marido!

Sus padres se hartarían de ella y no le quedaría más remedio que irse a vivir a un puente.

¿Se me olvidó comentar que esta chica es una dramática y de un grano de arena monta un desierto entero?Sí,está es Shin Mae en persona.

—¡Maldita sea,no quiero vivir debajo de un puente!—pateó una lata oxidada que se encontraba a su lado, con la mala suerte de darle a un perro callejero que se hallaba durmiendo plácidamente entre las bolsas de la basura.

El canino salió de la oscuridad y empezó a gruñirle a la chica, que estaba ,por decirlo de una forma coloquial, cagada de miedo.

—¿Por qué a mí?—hablaba a nadie en particular.—¿Yo qué hice?

Comerte el almuerzo de Kai, culpar a Kai de haber roto el jarrón, pisar el suelo mojado cuando tú madre fregaba, romper el libro que te prestó Kai, robar gominolas, ensuciar tu vestido nuevo el día que cumpliste 5 años con tarta de fresa...

—Kai tampoco es un santo—murmura.El gruñido del perro la saca de sus pensamientos y Mae solo le queda otra que retroceder.

Está atrapada.

Este no es el tipo de historias donde la salva un héroe de identidad misteriosa...

¿Oh si?

El sonido escandaloso del contenedor de basura volcado,asustó al perro que salió corriendo, salvando a la idiota que ya estaba llorando a lágrima viva.
A través de esa cortina de lágrimas, consiguió advertir la borrosa visión de un chico corriendo veloz calle abajo.

Se limpió las gafas y con la manga de la chaqueta quitó cualquier rastro de lágrimas.

¡Qué vergüenza!

Pensó que había tardado demasiado en bajar la basura y su madre estaría preocupada, pero quería tanto descubrir la identidad de su salvador...

Saltó la basura que se encontraba esparcida por el suelo, y decidió regresar a casa y dejar esto en una graciosa anécdota que le había ocurrido.Pero, por el rabillo del ojo, percibió algo que no encajaba en toda esa atmósfera, se agachó y recogió la bufanda que tanto desentonaba en ese lugar.

¿Quién demonios tiraría una bufanda de GUCCI?

La inspeccionó y se percató de que tenía una etiqueta con un nombre:

Kim Taehyung.

Mientras tanto, un chico delgaducho corría calle abajo preguntándose si la tipa esa le habría visto tirar las revistas para adultos que su amigo le había encasquetado.

¡Qué vergüenza!


🌻🌻🌻

Primer capítulo,¿impresiones? :)

Es como una introducción, así que en el siguiente capítulo que será el primero habrá opciones para seguir la historia.

No prometo publicar cada semana ya que esta historia los lectores juegan una parte importante, no me gustaría empezar una historia así con tan solo 20 lectores.

Si votas,sabré que cuento con lectores activos y podré seguirla 😊❤️

Gracias por leer🙌🏻❄️✨

¡TÚ DECIDES! BTS🍥✨Where stories live. Discover now