Mundo Subterráneo (BoruSara)

Capítulo V

Advertencia: este capítulo contiene lemon, léase bajo su propio riesgo

Fin del Flash back

-...aah para por favor, sabes que no ...ahhh... podemos -.Apenas pude susurrar, mientras besaba ferozmente mi cuello.

Odiaba que bajara mis defensas de esta manera...

-No... No pienso parar Sarada... Haré que me recuerdes..-.

¿Qué lo recuerde? ¿Qué rayos debo de recordar? ¿Está jugando conmigo?

Independientemente de eso...¿Por qué me siento así? Tan atraída hacia él...Debería de detenerme, debería de matarlo por solo tocarme.

¡Maldita sea Sarada es un Hyuga!

Mientras yo seguía debatiéndome entre lo que debía hacer, él cerro la puerta con seguro y me llevo a la cama sin ningún problema.

-¡BASTA!-. Le grité mientras ponía mi mano sobre su pecho para detenerlo, ya que él se encontraba sobre mí.

-¿Qué rayos me hiciste?-.

-¿ A qué te refieres ? -. Me preguntó mientras me miraba detenidamente.

-Es imposible que no te haya matado en cuanto me besaste, yo jamás estaría con alguien cómo tú-.

-Alguien ... ¿Cómo yo?-. Ahora estaba intrigado.

-Así es, alguien tan engreído, egoísta que le dio la espalda a su clan, y para colmo un Hyuga, ¿Así que me dime que me hiciste? ¿ no es normal que sienta ...? -. Pare de hablar en seco por lo que iba a decir.

- ¿Qué te sientas como si estuviera bien lo que vamos a hacer? ¿Qué te sientas atrapada entre lo que quieres hacer y lo que no debes hacer? Dime ¿cómo te sientes? ¿Impotente? ¿Indecisa?  ¿Confundida?... ¿Deseosa?-.

Me hablo de una maneta tan segura que me dejó helada con cada palabra que me decía, era como si supiera que estaba pensando... no, no era eso, era como si sintiera todas las dudas que me afligía en este momento.

-¿Dime quién eres?-. Le pregunté mirando esos ojos azules que me invitaban a mirarlos más de cerca.

-No puedo Sarada teme, necesito que tú me recuerdes-. Esta vez el susurro acercándose más a mí

-¿Por qué no puedes?-. No podía dejar de acercarme a él de la misma manera

-no serviría de nada-. Entre cada oración acortabamos  la distancia un poco más.

- Entonces si es verdad que te conozco ¿Cómo esperas que te recuerde sino me dices nada?-. Esta vez la distancia era prácticamente nula.

-Demostrandote todo lo que provocas en mi desde que te conozco -.

-¿Cómo?-.

Nuestras respiraciones chocaban

- Tomando de nuevo lo que lo que una vez me diste-.

Y fue entonces que unió sus labios con los míos en un beso profundo y ansioso.

Me hizo perder la razón, me daba una sensación tan cálida, que se extendía por todo mi cuerpo, cada beso cada caricia, todo dejo de ser bueno o malo, todo dejo de existir en mi mente...

Ya no pude decir nada, él me siguió besando, Tenía esta extraña sensación en el pecho por estar con él, cómo si fuera lo más natural del mundo.

Recorrió todo mi cuerpo con sus manos. Su tacto era lento y firme una de sus manos dejo mi cintura y subió a mi pecho, empezó a acariciarlo. Con su pulgar  comenzó a hacer circulos en mi pezón hasta ponerlo duro.