BLANCO

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- ¡Sam!

Parpadeo.

Uno...

Dos...

Tres.

Siento un frío agonizante, supongo es lo que necesito. Tengo entre las manos algo rugoso y pesado.

- Muévete Sam, llevas ahí una eternidad.

Regreso a lo que parece ser la realidad. Mi material de trabajo se encuentra dentro de una caja la cual estoy cargando. Es rugosa y pesada. Pinceles, brochas, botes de pintura, lápices y libretas llenas de dibujos, todo está dentro. Delante de mi una enorme casa color vino tiene las ventanas y puertas abiertas. Mis tíos salen y entran con cajas llenas y vacías. Sigo estática en el camino a la entrada de la casa, sosteniendo fuertemente la caja entre mis manos. Aferrándome a la vida.

- Linda las cosas no saldrán solas de la mudanza.

¿Cómo es esto posible?
Miles de aromas nuevos invaden mis fosas nasales. Frío, tierra húmeda, madera y un sentimiento de paz inquietante. Estoy en el paraíso o es una mala jugada. No me gusta estar confundida.

- Do... ¿Dónde estamos?

La tía Alex frena su paso y escucho al tío Jesús bajar algunas cajas. Me confundo más al ver que estamos en un vecindario, casa al frente, casas a los lados, vecinos y más vecinos.

- Es una broma ¿cierto? Creí que lo deducirías por el boleto de avión.

Alex cree que juego, Jesús suelta una risa. Suspiro de nervios.

- Necesito un lavado de cerebro.

Se los suplico, ayuda.

- Más bien una descarga eléctrica. ¿Te parece si tratamos con los cables pasa corriente haber si así te mueves?

Un clásico de Alex.

- Simpática.

- Oh vamos Sam, tus músculos deben estar muriendo. Estás tan entumecida que me causa dolor de cabeza.

Dolor de cabeza es lo que tengo por la falta de información. Volteo a ver la mudanza y me dirijo a la única persona cuerda.

- Ya dime ¿que idioma debo hablar ahora?

Alex se acerca a Jesús y levanta las cajas que el dejo en el suelo. Le susurra algo en francés y voltea a verme como si su mirada pesada fuera hacer que me mueva.

- ¿Enserio? ¿Frances? ¿De nuevo Francia?

- Francia no es el único país donde hablan francés querida.

No aguanto más la caja, la dejo en el suelo y me aproximo a ellos. Alex se emociona con mi andar como si fueran los primeros pasos de un bebé. No es hasta mi quinto paso que comienzo a sentir el frío con más intensidad y el dolor en todas mis articulaciones. Demonios.

- Necesito que me ayuden ¿pueden?

Los miro suplicante, expectante ante la información faltante en mi cerebro.

- Estamos en Canadá.

¿Qué?

- Tú tía consiguió trabajo en un hospital cerca de aquí, yo conseguí trabajo en una preparatoria como maestro de informática y tú señorita...

¿Cómo fue que me ocultaron todo esto?

- Continuarás tus estudios de arte en una universidad a diez minutos de aquí.

¿Cómo diablos llegamos a esto?

- Vancouver, puedes hablar francés si lo prefieres pero el ingles sería lo correcto.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2018 ⏰

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FLORES AMARILLAS                                                  -Shawn Mendes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora