¿No sé cómo fue su primera experiencia con un libro? Pero yo recuerdo la mía y es algo que en momentos me avergüenza decir en público por que hoy soy otro tipo de persona. Pero fue esa tarde en casa de mi prima, ella es una lectora y de las buenas, en ese entonces yo era más joven y solo me interesaba el internet y su mundo cibernético. No recuerdo que libro fue el que me presento.
Estaba yo ahí sentado con mi celular, buscado información en las entrañas del internet y ahí viene ella, una chica educada, de piel morena, de voz suave y una alegría muy contagiosa.
− ¡Primo! Tienes que ver este libro que me compro mi mama hoy. –Se sienta colocando el libro al frente de mí.
−Hola prima, ¡wuaoo! Qué bueno me alegro por ti. –Tengo que ser sincero, en ese momento no me importaban los libros para nada. Pero ahí estaba yo, al frente del libro mirando ese peculiar objeto para mí.
−Agárralo quizás también te guste. –Menciona acercando el libro.
−Gracias. –Tengo que estar loco yo, pienso mientras sostengo el libro, pero en el fondo de mi nace una pequeña curiosidad, es ese ¿Por qué? Del aroma que sentía yo de aquel libro. No lo pensé dos veces y reacciono para volvérselo a entregar. – ¡Oh prima! Se ve muy interesante espero lo disfrutes. –Tengo que admitir que mentí, pero no podía permitirme sentí esa curiosidad en mi nuevamente.
−Claro que lo voy a disfrutar, tengo mucho tiempo sin leer y saber que lo tengo y sencillamente es mío, me alegra. –Abraza el libro como si su vida dependiera de el. –Voy a guardarlo, no quiero que le pase nada a mi bebe. –Dice ella de una manera muy cursi y chistosa a la vez.
−Está bien. –Reacciono yo al comentario para ambos reírnos.
El tiempo siguió pasando y sin darme cuenta la noche avía llegando, para mi sorpresa esa misma noche vendrían unas amigas de mi prima a visitarla, para completar la situación a todas les gustaba leer.
Al momento que todas llegan, mi prima corre en busca de su "bebe", algo irónico para mí, pero al ver todo este compló intento escabucharme intentando esconderme de ellas, pero en un intento fallido, logra encontrarme la cruel de mi prima y me obliga a estar con ellas, ¿se imaginan como me sentía en ese lugar? Nada bien, repito nada bien.
Empezaron a hablar de sus libros, de sus protagonistas, de ese capítulo en el que casi lloran, en donde no era justo que muriera x persona, la purita verdad que me sentía como un tonto, a ver todo ese drama el cual yo en mi ignorancia no lo entendía. Pero ustedes recuerdan que dije que fue algo muy vergonzoso para mí la primera vez con un libro. Todo sucedió de esta manera.
A pesar de todo el drama y el escándalo que tenía que soportar, ahí estaba yo en silencio, pero también, muy distraído con una de las amiga de mi prima, no podía creer que sus ojos me encantaran tanto y esa voz que me dejaba loco, pero todo en la vida tiene su lado malo. Ella la cual estaba observando, fue la misma que me pregunto, ¿Cuál era mi libro favorito? ¿Cuál genero me gustaba más? ¿Dónde está mi libro?
Al escucharla, se me detuvo el corazón, de verdad no sabía qué hacer, me sentía en una trinchera, esperando el disparo que acabara con mi vida. Fueron minutos muy largos en mi mente. ¿Qué digo? ¿Qué hago? ¿Yo nunca he leído un libro? ¿Por qué me siento así? Respiro y tomo fuerzas para responder.
−Disculpen chicas, yo nunca he leído un libro. –Al terminar la frase, confieso que no podía creer lo que me estaba sucediendo en eso momento. Me sentía un estúpido al frente de ellas, ¡dios que vergüenza!
Todas me escucharon y quedaron en silencio y con esa mirada de asombro, gracias a dios, mi prima es una loca, pero yo la amo por eso, de un comentario loco y sin sentido rompe el silencio para que todas terminen riendo.
Recuerdo que esa noche fue muy tráumate para mí, no podía dormir pensando en todo lo que me sucedió ese día, empezando por esa extraña curiosidad por el aroma del libro de mi prima, luego escuchar la voz de esa chica preguntarme por un libro y ver en sus mirada esa extraña sensación de asombro y a la misma vez de decepción. No lo podía soportar, se repetía una y otra vez los mismos recuerdos.
Pasaron los días, muchas cosas sucedieron y como de costumbre yo siempre estaba con mi celular, para mi internet lo tiene todo, siempre observada los libros como algo obsoleto del pasado. Que ya no tienen ninguna importancia en esta época. Yo siempre he sido de las personas que encuentran todo en internet, pero como todo en la vida existen cambio que puede ser muy radical a niveles personales.
Recuerdo que esa mañana, un amigo me pregunta algo y yo solo le dije que me diera un momento para buscar lo en internet. Para mi sorpresa, que nunca falta en nuestra vida cotidiana, en internet no aparecía algo coherente. No me lo podía creer, le menciono a mi amigo la tragedia que sucedía para ver qué solución teníamos.
El solo logra decirme para ir a la casa de un profesor, al escucharlo acepto la invitación. Invitación la cual no sabía que consecuencias me traerían. Al llegar a la dichosa casa del profesor, mi amigo corresponde a decirle el problema que estaba pasando, el pide un momento para buscar algo, en ese instante mi amigo aprovecha para colocar música en su celular.
−Aquí este muchacho, espero que con esto lo ayuden a solucionar sus dudas. –Hace un gesto de alegría a mostrar dos libros.
−Ok, gracias profesor. –Menciono yo como siempre quedándome paralizado, viendo como mi amigo agarraba los dos libros.
El tan entusiasmado me entrega uno para luego despedirse. Y ahí estaba yo nuevamente al frente de un libro, decidí no darle mucha importancia, procediendo a irme nuevamente para mi casa, llegando en ella hago otro intento fallido en buscar la información en mi fiel amigo el internet. Para nuevamente encontrarme con lo mismo, decepcionado tomo un suspiro y volteo al lugar donde deje el libro.
La verdad no sé qué sucedía conmigo, no comprendía porque le tenía esa extraña fobia a ellos. Pero recuerdo que al estar solo en mi cuarto al frente del libro, les puedo asegurar que sentía una gran incomodidad, pero a la misma vez tenía esa otra gran curiosidad por indagar y aprender.
A pesar de lo aburrido y obsoleto que lo llegue a ver, decido abrirlo, tome mi tiempo para adaptarme a esa experiencia, les juro que cuando empecé a leer, se me olvido todo, no me dio hambre, no me dio sueño, estaba atrapado, no quería dejar de leer, siempre quería leer más. Esa noche mi vida cambio por completo descubrí otro mundo sin necesidad de viajar.
Al otro día, no me lo podía creer, yo leyendo un libro, me reía pensando en todo el tiempo y el conocimiento que avía perdido, pero desde ese pequeño instante mi vida fue otra, porque entregue mi corazón a cada libro que podía tener, fue entonces que pude comprender a mi querida prima, y a sus elocuentes amigas.
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Mi vida detrás de los libros.
Historia CortaLos libros, un mundo lleno de experiencias, sentimientos, pensamientos y mágicos lugares, eso que las mentes maestras suelen crear para sus lectores. Yo un joven con tan solo 22 años de edad y una sed insaciable por aprender, me lleva a ese mundo t...