Meteor┊wowson [Os]

流星

El invierno a vuelto.
Los árboles ahora sin hojas.
Las brisas que queman tus mejillas por el frío.
Las calles solitarias.
Blancas por la nieve.

Es de noche, ¿hora exactamente? No lo sé... llevo horas caminando y eh perdido la noción del tiempo.

¿has visto alguna vez una estrella fugaz? Es hermosa, pasa tan rapido que apenas logras distingirla. Su brillo opacador, un blanco como los copos de nieve que caen ahora. Tan limpia y pura como el alma de un ángel.

Los parques a esta hora están desiertos, no hay nadie, solitarios como el mismo espacio. La luz se es reflejada en la nieve acumulada en el piso.

Estoy agotado, me siento en un banco serca, y cierro los ojos. No existe ruido ahora, la poca brisa que hay choca con las ramas secas de los árboles produciendo que estos crujan.

Las guerras en casa ahora empeoran y viajar por la ciudad mientras esas ocurren tranquilizan mi mente.

Pasos silenciosos se acercan, abro los ojos y estaba ahí. Del color de la nieve, con sus ojos de gato y sus labios abultados ¿no les parece perfecto?

Me mira... ¿porqué lo hace?
Su mirada es dulce, no me asusta, me gusta.
Se hacerca... ¿qué hago?

Mire a otro lado y levanté la vista, es hermosa.

- estrella fugaz, ¿te gustan?

Asentí levemente sin dejar de mirar el cielo.

- ¿que haces tan noche, morirás de frío?

- ¿tu que haces?

- escapó de las guerras, ¿no crees que es mejor morir de frío a morir en la guerra?

- ¿guerra?

Asentí nuevamente.

-...

- lucharé por los que quiero, volveré allá, un gusto.

Respondi, me levanté y emprendi el camino.

- espera - dijo detrás de mi el de piel clara - ¿volverás acá algún otro día?

- si...

Acomode mi sacó negro y camine lentamente.
El de labios abultados se quedó atrás mirando la partida del hombre oscuro, o bueno, así lo llamo el.

[...]

Han pasado semanas... las guerras no paran y yo sólo los cuido.

Por fin, una de las tantas terminó, ellos ya duerme.

Justo ahora reina el silencio.
Salí al "balcón" si así se le puede considerar, puesto que vivimos en un departamento donde apenas entramos todos.

Pude ver la ciudad paralizada, existe poca brisa y el frío cala.

Finalmente decidido, salí del pequeño departamento con dirección al parqué donde lo vi la primera y última vez.

Mi nariz se torna rojiza gracias al frío. Mis mejillas arden. Pero me gusta.

Llegué y el... estaba ahí, sentado con una mascarilla. Hice el menor ruido posible y me senté en un banco enfrente de el, parecía dormido. Sólo lo observe. Era hermoso.

Tardó alguna media hora en despertar, me miro y se sorprendió, parece que no esperaba mi visita.

- has vuelto.

Asentí.

- no viniste en tres semanas...

- no es fácil escapar de la guerra, niño.