Del psicoanálisis a la pasión

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Hola guapas y guapos, gracias por entrar aquí. Hoy les traigo el segundo capítulo y final de este pequeño fic. Espero que les guste.

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Como siempre agradezco a todas las personas que leen mis historias, a las que cometan, a las que votan, a las que me siguen, a las que agregan mis fics a sus listas, y a las que simplemente leen. Para todos ustedes, gracias totales.

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Capítulo dedicado a todas las personas que me dejaron un comentario en el capítulo anterior: Terraxia, MiraiAndDemons, NaniAlfonsin, CarmenGloriaPinonan07, Soledadanculef, Dereck, Issa_Chan y antoniabelentello. Muchas gracias por comentar, les mando un fuerte abrazo.

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Disclaimer: Naruto y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto. La historia es mía y la publico sin ánimos de lucro.

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Lo que puede hacer el alcohol

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Capítulo 2.- Del psicoanálisis a la pasión.

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Inhalé una bocanada de aire y la exhalé.

—Kamisama, por favor, no permitas que pierda mi cordura —imploré mirando el techo.

Me quedé mirando el techo como boba, hasta que de repente un ruido me sacó de mi estado de ensoñación.

Hey, mujer, aquí planeta tierra chasqueó los dedos cerca de mi cara, y me sonrió —. ¿En qué estabas pensando?

—En que mañana tengo clases de Gestión Estratégica —espeté mirándolo a los ojos.

—No pienses en lo que tienes que hacer mañana, mujer; vive el presente —me entregó la copa de champagne, y él se sentó a mi lado con su copa en mano—. Y en tu presente, estoy yo... conversando contigo. Kampai.

Definitivamente, Shikamaru estaba ebrio. Bueno y sano, jamás me hubiese dado ese discurso de vivir el presente, sino me hubiese dicho: «preocúpate de tu futuro, mujer».

—Kampai —alcé mi copa, siguiéndole el juego, y luego bebí un trago. —Temari, recuerda beber con mesura —me dije mentalmente.

—Estábamos en tu mal ojo para escoger novio, ¿cierto?

—Sí, creo que tienes razón en decir eso —respondí mirando el contenido de mi copa—. Siempre me he dejado llevar sólo por las apariencias; en el envase, en vez del contenido.

—De los dos novios que te he conocido, me quedo con el primero, Itachi. Parecía buena gente.

—Sí, pero igual me puso los cuernos con la mosca muerta de Izumi.

—¿En serio?...,nunca supe el motivo de tu ruptura —bebió de su copa y continuó—. Sólo recuerdo que un día, Gaara, me aconsejó no mencionar más ese nombre enfrente de ti, ya que podías tomar represalias en mi contra.

—¡Cómo siempre mi hermano haciéndome fama de violenta! —espeté con falso enfado, bebiendo gran parte del líquido que contenía mi copa.

—Debo reconocer que, a veces, cuando te enojas, me das miedo —señaló seriamente, reflejándose en mis ojos, pero luego de unos segundos, estalló de la risa—. Jajajajaja, no me mires con esa cara, si tú sabes que provocas eso.

Lo que puede hacer el alcoholDonde viven las historias. Descúbrelo ahora